La Percepción
antgarri12 de Noviembre de 2013
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Introducción
El hombre desde su aparición en la tierra ha buscado conocer aquello que se encuentra a su alrededor, inclusive el conocerse así mismo, como un ser corporal, descubriendo los diversos modos de captar lo exterior a él.
Debido a que todo conocimiento empieza necesariamente por la experiencia, el papel de la percepción es realmente vital para que el hombre, en su proceso de interactuar con el medio que le rodea. En este sistema perceptivo, los estímulos son importantes por cuanto, estos estimulan nuestros sentidos, haciendo posible el experimentar.
En el presente trabajo se busca indagar sobre estos modos además de la forma en la que el ser humano ha logrado desarrollar su nivel de percepción.
1. La Atención
Se conoce mejor como un proceso psicológico básico e indispensable para el procesamiento de la información de cualquier modalidad y para la realización de cualquier actividad. No es un proceso unitario, sino un conjunto de diferentes mecanismos que trabajan de forma coordinada. Su función es seleccionar del entorno los estímulos que son relevantes para el estado cognitivo en curso del sujeto y que sirven para llevar a cabo una acción y alcanzar unos objetivos (Ríos-Lago, Muñoz& Paúl, 2007). Es por tanto, un proceso activo, no estático (Luria, 1984) que mantiene un programa en función de una serie de determinantes basados en la experiencia, como los motivos, el contexto y otros.
Este proceso ocurre simultáneamente con otros procesos, como la percepción y la memoria a corto y largo plazo. La atención y la memoria son dos procesos íntimamente ligados y necesarios para nuestro funcionamiento y adaptación en la vida cotidiana (Ruiz- Contreras & Cansino, 2005). Es una función neuropsicológica que nos permite enfocar los órganos de los sentidos sobre determinada información, aquélla que es relevante para la realización de la actividad en curso, mientras se inhiben otros estímulos presentes, pero irrelevantes.
No es un proceso cognoscitivo como tal, ya que no tiene en sí mismo contenidos informativos; pero facilita y participa en toda la actividad cognoscitiva y, además, no se trata de un sistema homogéneo ni desde el punto de vista anatómico ni funcional, es decir, no es un proceso simple, ni fisiológica, ni psicológicamente hablando, ya que posee varios componentes (Téllez, 2002). La atención es un proceso que se ve influenciado por lo aprendido con anterioridad, lo que guía el foco atencional; a su vez, en ella influyen aspectos motivacionales y expectativas que pueden modificar la estructura psicológica de la atención.
Componentes:
Sohlberg & Mateer (2001) proponen una serie de componentes o elementos constitutivos del proceso de la atención, los cuales participan de forma activa e interna en el procesamiento de la información de cualquier modalidad sensorial. Se hace una selección de ellos teniendo en cuenta que algunos autores no mencionan ciertos componentes, los cuales vale la pena mencionar y conocer y, de esta forma, saber cuál es su participación dentro de este complejo sistema neuronal. La atención no opera de manera unitaria, cuenta con la ayuda o colaboración de “unidades” capaces de realizar tareas específicas que posibilitan la respuesta necesaria según la demanda del medio:
• El Arousal o energía de activación: tiene que ver con el papel de la formación reticular del tallo cerebral, que otorga el tono cortical necesario y suficiente para que la corteza cerebral reciba, procese y almacene la información. Se refiere también a la capacidad de estar despierto y de mantener la alerta. Implica la activación general del organismo (Sohlberg & Mateer, 2001).
• El Span o volumen de aprehensión: se refiere al número de elementos evocados tras la primera presentación de la información.
• La atención focalizada: es una función básica para la realización de nuevos aprendizajes; se refiere a la habilidad para dar una respuesta discreta, simple y de manera estable ante uno o varios estímulos. Es también la habilidad para enfocar la atención a un estímulo (Sohlberg & Mateer, 2001).
• La atención sostenida: es la habilidad para mantener una respuesta conductual durante una actividad continua o repetitiva; es la atención focalizada que se extiende por un tiempo mucho mayor. Esta habilidad se requiere para mantener una conversación, realizar una tarea en casa o el trabajo, se utiliza para realizar actividades por largos periodos. Es también la capacidad de mantener una respuesta de forma consistente durante un periodo prolongado (Sohlberg &Mateer, 2001).
