Las Corrientes Psicológicas En El Currículo Vigente

Introducción

En el siguiente ensayo se analizarán de manera breve pero detallada, las diversas teorías psicológicas presentadas en clase, correspondientes a la unidad II de la asignatura “Bases psicológicas del aprendizaje” del segundo semestre de la Lic. En Educación Primaria.

Se presentarán las características generales de cada una de estas teorías, los autores que están detrás de ellas, los conceptos básicos en los que se apoyan, el rol del alumno, el rol del maestro y el cómo se aprende bajo dichas corrientes.

A su vez, se hará mención del impacto que tiene cada una en el aprendizaje del niño y se analizará de qué manera se incorporan algunas de estas en el currículo escolar de la educación básica

También se hará un análisis crítico de las innovaciones curriculares y educativas y se contrastará con la reforma inmediata anterior, resaltando las diferencias entre ellos, y los alcances y limitaciones que puede presentar las innovaciones mencionadas.

Por último, se hará una breve reflexión acerca de las tendencias e innovaciones en el plano internacional.

EL APRENDIZAJE A TRAVÉS DE LAS MIRADAS DE LAS TEORÍAS PSICOLÓGICAS

La mirada conductista

El modelo conductista sitúa al alumno por debajo del maestro, en donde el primero solo recibe el contenido o la información, convirtiéndose en un ser pasivo, mientras que el segundo es el único emisor y poseedor del conocimiento. Los principales autores de esta teoría son Skinner y Watson.

El objetivo principal del conductismo es estimular al alumno, con premios o castigos para contrarrestar conductas negativas o reforzar las positivas. Es importante señalar que en el conductismo no se toma en cuenta la interacción con los demás ni el intercambio de ideas, ya que esta es “una conducta no deseada e irrelevante para el aprendizaje”.

La corriente humanista

Esta corriente surge como una crítica al conductismo. Los humanistas no estaban de acuerdo en que sólo se tomaran en cuenta la memorización de contenidos en el alumno, decían que para llevar a cabo un aprendizaje de manera eficaz, hacía falta promover el potencial de autorrealización de la persona, tratándole como ser humano y no como un recipiente vacío que podías llenar de conocimiento. Los principales autores de esta corriente son Maslow, Rogers y Montessori.

Digamos que esta teoría es mucho más sensible que la anterior en donde se busca desarrollar habilidades de apertura y sensibilidad, valores y la identidad de cada uno como persona, y así potenciar y no obstaculizar su aprendizaje.

El docente bajo esta corriente debe fomentar los valores, el trabajo en equipo, saber sobrellevar las actitudes de los alumnos, sin reprimir a unos y sin resaltar demasiado a otros.

La postura psicogenética

Esta teoría piagetiana concibe a la inteligencia como un estado de equilibrio hacia el cual tienden las adaptaciones y acomodaciones sucesivas, que están estrechamente relacionadas con el nivel de maduración biológico alcanzado por un niño, desde su nacimiento hasta la adolescencia.

Esta teoría divide a su vez el aprendizaje en cuatro etapas, y maneja diversos conceptos en el cual el niño va construyendo y reconstruyendo su conocimiento a partir de la interacción con los objetos y a partir de un proceso inductivo de ensayos y errores donde el niño encuentra o desarrolla por sí mismo un conocimiento.

Teoría cognitiva

La otra corriente de Piaget (apoyada por Ausubell) es la cognoscitiva. En dicha teoría se desarrollan distintos procesos cognitivos, que son todos aquellos sucesos mentales que permiten la adquisición del conocimiento y el tratamiento de la información. El cognitivismo está basado en los procesos que tienen lugar atrás de la conducta, en los cambios observables que permiten conocer y entender que es lo que está pasando en la mente de la persona que está aprendiendo.

El maestro debe estimular el proceso, mantenerlos y dirigirlos hacia el logro del objetivo. En donde el alumno hace una especie de codificación de la información que se encuentra en su memoria de corto plazo, y que la transforma en material verbal o imágenes mentales para mantenerlas en la memoria a largo plazo.

También los alumnos recuperan la información almacenada con base en estímulos que reciben. El alumno requiere de una retroalimentación inmediata para comprobar que el aprendizaje realmente fue un éxito.

El enfoque sociocultural de Vygotsky

Este enfoque de Lev Vygotsky sostiene que los procesos de desarrollo y aprendizaje están estrechamente relacionados con las interacciones sociales del sujeto que aprende. El aprendizaje se explica como formas de socialización, en donde el alumno deberá desarrollar prácticas sociales, con el fin de lograr una adquisición de herramientas y conocimientos de su zona de desarrollo próximo.

El docente deberá guiar al alumno hacia la interrelación social y en los procesos de desarrollo del aprendizaje, donde este funcione como un mediador entre estas dos partes y así le ayude a resolver problemas y a adquirir conocimientos.

INCORPORACIÓN DE LAS TEORÍAS PSICOLÓGICAS DEL APRENDIZAJE EN EL CURRÍCULO ESCOLAR DE LA EDUCACIÓN BÁSICA

Después de un breve recordatorio de las corrientes psicológicas analizadas en clase, corresponde ahora hacer un análisis de la incorporación de algunas de ellas al currículo escolar de la educación básica y destacar sus alcances y sus limitaciones.

La reforma curricular está sustentada en cuatro corrientes psicológicas del aprendizaje: La sociocultural de Vygotsky, la psicogenética y la cognitiva de Piaget, y la humanista de Maslow y Rogers. De estas cuatro teorías deriva la Reforma Integral de Educación Básica que a su vez toma el enfoque por competencias como su principal principio, también llamado enfoque socio formativo complejo. Esto con el fin de preparar a la futura sociedad para la vida.

Pero, ¿qué son las competencias? Según Ángel Díaz Barriga,

“El término competencia supone la combinación de tres elementos: a) una información, b) el desarrollo de una habilidad y, c) puestos en acción en una situación inédita. La mejor manera de observar una competencia es en la combinación de estos tres aspectos”. (Á. Díaz Barriga, 2006, p. 20)

Por lo tanto, podemos decir que un individuo

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