LA MUERTE

“La muerte esta tan segura de que va a ganar, que nos da toda una vida de ventaja”

Algunos mueren sin siquiera haber nacido, otros pareciera que estuviesen muertos en vida; pero al fin y al cabo sin importar el motivo a todos nos tocará el turno, que a veces pareciera que es injusto o que llega en el momento más inoportuno, porque nadie vive su vida para morir, porque estamos aquí en el ahora, pensando que todo puede suceder y que la muerte se olvidara de nosotros, cuando en realidad somos nosotros quien nos olvidamos que ella la de la túnica negra, esa con la que convivimos a diario aquella que está a tu espaldas dándote palmaditas y susurrando al oído que disfrutes del hoy.

La muerte esa una fase de la vida que para la gran mayoría de los individuos es muy compleja de asimilar, nos pasamos los días buscando como llenar vacíos, sin darnos cuenta que estos generan apegos, y no tenemos en cuenta que los apegos causan dolor y que la ausencia es más difícil de sobre llevar si el remordimiento acude a tu conciencia; sin embargo para unos cuantos la muerte es una salvación y no me refiero específicamente a aquellos que se las dan de valientes intentando atentar contra el derecho que a muchos les han negado, hablo de aquellos a los que el destino los condeno a vivir postrados en una cama o para los que su vida se mantiene con un respirador artificial.

Para todos es difícil perder, pero perdiendo es que nos damos cuenta y valoramos todos esos pequeños detalles que con el afán de cada día y con la rutina misma, dejamos escapar. Todo esto nos lleva a pensar que hay después de ese paso, para el que nadie está preparado.

El lugar donde yacen los cuerpos de cientos de personas, científicos, músicos, padres que olvidaron recordarle a sus hijos que los querían, hombres que lucharon por alcanzar sus sueños, todos del común, todos un total de carne y hueso, terminan allí en el frio suelo del cementerio con lapidas grisáceas para que de alguna u otra manera su nombre continúe resonando entre los que podríamos llamar vivos. El cementerio es un lugar que denomino de doble filo, es la manera de visitar a quien ya no está, aunque sea irónico se quiera visitar de muerto, cuando se tuvo la oportunidad de abrazar en vida pero lastimosamente solo le damos valor a las cosas cuando ya no están.

La muerte no discrimina, nos despoja de todo. La fama, la riqueza y el poder son todos inútiles en los solemnes momentos finales de la vida. Cuando el momento llega, en lo único que podemos confiar es en nosotros mismos. Esta es una confrontación impotente ante la cual nos presentamos con una sola armadura de muestra cruda humanidad, del registro total de todo lo que hemos hecho y de cómo escogimos vivir nuestras vidas.

El miedo a la muerte es tanto que diariamente evitamos mencionarla, creyendo que con esto se podrá evitar; pero estamos muy

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