INICIO DE LA ENTREVISTA

Es el primer contacto formal cara a cara con el entrevistado. Antes de esto se hacen las citas mediante modos telefónicos, epistolares o telegráficos. Esto genera fantasías en el entrevistado sobre el encuentro que tendrá con el entrevistador. Estas fantasías van ancladas a sus deseos y temores inconscientes. Al momento de conocerse cara a cara los pacientes con buen contacto con la realidad corrigen las distorsiones previas que habían hecho. La imposibilidad de llevar a cabo tal rectificación es uno de los signos indicativos de alejamiento de la realidad y por lo tanto podría ser reflejo de una psicosis. Una inquietud muy común en la mayoría de los entrevistadores que apenas empiezan y en algunos otros es el retener en la memoria los datos que aporta el entrevistado ya que

Después tienen que rendir cuentas sobre eso. Freud en su libro “consejos al médico en el tratamiento psicoanalítico” opinaba que las notas en el curso de las

Sesiones era una labor distractora de la actividad. De aquí empezaron a salir muchas otras opiniones comokinnon que considera que el entrevistador que toma notas elude la comunicación afectiva evita el contacto emocional. Otra opinión fue de wolberg que decía que era útil, cómodo y nada criticable el liberar a la memoria y atención del trabajo que implica retener lo dicho a través del registro de los datos del curso de la sesión.

Por último menninger en su “manual para el estudio de casos psiquiátricos”

Menciona que normalmente los pacientes no se resisten a la toma de notas e incluso los impresiona favorablemente ya que el tomar notas refleja el interés de entrevistador. Ya que hay muchas opiniones encontradas y diferentes métodos el entrevistador elige el que más le acomode a él y sus pacientes. El inicio de la entrevista empieza saludando al paciente y presentándose ante él. La reacción del entrevistado ante esto nos puede decir muchas cosas, por lo tanto desde el primer contacto cara a cara se necesita de una buena observación. Desde el momento que establecemos contacto visual con el entrevistado observamos la dirección de su atención: hacia nosotros, hacia el lugar, hacia el vacío o un punto en específico. Esto nos permite inferir el deseo o temor de relacionarse con nosotros. Mientras el entrevistado entra en el consultorio nosotros observamos como camina, detalles de su actitud, expresión facial, constitución, integridad corporal, conducta y muchas otras cosas. Dándonos cuenta de estas cosas y localizando diferentes áreas problemas nos pueden ayudar mucho. Como por ejemplo las anomalías en el caminar pueden dirigirnos a cosas específicas que necesitarían de más indagación, es lo que nos da un punto de partida. La actitud del entrevistado, constituida por la postura corporal, porte, ademanes, gestos y expresión facial, proporciona indicios sobre su estado mental y su disposición frente al entrevistador y la entrevista.

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