La Perdida De Un Pensamiento Generador

Vivimos en un mundo donde nada nos motiva, ni nos limita, vivimos siempre en carencia de algo, un vacío interno que pide ser llenado, nada nos consuela, nada nos puede saciar y ante este vacío social aparece nuevos mercados y nuevas actitudes consumistas, un mercado que nos empuja a una serie de servicios y productos que salen y se renuevan constantemente ofreciendo felicidad y satisfacción.

La pseudoconcrecion que es aquello que no es concreto, por lo tanto no podemos afirmar o asegurar si es completo o cierto, pues el ser humano sabe cuándo hace las cosas incompletas, se sabe que no dejara nada bueno y sin embargo emerge ese fetiche por la pseudoconcrecion, ¿que se sigue haciendo?

Nos empeñamos en hacer lo que ya sabemos de antemano, hasta donde nosotros querremos y permitimos ver. Kosik critica “la cosa misma”, ya que no está de acuerdo con esa pseudoconcrecion, porque se basa en la simplicidad y no en la complejidad de “la cosa misma”, pues no sería correcto hablar de algo de manera simple sin tomar en cuenta todos los detalles que llevan hasta puntos diferentes, sin embargo hablar de manera compleja, así sea más difícil ofrecerá mejores soluciones, deducciones y perspectivas.

Cuando Kosik habla de “la cosa misma” habla de algo que no se manifiesta de manera inmediata, por lo que se tiene que hacer una recopilación de información, preguntas e investigaciones para poder obtener la esencia, la cual genera la causa de un fenómeno. El ser humano alcanza la pseudoconcrecion a partir de la canonización de las realidades comerciales, no somos capaces de pensar que algo existe o es real si no lo ven, oyen o lo sienten.

Kosik critica esto porque dice que las cosas aunque no las pensemos pueden existir y tener una esencia más allá de lo sensorial y no como todos piensan que lo vendido es lo sensorial, la sensorialidad es algo concreto, un ejemplo seria que el individuo se quede con lo que los sentidos proporcionan, pues no le gusta complicarse la vida, casi siempre es más fácil hacerse de lo entendible y no de lo complejo, así que la praxis de un pensamiento generador queda abandonado, y como no es puesto en práctica no es integro basta solo con una de las dos partes, la praxis del ejercicio y la praxis del pensamiento. Es necesario el pensamiento y la acción, para poder decir que algo es integro en concreto ya que el poder poner en práctica lo pensado nos servirá para darnos cuenta que al realizar la acción el resultado no siempre puede ser lo que se había realizado. A pesar de lo mucho que una persona pueda conocer sobre una rama siempre termina por ignorar otra y en ese momento lo que era concreto se vuelve pseudoconcreto.

Ahora bien hablemos de una de las aportaciones de Freud acerca de la cultura desde el texto del malestar de la cultura. La cultura es el volante universal para la represión de las pulsiones, debido a que al hablar de cultura tenemos que pensar en que la cultura es todo producto del hombre, pues todo aquello que el hombre produce, tiene un desarrollo un origen y un cultivo o final. Entonces todo aquello que el hombre cultivare o haga crecer recibe el nombre de cultura, eso es cultura al igual que la forma de pensar, de comportarse, de expresarse y hablar, sin embargo nos topamos con muchas personas que al ver a alguien que no tiene un comportamiento adecuado para estar y comportarse en dicho lugar le dicen ignorante o sin cultura pero al contrario y creo que todo comportamiento de una persona es cultura.

Ya sea con demasiados conocimientos o sin ellos, la cultura no solamente nos identifica sino que nos prohíbe y nos delimita a realizar ciertas acciones por el temor a que nuestra sociedad nos juzgue o nos critique como individuos o con los procesos “normativos de los órdenes judiciales”, ya que cada cultura tiene sus leyes y todo aquello que es desobedecido o lo contrario tiene un castigo “justo” para pagarlo desde sus propias perspectivas sociales.

Se deriva así pulsiones a las fuerzas derivadas de las técnicas físicas en el ser humano y las necesidades del ello; en este sentido las pulsiones

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