Imaginarios Sociales

Imaginarios Sociales

En la naturaleza de nuestro mundo, todo organismo tiene sus pros y contras, y dentro de algunos de los contras está la búsqueda casi infinita de la supervivencia. De ahí poco a poco hasta que todas las necesidades de origen biológico sean satisfechas. El humano se lleva el galardón a estas acciones, no solo porque llegó a solventar su supervivencia tanto individualmente como de manera grupal, sino porque es (creo yo) de los poco animales cuya vida se basa más allá de sobrevivir de los depredadores. Quizá esta última palabra refiera a quienes nos cazaban, o al menos el concepto ha evolucionado hasta nuestros días.

En nuestros inicios, el construir algo implicaba tener una “idea” de algo y en seguida, repetirlo de acuerdo a nuestras capacidades y posibilidades. A esto se le llama representación. Las primeras representaciones se ven claramente en las paredes de las cuevas donde nuestros antepasados plasmaban una parte de su vida y cómo la veían ellos. Gracias a estas representaciones es que nosotros sabemos que alguna vez estuvieron ahí. Con perdón de la palabra, pero muy probablemente los ignorantes del tema pueden llegar a creer que las personas de antes “escribían” en las paredes y no representaban. Al contrario, cada cosa u objeto representado tiene un significado. Somos especiales por atribuirle significado a las cosas, inclusive conceptos subjetivos que para el resto de los animales es algo totalmente incomprensible. Ir más allá de los sentidos al desnudo es una característica que, sin lugar a dudas nos pone en la cima de la cadena de alimentación. Junto a la resolución de problemas y la invención de muchas maneras de representar, repetir la realidad, ¿de dónde demonios sacamos tanta cosa increíble y novedosa? Sencillo, los humanos tenemos algo llamado imaginación.

Básicamente, imaginar implica crear dentro de nuestras cabezas muchas situaciones hipotéticas (que no necesariamente obedecen a las leyes de nuestras aproximaciones, y mucho menos de la física) que nos permite hasta cierto punto conocer diferentes maneras de comprender algún fenómeno. Así es que hemos llegado a la creación de muchos objetos y miles de maneras de resolver una gran cantidad de problemáticas de la índole que se conozca. Lo interesante de este tema va en cuanto la imaginación, los mitos, eventos y lenguajes pasan a ser elementos inamovibles, claramente dados por un conjunto muy grande de personas o individuos que creen que son cien por ciento válidas. Lo anterior supone que las personas manejan como racional y lógico la tradición que en cierta región donde habitan se ha mantenido por muchísimas generaciones. Esto nos proporciona un ejemplo de orden, y alterar estas tradiciones conllevaría a alterar un orden con una antigüedad significativa (casi sagrado). Aún más interesante es que este supuesto orden va cambiando con el paso del tiempo; si es que este cambio no se diera, entonces seguiríamos viviendo en la edad media seguramente. Este cambio va de la mano con ciertos criterios que ayudan a que una forma de pensar “evolucione” de tal manera que resulte igual de ordenada o mejor de lo que era. Solo y solamente se dará esto si a todos los individuos que comparten el concepto imaginario (dada su procedencia) ven como válido aquello. Las minorías siempre serán vencidas al menos en términos democráticos justos; quizá esta idea es lo que origina la diversidad cultural en todo momento.

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