La evaluación de las familias y parejas

La evaluación de las familias y parejas

De Síntoma al sistema

Salvador Minuchin

Michael P. Nichols

Wai-Yung Lee

CAPITULO 1

Introducción: Un modelo de cuatro pasos de evaluación para familias y parejas

Los pioneros de la terapia familiar nos enseñaron a ver más allá de las personalidades individuales, los patrones que los hacen una familia, una organización de vidas interconectadas gobernadas por reglas estrictas, pero no dichas.

Desde el momento de Bateson, Bowen, y Ackerman, sin embargo, el campo ha evolucionado desde su énfasis inicial en las interacciones familiares para centrarse en la construcción narrativa de la experiencia - en resumen, a partir de las relaciones interpersonales a la cognición individual. Esta progresión es desconcertante cuando se considera que la gran innovación de la teoría de los sistemas familiares fue el descubrimiento de que la vida de las personas está inextrictamente entrelazadas y que el comportamiento de los miembros de la familia es, en gran medida, una función de la forma en que interactúan unos con otros.

Las diversas terapias basadas en esta premisa, se dirigieron a cambiar la organización de la familia. Pensamos entonces que si la organización de la familia se transformaba, la vida de cada miembro de la familia se vería alterada en consecuencia.

La terapia Familiar ha prosperado no sólo debido a su eficacia, sino también porque nos ayudó a redescubrir la interconexión fundamental de la condición humana: La teoría de sistemas nos enseñó que la familia es más que la colección de individuos; es un sistema, un conjunto organizado, cuyas partes funcionan de una manera que trasciende sus características separadas.

Hemos aprendido a ver la unidad del sistema difuminando nuestro enfoque en personalidades, con el fin de ver el todo. Por desgracia, en el proceso de dar un paso hacia atrás para ver el sistema, los terapeutas familiares a veces  pierden de vista los seres humanos individuales que componen la familia. A pesar de ello, no es posible entender a la gente sin tomar su contexto social en cuenta, en particular la familia, que puede ser engañosa para limitar nuestro enfoque a la superficie de las interacciones - al comportamiento social divorciado de la experiencia interior.

La terapia familiar puente hacia el siglo XXI fue el construccionismo social, de la idea de que nuestra experiencia es una función de la forma en que articulamos eventos, es decir, las historias con las que describen nuestra experiencia. Este cambio de comportamiento para la cognición abre un nuevo mundo de posibilidades.

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