PUNTO G

PUNTO G

(ALICE KHAN LADAS, BEVERLY WHIPPLE, JONH D.PERRY)

Hace ya mucho tiempo las personas (en especial las mujeres) sabían de la existencia de éste punto, antes de ser denominado como punto G, lo llamaban “punto especial”, pero no se hablaba mucho de él, ya que distintos autores basados en el psicoanálisis pensaban que solo existían dos formas de estimulación sexual para la mujer, y estás eran por medio del clítoris y de la vagina, y aún con eso se creía que la estimulación clitorídea era solo para las niñas, y la vaginal para las mujeres maduras.

Y no fue hasta 1950 que Ernst Gräfenberg hablo de ese “punto especial”, el cuál Whipple y Perry denominaron Punto G, cuando se empezó a hablar de este punto muchas mujeres estuvieron de acuerdo en su existencia incluso contaban su experiencia al haberlo descubierto, y se creían anormales porque pensaban que quizás no estaría bien que sintieran placer en esa zona específica de su vagina. Este punto se ubica detrás del hueso púbico y se percibe a través de la pared frontal de la vagina. Como la gran mayoría de las mujeres ya había encontrado su punto G, con el descubrimiento formal, se logro que dejaran de sentirse “raras” y comenzaran a verlo como algo más natural. Inclusive también se habla de que éste punto puede ser un homologo a la próstata masculina, y que los hombres no solo reciben placer a través de su pene, también por la estimulación de su próstata, claro de igual manera, no se espera que todos los hombres quieran comprobar esto, consiste en tener una mente muy abierta y verlo como una diferente manera de disfrutar con tu pareja. Acompañando a esto se encuentra la famosa “eyaculación femenina” que es más bien la expulsión de un fluido gracias a la estimulación del punto G, igualmente esto es algo que se viene dando desde años atrás, cuando las mujeres al desconocer el tema pensaban que se orinaban sobre sus parejas, dentro de las experiencias relatadas, se encuentran parejas que disfrutaban mucho de esto, de el hecho de pensar que las mujeres “eyaculaban” a algunos hombres les resultaba excitante, pero a otros no mucho, pensando que esto no podía ser cierto y creían que sus esposas sufrían de incontinencia urinaria, así que muchas de ellas se sentían mal al respecto, decidían visitar a un ginecólogo, que ignoraba el tema y decidía sin analizar más detalladamente la situación, realizarle una histerectomía.

Pero esto a la vez traía otras consecuencias, claro no en todas las mujeres, pero en algunas, que su punto G ya no podía ser estimulado, debido a dicha operación, más tarde Whipple y Perry encontraron que la incontinencia urinaria no tenía que ser llevada a tan altas consecuencias, sino que más bien estaba relacionado con un músculo y que tan sano estaba. Nos hablan de cómo debemos ejercitar éste músculo, nos

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