Lo Que No Tiene Nombre

Daniel, un joven de 28 años, perteneciente a un estrato socio económico alto, estudioso, con una aparente estabilidad emocional, un futuro promisorio que deja entrever que el trascurrir de su infancia se desarrolló en un ambiente inmejorable y de repente todo cambia en su comportamiento y lo diagnostican con un trastorno esquizo-afectivo: se derrumba una familia, su mamá se dedica a sobre protegerlo, él en su inestabilidad lógica se resiste a la enfermedad, pero ésta le gana la batalla y en la primavera del 2011 acaba con su suplicio.

Ahora bien, qué generó esta enfermedad, no se sabe, acaso se le puede atribuir a una droga para el acné como en reiteradas ocasiones su madre mencionó como la culpable?, La realidad nos muestra que puede ocasionarla diversos factores como la predisposición genética y otros más. Sine embargo más allá de buscar un culpable veamos la parte familiar quien juega un papel importante. “La familia representa el contexto primario de principal nutrición emocional para las personas ( Satir…, 1981), y el papel que juega la familia en el curso de patologías de salud mental, es un área de investigación. La esquizofrenia constituye un problema de salud pública importante y la repercusión familiar y la social de la esquizofrenia es significativa.

Todo parece indicar que su hogar era perfecto y la parte familiar era la mejor, pero las múltiples obligaciones de sus padres y el deseo de aumentar su capital, los llevó a desentenderse de su hijo, sometiéndolo a un abandono psicológico, ya que el padre, quien a nuestro parecer actúa como sujeto pasivo, pudo haber pecado por omisión. En fin se podrían formular varias hipótesis y la respuesta siempre será la misma: un silencio que no tiene respuestas.

¿Los psicólogos somos eficaces en el mundo de lo psicótico esquizofrénico? o ¿lo son los tratamientos farmacológicos de las psicosis esquizofrenia? donde los antipsicóticos, mezclado con los antidepresivos, y las sales de litio son la verdad. Si la realidad es que sí funcionan, hay que empezar como adivinando, luego recuperar todo el tema de alucinaciones y de delirios que de una u otra forma nos den lo que necesitamos. Ahora bien, si estos medicamentos se dejan de tomar como en el caso de Daniel, las consecuencias son devastadoras. La abstinencia o cese de estos medicamentos de forma repentina pueden causar problemas como lo dice el DMS-5 como: hiperactividad del sistema nervioso autónomo, temblores, insomnio, alucinaciones, ansiedad entre otras; y como se sabe Daniel dejaba de tomarlos y peor aún cambiaba de profesionales que le variaban la dosis, lo que es un manejo irresponsable ante un paciente con una psicopatología severa, y es allí donde se cuestiona el rol de la familia si se supone era su apoyo y estaba pendiente de él.

En defensa de los ansiolíticos si funcionan o no funcionan para todos, se puede inferir que estos

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