• La atención selectiva: incluye la habilidad para realizar continuamente una tarea en presencia de distractores. Se requiere para seguir una conversación de temas variados y para inhibir respuestas inadecuadas. Es también la capacidad para seleccionar, de entre varias posibles, la información relevante a procesar. La atención selectiva procesa sólo parte de la información.
• La atención alternante: es la habilidad para ejecutar tareas que requieran cambiar rápidamente de un grupo de respuestas a otro. Es precursora de la atención dividida. Estas habilidades se requieren para el mantenimiento de la atención en presencia de distractores. Este componente atencional requiere o implica redirección de la atención y cambios repetidos en la demanda de las tareas. También se entiende por atención alternante la capacidad que permite poder cambiar el foco atencional entre tareas que implican requerimientos cognitivos diferentes (Sohlberg & Mateer, citados por Ríos-Lago, Muñoz y Paúl, 2007).
• La atención dividida: es la habilidad para responder simultáneamente a dos tareas de atención selectiva. Es el nivel más elevado y difícil del área de la atención y concentración. Por ejemplo, al igual que, mientras se escucha la radio o se conversa mientras se lee el periódico. Es la capacidad de atender a dos cosas al mismo tiempo. Habilidad para distribuir los recursos atencionales entre diferentes tareas (Sohlberg & Mateer, citados por Ríos-Lago, Muñoz y Paúl, 2007).
Características
Dentro del procesamiento de la información, es decir, la codificación y el análisis de los estímulos, la atención opera de manera particular en comparación al resto de los procesos cognitivos básicos (memoria, percepción), independientemente de que ocurra de manera simultánea con otros. A su vez, posee características propias, particulares, las cuales ayudan a comprender mejor su funcionalidad dentro de la ejecución de actividades y tareas demandadas por el medio y la adaptación de las personas. Entre estas características se destacan tales como:
• Orientación: se refiere a la capacidad de dirigir los recursos cognitivos a objetos o eventos de importancia para la supervivencia del organismo. Por ejemplo, decidir voluntariamente leer un cuento o escuchar una melodía.
• Focalización: tiene que ver con la habilidad para centrase en unos cuantos estímulos a la vez.
• Concentración: se refiere a la cantidad de recursos de atención que se dedican a una actividad o a un fenómeno mental específicos.
• Ciclicidad: la atención también se encuentra sujeta a los ciclos básicos de actividad y descanso; en condiciones de libre curso, se observan variaciones con periodos de 90 minutos, aproximadamente.
• Intensidad: la atención puede expresarse en diferentes grados: desde lo más cercano al desinterés hasta la concentración profunda. La intensidad de la atención se relaciona principalmente con el grado de interés y de significado de la información. El grado de intensidad es lo que se denomina “grado de concentración”.
• Estabilidad: puede observarse en el tiempo que una persona permanece atendiendo a una información o actividad. En los niños pequeños no se observa una capacidad para permanecer realizando una actividad de manera ininterrumpida por espacios de más de 15 a 20 minutos. Cuando inician la educación preescolar, la estabilidad de su atención aumenta gradualmente hasta alcanzar periodos de más de una hora en el adulto.
La atención selectiva
Procesa parte de la información, es decir, discrimina lo interesante del estímulo, lo que requiere menos desgate de energía mental en comparación con la atención dividida, la cual opera ante dos tareas de atención selectiva. Siendo así, el nivel más elevado y difícil es del área de la atención-concentración.
Por su parte, la atención selectiva es de uso más frecuente; por ejemplo, ante conversaciones o ante la inhibición de respuestas inadecuadas, esperar un turno o no hacerlo. No todas las personas logran la atención/concentración; es una habilidad que se aprende y afianza en la medida en que se implementan estrategias para el uso eficiente de los recursos cognitivos. }
Atención involuntaria
La atención es un proceso con varios grados que evolucionan con la ontogenia. La atención involuntaria comienza a desarrollarse en las primeras semanas de vida; antes de esto, ya se observa el reflejo de orientación y la capacidad orientadora.
En el segundo año de vida la atención se hace más selectiva. Según Téllez (2002), durante la infancia y la adolescencia se desarrolla la atención, se dirige hacia estímulos relevantes y se hace más flexible.
Los estudios del desarrollo durante la niñez y la adolescencia han mostrado que las habilidades cognitivas maduran y se vuelven
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