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IDENTIDAD PSICOSOCIAL - SÍ MISMO


Enviado por   •  27 de Marzo de 2012  •  5.965 Palabras (24 Páginas)  •  1.057 Visitas

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IDENTIDAD PSICOSOCIAL – SÍ MISMO

Lic. Adriana Bersi

En la presente ficha se enumeran distintos enfoques teóricos relativos al sistema. El mismo es abordado por diversas corrientes de pensamiento, las cuales se complementan enriqueciendo nuestro acercamiento al tema que nos ocupa, para facilitarnos luego la tarea a realizar en los trabajos prácticos, consistentes en un trabajo de investigación.

Se detallan aportes de la teoría psicoanalítica, la teoría de los roles, la teoría de los grupos de pertenencia y la teoría dramática.

Se complementa la bolilla con una síntesis de las teorías de D. Winnicott y R. Laing sobre la psicopatología del sí mismo.

También se brinda a los alumnos una guía de la bibliografía consultada para la confección de esta unidad temática.

INTRODUCCIÓN

Alrededor de 1860 la psicología adquiere oficialmente el carácter de ciencia, separándose de la filosofía – de la cual se consideraba una disciplina emparentándola con el estudio del alma (psyché: alma, logos: tratado).

William James, filósofo y psicólogo norteamericano, cabeza del movimiento conocido con el nombre de pragmatismo (sostiene que el criterio para juzgar la validez de toda doctrina se debe fundar en sus efectos prácticos), retoma en su libro Principios de la Psicología (1890) un tema rechazado por la psicología científica: la posiblidad de la existencia de un agente psíquico que regule, guíe y controle la conducta humana. Este tema había sido rechazado por la psicología científica dado que se le emparentaba al contexto del pensamiento religioso y en éste a la teoría del alma que consideraba que los fenómenos mentales eran manifestaciones de una sustancia específica, diferente de la sustancia material, inmortal, libre y de origen divino.

A pesar del auge de la psicología experimental se da un resurgimiento del interés por el concepto de sí mismo, y el William James el que prepara el campo para la moderna conceptualización del tema, desligándolo del pensamiento religioso.

Para este pensador el sí mismo es “todo cuanto un hombre puede llamar suyo”.

Considera el sí mismo según tres aspectos:

1) sus elementos constituyentes

2) Los sentimientos del sí mismo

3) Las acciones destinadas a la búsqueda y preservación del sí mismo

Los constituyentes del sí mismo son para James:

a) El sí mismo material: constituido por el cuerpo, las ropas y otras pertenencias.

b) El sí mismo social: consiste en cómo el sujeto es considerado por los semejantes.

c) El sí mismo social: que comprende los estados de conciencia, las funciones y otras aptitudes psíquicas.

James ataca el concepto de yo puro (referido al concepto del alma) y sostiene que para la psicología como ciencia natural el yo puede ser definido:

“como la corriente de pensamiento que constituye el sentimiento de identidad personal”

Esta conceptualización de James produce un salto cualitativo en el pensamiento de la época dado el predominio de la psicología experimental fisiologista con raíces en la filosofía empirista (Locke, Hume, Fechner, Wundt) para la cual el concepto de sí mismo es una ficción.

El empirismo proponía la experiencia sin alma, el sustancialismo el alma sin experiencia, éstas eran posiciones antagónicas. James habla de un sujeto núcleo de mismidad con una experiencia.

El concepto de sí mismo social es el que tuvo consecuencias más importantes para la psicología social porque vincula el sí mismo con la interacción. Dice James:

“Un hombre tiene una cantidad de sí mismos sociales igual a la cantidad de individuos que lo conocen y tienen una imagen mental de él”.

Conceptualiza a la autoestima como sentimiento del sí mismo y la define como el resultado entre los éxitos obtenidos y las aspiraciones del individuo.

Refiere que existen acciones que compelen a magnificar el sí mismo. Ejemplificando se pregunta: ¿a quién no le gustaría que lo vieran caminando por la calle con una persona influyente? Y refiere que no sólo las personas magnifican el sí mismo social sino también los objetos y los lugares.

Dice James que cuando un individuo no logra el éxito deseado su yo puede reaccionar de diferentes formas: negando que aspiraba a ese logro, es decir, que protegería su sí mismo con la negación: o aceptando la frustración.

La teoría de James no contempla el desarrollo del sí mismo. Este tema es desarrollado por Mead, autor que consideraremos más adelante.

El concepto de sí mismo según es empleado por la psicología moderna posee dos significados distintos:

1) El sí mismo como objeto: que serían los sentimientos y actitudes con respecto de sí mismo. Es decir, lo que una persona piensa de sí.

2) El sí mismo como proceso: que serían aquellos procesos psicológicos que gobiernan la conducta y la adaptación (pensar, recordar, percibir, etc.)

Se tiende a utilizar el término de sí mismo para denominar al sí mismo como objeto y el término de yo para el sí mismo como proceso.

DESARROLLOS PSICOANALÍTICOS ACERCA DE LA IDENTIDAD Y EL SÍ MISMO

El concepto de yo ha sido tratado de diversas maneras en las distintas corrientes psicoanalíticas. En Freud se observa un predominio de la conceptualización del concepto en términos de un sistema de control: el yo sujeto a una triple servidumbre (ello: polo pulsional, superyo y mundo externo).

En Hartmann encontramos este punto de vista freudiano desarrollado hasta las últimas consecuencias, el yo es un conjunto de aparatos y automatismos para el control interno y la adaptación externa a la realidad. La adaptación es la meta suprema, esta conceptualización

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