Padres que piden permiso para ser padres

PADRES QUE PIDEN PERMISO PARA SER PADRES.

La autoridad que deben ejercer los padres y maestros, por el bien de las futuras generaciones, se ve cuestionada como si en verdad se tratara de un asunto que avasallara los derechos humanos y las garantías individuales.

Tampoco consideran eficaz darles todo lo que piden y están convencidos de que, en una gran variedad de situaciones, no deben dar tantas explicaciones como las que habitualmente dan; de todos modos, les facilitan todo lo que piden y proporcionan todas las explicaciones.

¿Qué es lo que pasa con estos adultos?

1. En primer lugar, no toleran el malestar y la frustración que sienten los hijos ante las normales limitaciones que tienen los procesos de crianza. Por lo tanto, intentan evadir situaciones que les detonen, a ellos, esos estados anímicos.
2. Ocuparse de los hijos interrumpe cualquier interés u ocupación personal del adulto. Por lo tanto, intentan ocuparse rápido del asunto, otorgan todo lo que se les pide de tal modo de sacarse de encima “el problema” (que en este caso es su hijo) y volver a lo que los tenía entretenidos.
3. A los padres les cuesta mucho postergar su propio deseo de satisfacción para atender lo que ocurre con los hijos. Dado que hay una gran promoción para la autosatisfacción y el bienestar personal e individual los adultos aplican el mismo criterio para con los hijos. Lo que importa es que sean plenamente felices y que estén completamente satisfechos.
4. No soportan el “cuestionamiento” que desarrollan tenazmente los hijos. Por lo tanto, prefieren creer que se trata de una cuestión de autodeterminación y del ejercicio de sus derechos. Esto los lleva a una situación extrema: la democratización de los procesos de crianza. De este modo, los hijos son pares que opinan de todo; aún de los límites y de las sanciones que deben o no aplicarse sobre ellos.

RECOMENDACIONES:
A) La frustración es fuente de crecimiento, aprendizaje y fortalecimiento del carácter y la personalidad de los hijos. NO les evitemos situaciones de frustración pues los preparamos para la vida.
B. Priorizar los estados de satisfacción y felicidad plena es una actitud engañosa que los vulnera y los debilita para enfrentar la variada gama de problemas que naturalmente la vida les presentará. Mejor es que lo aprendan desde el primer llanto: la satisfacción total y la felicidad plena no existen. Sí existen buenos y grandes momentos de felicidad y satisfacción transitorias que hay que aprender a vivir a pleno.
C) El cuestionamiento de la autoridad como un ejercicio de autonomía no es lo mismo que el cuestionamiento que desconoce la autoridad o pretende minimizarla. Si no se ejerce la autoridad sobreviene la anomia y el libre ejercicio de los derechos personales. Esto, en definitiva, termina atentando contra los derechos de los demás, renegando de las obligaciones que conllevan los derechos y provocando severas perturbaciones en la conducta individual y en el comportamiento social.
D) La naturaleza de la función parental es la arbitrariedad y debemos enseñarles a nuestros hijos a tolerar esa realidad. No es necesario ni resulta eficaz para los hijos dar explicaciones por las decisiones que como padres tomamos. Por supuesto podemos y debemos conversar con ellos, pero de ninguna manera negociar con ellos cómo se ejerce la función parental.
E) No existe la democracia en el seno de la familia. Ningún hijo vota a su padre o a su madre para que ejerzan esa función. Por lo tanto, no hay debate posible sobre la autoridad en la familia. 
F) La autoridad la ejercen los adultos responsables de la crianza y su deber es enseñarles a los hijos a tolerar ese ejercicio pues eso los transformará en buenas personas, buenos ciudadanos y, en un futuro, en buenos padres si esa es su elección.

RESEÑA

Los padres están llenos de incertidumbre y alteraciones de su estado de ánimo ¿Por qué no pueden ejercer su autoridad? El exceso de explicaciones, intolerancia a la frustración, cuestionamientos a la autoridad y otros males de época.

La orfandad funcional de los adolescentes

(7 de mayo de 2019- Revista Sophia)

Lo que muestran estas historias de ficción es un pálido reflejo del mundo verdadero» 

Orfandad funcional significa que sus padres y madres están vivos, que conviven con ellos, que incluso los atiborran de bienes materiales, que acuden prestos a todos sus deseos, pero que están ausentes de las funciones parentales cuya responsabilidad es ineludible e indelegable. