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Inteligencia

adrianachavez6 de Diciembre de 2011

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Inteligencia emocional y mundo de la empresa

Capítulo I: Los criterios de la empresa moderna.

Capítulo II: La valoración de las cualidades personales.

Capítulo III: Listado de competencias de la Inteligencia Emocional (I).

Capítulo IV: Listado de competencias de la Inteligencia Emocional (II).

Capítulo V: La importancia del grupo.

Capítulo VI: El liderazgo de los equipos.

Capítulo VII: La empatía de las relaciones laborales.

Capítulo VIII: El trato y atención con los clientes.

Capítulo XI: El autocontrol de las emociones e impulsos.

Capítulo XII: La influencia del estado de ánimo.

Capítulo XIII: La inteligencia emocional y el coeficiente intelectual.

Capítulo XIV: La necesidad de las competencias emocionales.

Capítulo XV: Los límites del Ordenador informático.

Capítulo XVI: El espíritu pedagógico en el ámbito laboral.

Capítulo I: Los criterios de la empresa moderna

Los criterios de las Empresas sobre la valoración de la inteligencia están cambiando. En la selección del personal y en la estimación y promoción de los trabajadores, ya no se tiene en cuenta solamente el nivel intelectual o la destreza técnica, sino que también se valoran el conjunto de competencias propias de la Inteligencia Emocional (IE).

Tanto en el presente como en el inmediato futuro, la prioridad ya no se pondrá en las capacidades estrictamente intelectuales o en los títulos profesionales, sino que se pondrá principalmente en las cualidades de índole emocional de los empleados de una determinada organización.

El modelo de la Inteligencia Emocional destaca una serie de habilidades o competencias emocionales. Las más significativas las iremos desgranando en los diferentes capítulos.

Este modelo considera que, debido a la amplia información y experiencia que posee del mundo de las empresas, está en condiciones de determinar cuáles son las competencias que constituyen la IE que dan permanencia en el puesto de trabajo y permiten una idónea gestión empresarial.

Capítulo II: La valoración de las cualidades personales

Para que se establezca de forma estable un clima positivo y estimulante en el ámbito de la empresa, es fundamental contar, especialmente en los cargos directivos, con personas que junto con una buena formación intelectual y técnica, tengan también, un buen nivel de competencias emocionales.

El arte de la influencia en el ámbito empresarial consiste en tener en cuenta las emociones de los demás. Cada uno de nosotros influye de forma positiva o negativa en el tono emocional de los que nos rodean.

Hasta hace poco se ha seleccionado al personal en base a su Coeficiente Intelectual (CI),. La larga experiencia de la sociedad post-industrial ha puesto de manifiesto que estos factores son insuficientes para determinar la valía profesional y social de las personas.

Cada vez se entiende mejor que el éxito profesional depende, más que de los conocimientos intelectuales o las destrezas técnicas, de las cualidades personales desarrolladas a través de las aptitudes emocionales

Profesionales brillantes por su expediente académico, debido a su incompetencia emocional, pueden mostrarse ariscos y torpes en sus relaciones con los demás, y debido a su tosquedad y escasa empatía, generan a menudo, un ambiente negativo y poco gratificante en el entorno laboral en el que desempeñan sus funciones.

Capítulo III: Listado de competencias de la Inteligencia Emocional (I)

Veamos en tres capítulos, una amplia relación de estas competencias emocionales, referidas principalmente a los cargos directivos y al liderazgo de grupos:

-Hábito de escuchar, lo que le permite comprender la postura del otro.

-Asume sin falsas justificaciones y excusas su propias responsabilidades.

-Capacidad para organizar un armónico equipo de trabajo

-Se adapta a los cambios sin atrincherarse en los privilegios perdidos

-Es consciente de los aspectos positivos y negativos de la empresa

-Autocontrol de sus sentimientos, transmitiendo calma y serenidad en el entorno

-Empatía con los empleados y demás stake-holders de la empresa

-Capacidad comunicativa, transmitiendo con claridad sus mensajes.

