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Nacer Sabiendo-Mehler


Enviado por   •  1 de Mayo de 2021  •  Resúmenes  •  2.142 Palabras (9 Páginas)  •  76 Visitas

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NACER SABIENDO: JACQUES MEHLER

Resumen

¿Cómo acceden al lenguaje los bebés? cómo es posible que ese pequeño ser que acababa de ver la luz del día pueda alcanzar la facultad lingüística? Tres o cuatro años de experiencia son suficientes para aprender a hablar, en cambio un adulto puede pasar dos años en Japón y no dominar bien la lengua de dicho país.

Lo que sucede es que su aparato cerebral lo predispone a descubrir rápida y fácilmente los conocimientos necesarios. El sistema auditivo participa en la elaboración de un mundo receptivo coherente y ordenado, en efecto el sonido hace el vehículo privilegiado del lenguaje articulado, gracias a él, el hombre codifica intercambio información, elabora y transmite cultura conocimientos y el pensamiento.

Su entorno se encuentra perturbado por todo tipo de ruidos ¿Cómo puede el bebé extraer los estímulos pertinentes para aprender a hablar de ese caos confuso en el que las palabras se mezclan sin orden ni concierto con ruido y zumbidos?

No sólo serían para los sentidos sino que además determinan entre tonos de diferente volumen y organizan los sonidos y melodías y en voces. Se observó que los bebés de 4 meses prefieren escuchar las palabras en lugar de otro ruido y el silencio. ¿Pero son todos los posibles emisores iguales a este respecto?

Para saberlo, los investigadores se han interesado por la capacidad que puedan tener los bebés de reconocer diferentes locutores y en concreto su madre, a los 3 meses y medio están más atentos a la voz de su madre que a la de una extraña. Ya nuestro laboratorio hemos podido reproducir estos resultados a una edad inferior. Así Asimismo están más atentos a la voz de su madre cuando esta vela de forma natural, si la madre lee texto al revés condición que hace imposible una entonación natural, el niño no demuestra interés parece por lo tanto, qué son sobre todo sensibles a la entonación.

El “maternés” es el dialéctico de todas las madres del mundo cuando hablan a sus hijos, la voz es aguda y la entonación exagerada.

El reconocimiento de la voz de la madre aparece hacia los dos a tres meses sin embargo se han encontrado estudios con una preferencia similar al cabo de tan sólo unos días. Sin duda, esta atracción que siente por las personas que hablan lo que permite al bebé eliminar todos los ruidos que no corresponden a la voz y más en concreto reconocer la entonación y la prosodia de su lengua materna. La madre sirve entonces de modelo a partir del cual determinar las regularidades de una lengua.

Muchos individuos se encuentran en un ambiente plurilingüe ¿pueden extraer regularidades coherentes? Desde los primeros meses el bebé distingue entre las palabras y los ruidos producidos por objetos naturales y artificiales. En un estudio con bebés de 4 días y de dos meses, se encontró que eran capaces de discriminar el cambio de estimulación entre el ruso y el francés. Si bien, puede distinguir entre varias lenguas, se nos plantea la cuestión de saber cómo lo hacen.

Resulta difícil creer que los niños de cuatro días puedan dominar la fonología al francés, podrían emplear un dato acústico simple que le sirviese para identificar lo que es francés y lo que no lo es: la altitud global y la energía media de los enunciados.

La entonación de la melodía y otros detalles acústicos se ven modificados pero los parámetros absolutos como la altitud de la voz o la energía de la señal siguen siendo los mismos. Escuchar la cinta al revés no muestran preferencia ya que se apoyan en propiedades complejas y dinámicas de la señal sonora.

Ese sería el caso de la entonación de una lengua como el francés, no sólo posee contornos melódicos sino también, un ritmo y una acentuación que le son propias. Una frase dicha con tono en francés puede parecer francés pero no lo es. Esto se debe a la pronunciación de la entonación propia al francés. También se observa lo que los bebés sólo pueden distinguir entre dos lenguas cuando una de esas les es familiar. Mucho antes de saber hablar los bebés son sensibles a las entonaciones que caracterizan una oración o una frase.

El estudio de la sensibilidad a las pausas en bebés de seis a 10 meses lo demuestran, estos bebés reaccionan en función de la forma en la que se sitúan las pausas en los enunciados, teniendo preferencia por la segmentación es que corresponden a las fronteras sintácticas.

Las fronteras sintácticas tienen como correlatos ciertos índices acústicos ligados a la entonación el ritmo y la melodía, entre los 6 y 10 meses estos índices prototipicos se habrían extraído y servirían para identificar los enunciados que vieron las regularidades de la lengua y los que la respetan.

El feto realizaría importantes adquisiciones en particular en relación a la voz de su madre que se transmitiría a través del líquido amniótico, esto explicaría la clara preferencia que existe por los sonidos oídos durante la vida intrauterina. Pero ¿cómo podría extraer el embrión las regularidades que le servirían después del nacimiento para orientarse al mundo sensorial? Está claro que al menos en el nacimiento, el cerebro del ser humano posee estructuras especializadas para adquirir una lengua natural, son esas las que permiten al bebé distinguir las palabras preferirlas a otros sonidos.

Cada especie desarrolla una sensibilidad particular hacia los sonidos emitidos específicamente por sus miembros.

Lenneberg se erigió portavoz de la idea de la migración progresiva de la función lingüística hacia el hemiferio izquierdo, sostuvo que en los comienzos del desarrollo humano los dos hemisferios parecen desempeñar un papel equivalente; el fenómeno de la dominancia parece ser el fruto de una implicación cada vez más importante del hemisferio derecho. Desde hace tiempo sabemos que a partir del sexto mes de gestación los hemisferios son bastante simétricos Pero ha hecho falta una gran cantidad de trabajo para saber más sobre la aparición de las asimetría funcional es propiamente dichas y para que se empiece a considerar que pueden detectarse ya en el momento del nacimiento.

En el adulto, se observa que ante una audición dicótica, que consiste en presentar simultáneamente dos sonidos diferentes uno en cada oído. Se observa que la sílaba oída en el oído derecho se percibe y se recuerda generalmente mejor que la presenta en el oído izquierdo.

Este método ha permitido evaluar la existencia de asimetrías funcionales en el recién nacido por ejemplo de menos de 4 días, son más sensibles a los contrastes lingüísticos mínimos cuando

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