LA COMUNICACIÓN EN LA PAREJA

LA COMUNICACIÓN EN LA PAREJA

La comunicación no solo es transmisora de información sino que a la vez y a través de ella impone conductas, y en este sentido es como define la relación. Es decir, hay un nivel de los contenidos de la comunicación y otro nivel referido más a lo relacional propiamente dicho, la metacomunicación, que está más vinculada a la definición de la relación.

Todas las tareas cotidianas, la convivencia diaria, nos permiten también comunicar nuestros sentimientos, conflictos, deseos y temores.

Podríamos citar la situación de conducir, el tener siempre que conducir yo puede sugerir desconfianza respecto a las capacidades del compañero para “conducirme”, o tal vez encubre un temor a adoptar una postura pasiva en el coche (en la vida). Se esconde a veces un temor a dejarme llevar por el otro y por mis propios sentimientos dentro de la relación.

Otro aspecto son las actitudes de seducción. Si yo me muestro elegante, eso me valoriza y a la vez valoriza al cónyuge. Pero si esta situación de mostrarme elegante es también ante terceros, esta seducción puede no solo elevar mi auto-estima como cónyuge de esa persona, sino también, convertirse en una amenaza, porque puede perderme.

Los problemas de comunicación en la pareja es la comunicación paradójica de doble vínculo. Este tipo de comunicación no permite salida al receptor, por ejemplo, “demuéstrame espontáneamente que me amas”.

Muchas parejas que al inicio de su relación hay una mayor intensidad en la comunicación, pero luego, según pasan los años la información compartida tiende a agotarse si los miembros de la pareja no evolucionan como individuos, por lo tanto, no son capaces de elaborar nuevos mensajes para dirigirle al compañero, esto unido al miedo a disgustar, a traer conflictos a la relación. De ahí la importancia de poder expresar, comunicar el malestar, la insatisfacción durante la crisis, y aquí juega un papel estructurarte la comunicación, que permite la renovación del vínculo amoroso y por tanto la superación de la crisis y la continuidad de la relación de la pareja. Es decir, podemos deducir que muchos de los problemas que hay en la pareja no surgen de lo que se ha dicho sino de lo que no se ha dicho.

Tres aspectos de la relación de pareja que se elaboran y comparten a través de la comunicación y ésta a su vez en cierta manera les condicionan. El primero es el dominio-poder. Tiene que ver con los papeles que cada uno tiene asignados dentro de la relación y con la forma en que se ejerce el control y el reparto del poder dentro de la relación.

Segundo: El afecto. Aquella forma en que manifestamos nuestros afectos positivos y negativos, y como hemos señalado anteriormente, fundamentalmente a través del lenguaje corporal.

El tercer punto es la identidad y la validación. Se refiere a las formas en que dentro de la relación se confirma la identidad de cada miembro de la pareja, y el valor, el sentimiento de autoestima y estima del otro, a través, de la valoración de las conductas y de las manifestaciones de aceptación.

LA COMUNICACIÓN EN PAREJAS FELICES Y PAREJAS CONFLICTIVAS

Parejas conflictivas donde predomina la negatividad y el enfrentamiento. La pareja feliz, se caracteriza por un reforzamiento positivo (expresiones verbales de afecto, diversas atenciones, gratificaciones, etc.) del comportamiento del compañero. La pareja con problemas recurre a medidas aversivas de control (críticas, insultos, amenazas, malos tratos, etc.).

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