-Estimula el sentido de interdependencia entre los empleados de la empresa

-Su autoridad, no autoritarismo, se asienta en su prestigio profesional y moral

-Flexibilidad en el trato con sus subordinados, sin aferrarse a sus opiniones

-Sabe comprometerse y comprometer a los demás

-. Confía en sus colaboradores, aunque tenga que asumir el riesgo de algún engaño

-Fomenta la orientación al servicio hacia los stake-holders

-No se encierra en sus criterios, admitiendo otros puntos de vista

-Sabe motivar e incrementar la confianza para conseguir los logros

-Impulsa la cooperación y colaboración desinteresada

-Procura que las reuniones no sean tediosas, sino eficaces y alentadoras

-Capacidad de influir en los demás por su postura abierta y accesible

-Mantiene la serenidad y equilibrio ante dificultades inesperadas

-Conciencia política de las líneas maestras de la empresa,

-Admite sus propios errores, lo que le faculta para corregir a los subordinados

-Sigue adelante sin obsesionarse por los fallos pasados

-Es leal y veraz con sus colaboradores, ganándose su credibilidad

-Interés por las necesidades profesionales y familiares de los empleados

-Sabe marcar de forma concreta las exigencias de la tarea

-Fomenta el respeto mutuo con todos

-Aprovecha eficazmente la diversidad

-Utiliza la intuición y el sentido común en las situaciones urgentes y complejas

-Expande entusiasmo e ilusión por el trabajo

-Sabe ser atrevido y osado cuando las circunstancias lo requieren

-Diluye las tensiones con sentido del humor, abriendo cauces de entendimiento

-Muestra un talante conciliador en las situaciones embarazosas

-Permanece informado sobre las nuevas tendencias e innovaciones

-Visión global para planificar estrategias de futuro, sin perderse en detalles

-Capacidad de sacrificio y de constancia ante los retos propuestos

-Aclaración en los procedimientos para precisar los objetivos

Capítulo IV: Listado de competencias de la Inteligencia Emocional (II)

Veamos un listado de competencias que tiene la Inteligencia emocional:

-Sensibilidad para identificar los aspectos que se deben mejorar

-Imaginativo para encontrar soluciones plausibles

-Puntual en las citas, al valorar el tiempo de los demás

-Colabora con las normas sin pretender exenciones

-Ayuda con interés y espíritu pedagógico a los nuevos contratados

-Tiene un sentido crítico eficaz y positivo

-Asume riesgos calculados

-Alienta las innovaciones y las ideas originales

-Optimismo para superarse

-Vive la esperanza como fuerza motivadora

-Considera que siempre se puede aprender

-Actúa en la toma decisiones con cabeza y corazón

-Sabe delegar e involucrar a los empleados en las tareas encomendadas

-Apertura ante las quejas que le manifiestan, exigiendo aclaración de las causas

-Se anticipa al impacto de las decisiones

-Procura ser cordial y amable en cualquier circunstancia

-Intenta ver el lado divertido de los acontecimientos

-Intransigente con la mala educación

-Fomenta la participación

Capítulo V: La importancia del grupo

En la actualidad no se puede formar un buen equipo sin tener en cuenta la competencia emocional de los dirigentes del grupo y su formación sobre estas competencias.

Esto redunda en un superior y más eficaz funcionamiento del grupo, al sentirse, cada uno de ellos, más comprendidos por sus dirigentes y más identificados con su tarea.

Cuando un grupo funciona con armonía y buen entendimiento emocional, los resultados más que aditivos son multiplicativos, pues los mejores del grupo catalizan las capacidades del resto de los componentes y refuerzan sus aptitudes emocionales.

Esta pretensión es válida, no sólo para las grandes multinacionales, sino que también es aplicable a empresas más modestas que quieran acomodar el funcionamiento de su organización de acuerdo con las exigencias de la empresa moderna.

Cuando las metas no están bien definidas, los integrantes del grupo no tienen clara la parcela de sus responsabilidades y se sienten confusos respecto a los procedimientos que deben utilizar para el logro de los objetivos.

Los grupos que no comparten vínculos emocionales se estancan, funcionan mal o se desintegran. Es lo que se llama la disolución del "espíritu del grupo".

Capítulo VI: El liderazgo de los equipos

El buen líder no debe perder contacto con las corrientes emocionales que mueven a los equipos, así sabrá detectar la influencia de sus decisiones y captar los sentimientos inexpresados y articularlos en beneficio del equipo.

Al ejercer el liderazgo se debe intentar sacar el máximo partido de las capacidades emocionales que poseen los diferentes individuos que integran un determinado equipo, con objeto de establecer un buena interrelación.

Cuando los líderes poseen suficientes cualidades emocionales, surge de forma natural una sintonía interpersonal que predispone a participar de forma activa y trabajar en equipo.

Si

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