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LA DIFERENCIA ENTRE LA MUJER, FEMINIDAD E HISTERIA


Enviado por   •  28 de Mayo de 2020  •  Ensayos  •  1.508 Palabras (7 Páginas)  •  102 Visitas

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UNIVERSIDAD CATÓLICA DE SANTIAGO DE GUAYAQUIL

FACULTAD DE FILOSOFÍA, LETRAS Y CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN

CARRERA:

PSICOLOGÍA CLÍNICA

MATERIA:

TEORÍA Y CLÍNICA DEL ADOLESCENTE

TÍTULO:

LA DIFERENCIA ENTRE LA MUJER, FEMINIDAD E HISTERIA

NOMBRE:

EMILY CECIBEL GARCÍA REYES

FECHA:

17 DE NOVIEMBRE DEL 2019

Dentro de las diferentes enunciaciones que pueden llegarse a dar en el discurso psicoanalítico, hay distintos conceptos que permiten tener una mejor idea sobre lo que la feminidad. Desde los primeros estudios que llegaron a lograrse desde la época victoriana en la que Freud empezó a discernir sobre el inconsciente basándose en casos como Anna O., Dora, entre otros, que le permitió tener una pequeña visibilidad sobre el funcionamiento del aparato psíquico a partir de la posición femenina, sin embargo, es a raíz de estos estudios que suelen malinterpretarse o unir completamente las definiciones tanto de histeria como de feminidad, cuando a pesar de que lleguen a relacionarse, no necesariamente indican una dependencia o circunscripción de ambos en un mismo conjunto. Es a partir de esta lógica de la sexuación en la cual Lacan se basó para llegar definir mejor las diferencias entre las respuestas de la feminidad, invirtiendo parcialmente lo que Freud había propuesto desde un principio. A lo largo de este ensayo, se buscará señalar las distinciones conceptuales entre histeria, feminidad y LA mujer, con la finalidad de fomentar un mejor trabajo en la práctica clínica y sostenerse bajo un mejor marco teórico.

Una vez ya planteado el tema de las lógicas de sexuación que planteó Lacan, se puntualizará los términos ya antes mencionados. Sin embargo, para llegar a entender esta propuesta lacaniana, es necesario recorrer la propuesta de Freud, en la cual se basa en una premisa universal del Falo. Esta premisa universal de falo se basa en que el sujeto se plantea en un principio que todos tienen el falo (pene) hablándolo desde una experiencia imaginaria, ya que hace referencia al caso Juanito, en el cual el niño le adjudicaba a todos el órgano masculino. No obstante, dentro de la lógica de Freud no se encontraba la mujer en ese caso, que en el Complejo de Edipo se presenta como un individuo castrado desde el principio, así que no pasará por el proceso que el sujeto masculino. Entonces, Freud lo que hace es redefinir esta lógica para que desde el lado femenino, así la mujer no tenga el falo, sustituya esta falta con el deseo de tener un hijo; lo cual indica Freud era la manera “correcta” de salir del Complejo de Edipo.

Es a partir de esto que Lacan decide reinventar la lógica, no tratando que todos calcen dentro de la lógica fálica, sino más bien, trabajar justamente con lo que falta, que en este caso sería la negativización del falo. Lacan entiende que desde la lógica masculina esta se basa en el acumulado del Otro lo que el sujeto se encuentra privado, mientras que en la lógica femenina no hay una regla que complemente la fórmula (Brodsky, 2014, p. 27). Es decir, Lacan se refiere que mientras que la lógica masculina se enfoca en la acumulación del goce y la regulación del mismo frente a la falta del Otro; en la lógica femenina, no es que no hay excepciones, todas son excepciones, de esta manera recalca entonces que no hay una regla de la cual se pueda regir la lógica desde el lado femenino por el mismo hecho de que hay una ausencia de un significante que no regula. Cada mujer, entonces, frente a su excepción debe arreglárselas con la falta, sin el significante fálico, debe bien saber si se posiciona desde el lado femenino en consecuencia deberá arreglárselas con el goce femenino, o bien acceder al goce fálico desde el lado masculino. Esta flexibilidad a llegar a posicionarse frente a la falta del Otro, Lacan llega a plantearlo no tanto como un aspecto negativo del lado femenino, sino más bien que frente a la ausencia de falo, las mujeres pueden llegar a explorar tanto desde el lado masculino como desde el lado femenino cualquier posición que les permita a hacer con una respuesta, es decir, no hay limitaciones ni regulaciones para que la mujer pueda gozar en la posición en la que se encuentre cómoda, sino que hay una libertad de aproximaciones que puede llegar a elaborar frente a la falta y la relación con el Otro.  Hasta este punto no se ha tocado otro concepto que no haya sido el de la feminidad, sin embargo, cabe destacar que dentro de esta lógica femenina, hay algo que Lacan deja en claro y es que no existe “La mujer”, sino que más bien un sin número de mujeres, pero “una mujer”, ya que frente a la falta de significante por parte del lado femenino, a la negación de la excepción y de una premisa universal femenina, no hay “La mujer”, sin embargo en la histeria, muchas veces intenta buscar una respuesta a ser La mujer. La relación que tiene la histeria con la feminidad es que la histeria se presenta como una de las respuestas que hay frente al ser mujer, sin embargo, se habla de esta no como una respuesta desde el lado femenino, sino desde el lado masculino de la lógica de sexuación, por lo que es necesario alejar o pensar que la feminidad está completamente ligada a la histeria, cuando esta no es más que una estructura propia del sujeto en la que se posiciona para saber cómo hacer con la falta, pero no necesariamente eso signifique que solo pasará en las mujeres. La histeria puede ocurrir en hombres también, porque prácticamente se encuentra como una respuesta del lado masculino por el propio goce fálico, y es este goce fálico que regula y limita; el cual a su vez es parte propia de este goce displacentero; al contrario del goce femenino que pueden llegar a asociarlo como invasivo, no funciona de la misma manera ya que no hay un significante que lo regula, y a este goce femenino solo puede acceder la mujer.

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