Mecanismos De Defensa

MECANISMOS DE DEFENSA

Los mecanismos de defensa consisten en un conjunto de operaciones y elementos que tienen como finalidad reducir y suprimir toda modificación susceptible de poner en peligro la constancia y la integridad psicológica del individuo, a su vez protegen al yo de la ansiedad distorsionando o alterando de otra manera la realidad tanto interna como externa, aunque estos mecanismos implican cierto grado de autoengaño según Sigmund Freud son inconscientes pero en la actualidad no todos los psicólogos están de acuerdo con esto.

Ya sea que los mecanismos de defensa operen consciente o inconscientemente, proporcionan una forma de afrontar el estrés y los conflictos emocionales, que de otra manera sería insoportable.

Entre ellos se encuentran:

Represión: Es la forma más directa de tratar con la ansiedad; en lugar de manejar un impulso productor de la ansiedad en el nivel consciente, lo que se hace sencillamente es ignorarlo. Por ejemplo: Una persona que fue sorprendida robando cuando estaba en el bachillerato, no recuerda el penoso acontecimiento.

Negación: Se refiere a rehusarse a reconocer una realidad dolorosa, amenazante, una experiencia, un recuerdo o una necesidad interna indeseable que produce ansiedad y llegar a comportarse como si nada hubiese pasado. Por ejemplo: Un hombre se niega a aceptar que tiene alguna enfermedad grave o que su pareja está a punto de abandonarlo.

Proyección: Consiste en atribuir a otros falsamente nuestros propios sentimientos, impulsos o pensamientos inaceptables. Por ejemplo: Una persona que tiene dificultades en hacer su trabajo a tiempo, porque deja las cosas para cuando ya falta poco para la entrega de dicho trabajo por lo que no cumple los plazos de entrega, dice: “No es culpa mía. Mis jefes son demasiados exigentes y mis compañeros no me ayudan”

Identificación: Incorporar a otra persona dentro de la propia personalidad, haciéndola parte de uno mismo. Por ejemplo: Un chico, inseguro de su propio atractivo y físico, adopta la vestimenta y modales de un maestro popular.

Regresión: La persona vuelve a formas de comportamiento que son indicativas de un nivel más temprano de desarrollo como la niñez, consecuencia ocasionada por fuertes tensiones o estrés. Por ejemplo: Una mujer vuelve a la casa de su madre cada vez que tiene conflictos graves con su esposo.

Intelectualización: Consiste en el distanciamiento de los sentimientos acerca de los problemas analizándolos de manera lógica y objetiva, casi como si fueran asunto de otra persona. Por ejemplo: La persona después de saber que no fue invitada a la fiesta de disfraces de un compañero, analiza tranquilamente las maneras en que se forman las pandillas sociales y su función en la regulación y control de la vida escolar.

Formación reactiva: Es defenderse contra los sentimientos y comportamientos inaceptables exhibiendo lo contrario de los verdaderos impulsos o deseos. La exageración es la clave de esta conducta. Por ejemplo: Ser considerado o amable con alguien por quien siente un fuerte desagrado.

Desplazamiento: Consiste en

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