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Origen Del Psicoanalisis


Enviado por   •  28 de Septiembre de 2011  •  1.645 Palabras (7 Páginas)  •  834 Visitas

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Origen del Psicoanálisis

La palabra en Freud

A partir de las observaciones clínicas de Freud en el comportamiento humano, la palabra fue cobrando importancia y un nuevo lugar dentro del conocimiento humano, valedero tanto en lo teórico como en la práctica clínica en el trabajo con pacientes. Esta importancia se perfiló desde el psicoanálisis como uno de los elementos esenciales, para luego convertirse en el elemento primordial en el desciframiento del inconsciente.

Origen del psicoanálisis

El origen del psicoanálisis se remonta en tiempos de Charcot, en la Francia a finales del siglo XVIII, ya que la hipnosis fue un caso necesario para su nacimiento. Comenzó con las pacientes llamadas histéricas que presentaban diversos síntomas como cegueras o parálisis sin explicación biológica alguna, provocando actitudes diversas dentro de la medicina. La hipnosis fue uno de los recursos que se utilizaron para su tratamiento.

“En sus presentaciones de los martes, Charcot mostraba que por medio de la hipnosis se podían producir síntomas semejantes a los de la histeria.” Sin embargo, es hasta 1885 cuando Sigmund Freud, creador y padre del psicoanálisis, durante su beca en Francia, pudo presenciar tales experiencias, y además, pudo observar que estos pacientes tenían experiencias que no guardaban en su conciencia, por lo tanto, la hipnosis mostraba la existencia de dos cosas: que había cosas que no estaban en la conciencia de los sujetos y que éstas tenían efectos sobre el comportamiento y la vida despierta de los sujetos.

Después de constatar que Charcot podía provocar y anular los síntomas con el sólo efecto de sus palabras, sin que los pacientes guardaran ni el mínimo recuerdo, Freud supuso la existencia de un pensamiento separado de la conciencia (las negritas son nuestras) (...) A pesar de que Freud no concebía aún esta parte separada como algo común entre los hombres normales, ya no podía mirar y estudiar a los histéricos como antes.

El encuentro de Freud con Breuer

Joseph Breuer era amigo de Freud desde hacía 12 años y en 1882, (tres años antes del viaje de Freud a Francia) Breuer le habló de un caso de histeria al cual Charcot no mostró interés, pero Freud a su regreso a Viena, ampliamente interesado por el caso Anna O, pidió más información a su amigo persuadiéndolo de colaborar con él, en lo que sería su ópera prima común: Estudios sobre la histeria. Durante este tiempo, Freud utilizaba la hipnosis y la sugestión como medios terapéuticos. Para los médicos de esa época, las pacientes histéricas eran simplemente simuladoras que desencaminaban la medicina, que no tenían respeto por ella, ni por la anatomía humana, considerado a la hipnosis y a los médicos que se ocupaban de ellos como charlatanes. Bajo estas condiciones, Freud debía lograr progresivamente una ruptura con la medicina.

En 1889, Freud se enteró de que en Nancy, Berenheim y Liebault utilizaban la sugestión con o sin hipnosis, algo que él no había aprendido con Charcot y en ese mismo verano hizo un viaje de prácticas durante algunas semanas en Nancy. Allí, “Freud recibió las más fuertes impresiones relativas a la posibilidad de existencia de potentes procesos psíquicos presentes, aunque ocultos a la conciencia de los hombres.” Durante los cuatro años que separaron sus viajes, Freud se dedicó a la hipnosis con fines de investigación tratando de descubrir el origen de los síntomas histéricos. Freud había estudiado el caso de Anna O. (Berta Pappenhaim) pero necesitaba confirmar esa experiencia con otros casos.

Breuer había curado a Anna O. de parálisis, contracturas, inhibiciones y alteraciones de la conciencia. Bajo hipnosis, la paciente recordaba todo lo que se refería a sus síntomas, pero en estado de vigilia no era capaz de decir nada más acerca de ellos. ”Parecía que detrás de cada síntoma un recuerdo particular había sido retenido, olvidado, y a través de estos estados hipnoides, el hecho de recordar aquellos provocaba la curación del síntoma.” El hecho de hablar producía una liberación de afecto, a lo que Breuer llamó catarsis y que posteriormente Anna O. bautizó su cura con Breuer como Talking cure, cura por la palabra (deshollinamiento). “El método catártico, en la medida en que no emplea más la sugestión para sanar el síntoma y deja al paciente libre de decir lo que quiera, este se puede considerar el origen del psicoanálisis.” Sin embargo, dos nociones nuevas estaban ausentes en la concepción de Breuer: represión y sexualidad.

Aunque Breuer comentaba que siempre se trataba de secretos de alcoba, ignoraba lo que realmente provocaban los estados hipnoides, por qué la conciencia estaba separada, de dónde venían esos pensamientos y qué podía encontrar bajo hipnosis, pero Freud ya estaba sobre la pista. En la histeria de Anna O. hubo un suceso de importancia capital: en la cabecera de su padre enfermo, la paciente de Breuer dejó entender que ella quería esconder a su padre su estado de agitación y sobre todo, su ternura o cariño inquieto hacia él y en ese lugar del pensamiento o del impulso rechazado habían aparecido

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