La Felicidad En La Sociedad De Hoy Y Del Mañana

La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué nos sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.

Eduardo Galeano.

El ser humano a lo largo de su existencia busca su desarrollo personal y social, para poder desenvolverse en la vida y desde la adolescencia comienza la búsqueda de su propia identidad, pero la formación del individuo comienza desde la niñez cuando los padres le inculcan ciertos valores que determinarán más tarde su comportamiento. Según las enseñanzas que el niño reciba, tanto en su núcleo familiar como en el colegio, podrá construir su personalidad, junto con lo que él mismo aprenda e incorpore de diversas fuentes, como por ejemplo, sus propias experiencias, errores y aprendizajes.

La mayoría de los valores que están presentes hoy en día en nuestra sociedad tienen una zona débil en la práctica, ya que no todas las personas los acogen como algo propio, o si bien los incorporan dentro de su personalidad, no lo hacen del todo. Ejemplos de esto pueden ser: no mentir, no robar, ser responsable, respetuosos, etc. Entonces, podemos hacernos la siguiente pregunta, si los valores que ya tenemos incorporados dentro de nuestra sociedad no identifican a todas las personas ¿podrá la felicidad ser un valor cultural?

Si queremos lograr que la felicidad sea considerada como un valor más, debemos lograr también que en general estos tengan una mejor adherencia social, lo que nos permitirá elevar nuestro espíritu y mejorar la calidad de vida, como individuos y también como sociedad. Esto es necesario, ya que hoy en día existen muchas actitudes, ideas y conceptos errados que denigran a las personas e impiden su verdadero desarrollo, la mayoría de estas son impuestas por un sistema que busca y también consigue influenciar a la sociedad, y del cual podríamos identificar al dinero como protagonista u objeto de acción. Como consecuencia de todo esto existe el consumismo; los prejuicios hacia ciertos trabajos, oficios o actividades; los estereotipos; la rutina; el poco valor por las cosas simples, pero hermosas de la vida; el poco contenido de los temas que tratan y muestran los medios masivos de comunicación, etc.

Todas estas cosas hacen del hombre un ser unidimensional, es decir, la mayoría de las personas sigue un patrón común de comportamiento y estilo de vida, por esto hoy en día se considera la felicidad como el cumplimiento de lo que la sociedad alineada nos hace creer que significa ser feliz, algo así como, tener una profesión, ser conocido y admirado, un trabajo que te permita generar recursos para así tener muchos bienes y comprar distintos productos que dicen estar diseñados para hacernos la vida más placentera, pero que en realidad solo nos hacen más materialistas. Puede que algunos digan sentirse cómodos actuando

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