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PREHISTORIA DEL VINCULO


Enviado por   •  5 de Noviembre de 2013  •  1.733 Palabras (7 Páginas)  •  606 Visitas

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LA PREHISTORIA DEL VINCULO (Brazelton)

El embarazo de cada mujer refleja toda su vida previa a la concepción. Las experiencias con su propia madre y su propio padre, sus posteriores experiencias con el triangulo edipico y las fuerzas que la llevaron a adaptarse a éste con mayor o menor éxito y a separarse de sus progenitores. Todo esto influye en la adaptación de la mujer a este nuevo rol.

Identidad de género: se refiere a la sensación subjetiva de pertenecer a un sexo y que parece desarrollarse desde el comienzo de la vida, bajo la influencia de fuerzas tanto biológicas como ambientales.

El deseo de tener un hijo: es producto de muchos motivos e impulsos diferentes. Los factores más importantes son:

a. Identificación: cuando una niña recibe cuidados, es probable que conciba la fantasía de convertirse en la persona que cuida, en lugar de la que es cuidada. Aprenderá por imitación cómo se comportan las figuras maternas.

b. El deseo de ser completa y omnipotente: implica el deseo de conservar una imagen idealizada de una misma como persona completa y omnipotente, el deseo de duplicarse o reflejarse y el deseo de cumplir los propios ideales. El autor utiliza el termino “narcisista” para referirse a esta actividad de desarrollar y mantener una autoimagen y también al grado de empeño en dar esa imagen. La actividad narcisista se expresa en la vida psíquica a través de fantasias, entre las cuales esta la fantasia de ser completo y omnipotente. Uno de los postulados básicos de la teoría psicoanalítica del narcisimo es que existe una tendencia a gratificar estas fantasia de integridad y omnipotencia; y que sobre la base de esta gratificación se construye el sentido de sí-mismo de un ser humano. El deseo de ser completa es satisfecho tanto por medio del embarazo como de un hijo. La madre contemplara al hijo deseado ante todo como una extensión de su propio sí-mismo.

c. El deseo de fusión y unidad con otro: también esta la fantasia de la simbiosis, de la fusión de una misma y el hijo. Y junto con este deseo de unidad con el hijo esta el deseo de volver a la unidad con la propia madre de una. Este deseo es una fase vital del desarrollo normal, una fantasia fundamental para el mantenimiento de la autoestima y una parte importante de la vida amorosa adulta. Después del parto, el desarrollo y mantenimiento de actitudes maternales de vinculo dependen de que la mujer recobre estas fantasias de unidad con su propia madre. El futuro hijo encierra la promesa de una relación estrecha, del cumplimiento de las fantasias infantiles.

d. El deseo de reflejarse en el hijo: el reflejarse es una dimensión fundamental del narcisismo, del desarrollo y mantenimiento de una autoimagen sana. Uno tiende a amar su propia imagen reproducida. El deseo de una mujer de tener un hijo seguramente incluirá la esperanza de que ella habrá de duplicarse. Esta esperanza mantiene viva una sensación de inmortalidad. El deseo de tener un hijo incluye el deseo de ver reflejadas en el hijo las marcas de la propia creación y de la capacidad de la mujer de ser madre.

e. Cumplimiento de ideales y oportunidades perdidas: los progenitores imaginan que su futuro hijo tendrá éxito en todo aquello en que ellos fracasaron. El hijo imaginario entraña el ideal del yo del progenitor. Debe ser perfecto, debe concretar todo el potencial latente en los progenitores. Los deseos narcisitas pueden interferir en el desarrollo del niño mas adelante, es vital entender que también son indispensables. Estos deseos preparan a la madre para el vinculo: ella debe ver a su hijo como algo único, como un potencial redentor de esperanzas perdidas y como un ser con pleno poder para cumplir sus deseos.

f. El deseo de renovar viejas relaciones: el deseo de tener un hijo también incluye el deseo de un nuevo compañero con el cual revivir viejas relaciones. La expectativa de recobrar vínculos pasados es un incentivo para tener un hijo. Los padres ven en cada futuro bebe una posibilidad de revivir vínculos que pueden haber estado inactivos durante años, una nueva oportunidad de concretarlos. El futuro hijo es un objeto de transferencia, es decir, que los sentimientos y relaciones inconscientes de los padres serán transferidos al hijo. Se considera al futuro hijo como reparador, porque encierra la promesa de recrear relaciones inactivas que fueron gratificantes en el pasado.

g. La oportunidad tanto de reemplazar como de separarse de la propia madre: en su deseo de tener un hijo, la mujer experimenta una singular forma de doble identificación. Se identificara simultáneamente con su propia madre y con su feto, y asi representara y elaborara los roles y atributos tanto de la madre como del bebe, sobre la base de experiencias pasadas con su madre y ella misma como bebe.

Son todos factores que contribuyen a darle vigor a la capacidad de la mujer de ser madre y cuidar a su hijo.

II. Los albores del vinculo

El trabajo del embarazo: los 9 meses de embarazo brindan a los futuros padres la oportunidad de prepararse tanto psicologica como físicamente. La preparación psicologica, tanto consciente como inconsciente, esta estrechamente entrelazada con las etapas físicas del embarazo de cada mujer. Después de los 9 meses casi todos progenitores tienen la sensación de estar completos y listos.

El proceso del embarazo puede contemplarse como 3 tareas

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