MI DEPRESION EN LA ADOLESCENCIA
Giiane96Apuntes24 de Septiembre de 2019
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MI DEPRESION EN LA ADOLESCENCIA
Cuando pasaba por la adolescencia, a mi corta edad de 14 años no imaginaba que llegaría a mi vida LA DEPRESION y no solo por unos días, sino para quedarse por un largo tiempo. Muchas personas piensan o creen que la depresión solo les da a personas de cierta edad, pero eso no es verdad, la depresión es un dolor silencioso. Podría describirla como el enemigo de uno mismo, es una lucha diaria entre querer estar feliz, pero sentirse triste.
Me di cuenta que el salir con mis amigos ya no era lo mismo, que pasar tiempo en familia para mí no era agradable, que simplemente no me interesaba salir ni estar acompañada. Estaba claro que yo prefería quedarme en casa sintiéndome sola y triste, prefería dormir y estar encerrada. Muchas personas, mis amigos, mi familia y la gente que me rodeaba estaba preocupada, me decían que no era bueno que yo me quede así, pero a mí no me importaba, yo solo quería seguir hundiéndome en la depresión que sentía.
No es fácil describir lo que se siente, ni cómo te das cuenta, yo era consciente de que no me encontraba del todo bien, pero tampoco quería recibir ayuda. Sentía que mi mundo no era el mismo, sentía que no encajaba dentro de la sociedad, sentía que la depresión podía más que yo, ya que muchas veces me preguntaba a mí misma porque me sentía sola si tenía amigos o porque me sentía triste sin motivos, pero no obtenía respuesta.
Durante mucho tiempo sentí una profunda tristeza, sentí una soledad indescriptible y miedos sin razón; no quería que nadie estuviera cerca de mí, lo único que quería era encerrarme en la inmensa soledad que sentía y a la cual aún no le encontraba explicación. Después de un tiempo, empecé a hacerme daño a mí misma, no le encontraba sentido al hecho de seguir viva si me sentía sola y tan triste, así que opte por el camino más cobarde y comencé a cortarme, desde ahí no había momento en el que yo no llevara una Gillette en la cartera.
¿Por qué no podía darme cuenta del daño que me estaba haciendo y del daño que le causaba a mi familia? Muchas veces le dije cosas a mi mamá que no estaban bien, me aleje tanto de ellos que no me había dado cuenta del amor que estaba rechazando. Mis papás y mi abuela se sentían muy preocupados por mí, me dijeron que necesitaba ayuda pero yo les decía que estaba bien. Recuerdo con claridad las veces que estaba otra vez apunto de cortarme, abría la cartera para sacar la Gillette y no la encontraba, pues mi abuela ya la había sacado para que yo no siguiera haciéndome daño, sin embargo, yo me molestaba con ella y le decía que no volviera a agarrar mis cosas, pero aun así ella igual lo hacía, una y otra vez volvió a sacarme la Gillette de la cartera. Después de tanto tiempo me pregunto ¿Que hubiera sido de mí si ella no hubiese sacado todas esas veces la Gillette de la cartera? Pues realmente no lo sé.
Después de un tiempo decidí recibir ayuda, aunque eso me causaba mucha vergüenza. Ir al psicólogo no era como yo lo pensaba, era totalmente distinto. Había alguien que me escuchaba y me aconsejaba de una manera audaz para que yo pudiera comprender, el me aconsejo que volviera al mundo real, que volviera salir con mis amigos aunque no tuviera ganas, al estar con ellos me daría cuenta del cambio. Fue exactamente así como todo empezó a cambiar.
Felizmente durante todo ese proceso tuve amigos que estuvieron para mí, que se sentaban en mi cama, al lado mío y que podían escucharme durante el tiempo que yo necesitara hablar. También estuvo mi abuela para consolarme durante día y noche. Estuvieron mis papás que siempre aunque con su poca paciencia trataban de entender lo que yo estaba pasando y como me sentía.
Ahora, después de todo, puedo decir que me siento realmente feliz de estar acá, de tener una familia como la que tengo, la cual aunque no es nuclear, es mi familia y la amo demasiado, como sé que ellos me aman a mí.
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