MECANISMOS DE DEFENSA

MECANISMOS DE DEFENSA

Seguramente todos hemos escuchado en algún momento sobre los mecanismos de

defensa… pero ¿sabemos realmente lo que significan y la función que cumplen?

Freud determinó los mecanismos de defensa, como las técnicas del inconsciente,

encargadas de minimizar las consecuencias de eventos demasiado intensos, tales como

imágenes, sentimientos o afectos que nos causan dolor y que suelen ser de mal gusto en

nuestra vida cotidiana. Estos mecanismos sirven para crear una barrera de protección frente

a nuestros instintos e impulsos negativos y así el individuo pueda continuar con sus

funciones, mantenimiento un balance psicológico.

Las personas estamos compuestas por una serie de fuerzas que deben mantenerse en

equilibrio, como las características instintivas, las genéticas, los factores del desarrollo

(medio ambiente, formación, experiencia). Una de las maneras de resguardar este equilibrio

es mediante los mecanismos de defensa.

Los seres humanos utilizamos constantemente en nuestra vida diaria estos mecanismos

para tratar de asumir, por decirlo así, nuestros problemas a nivel emocional y de conducta;

muchas veces no nos percatamos de su uso y en lo personal me parece que son validos por

que se adhieren a situaciones de la vida cotidiana. Cabe resaltar que dichos mecanismos no

son buenos o malos, simplemente es la forma en la que nos permitimos defendernos de

diversas situaciones que nos afectan, y así evitar caer en una psicosis.

Como nos podemos dar cuenta, los mecanismos de defensa son indispensables y entre

ellos se incluyen: la negación, la proyección, la racionalización, la sublimación, entre otros.

La negación es el mecanismo por el cual el sujeto trata aspectos evidentes de la realidad

como si no existieran, es decir no los acepta; generalmente es utilizado cuando muere un

ser querido y no se acepta su muerte por lo doloroso que es, entonces el individuo sigue

actuando como si esa persona fallecida estuviera aun con vida.

La proyección es cuando los sentimientos o ideas estresantes, son reflejados hacia otras

personas u objetos cercanos, así como atribuirles cualidades propias. Un ejemplo de ello es

cuando se justifica la tardanza diciendo que se ha llegado tarde porque los demás también

son impuntuales, cuando en realidad puede que esto sea totalmente incierto.

La racionalización es sustituir una razón real que no es aceptable, por otra que resulte

aceptable, la persona se da a sí misma explicaciones que no son verdaderas, pero que le

sirven para convencerse de algo y evitar aquello que le crea ansiedad, o que de otra manera

sería intolerable e irracional. Como ejemplo puede ser cuando se pone el despertador pronto

porque se tiene que hacer alguna tarea importante, y cuando suena lo apagamos

diciéndonos y haciéndonos creer que no era tan importante.

La sublimación es quitarle cualquier tipo de emoción al estimulo, la persona no siente nada

en cuanto a alguna situación, se hace insensible; el impulso se canaliza hacia una forma

más aceptable somatizando la emoción en algo mas, como en una enfermedad o malestar.

Cuando estas técnicas no son suficientes, se experimentan desequilibrios como estrés y

respuestas neuróticas como ansiedad y/o depresión, que frecuentemente son acompañadas

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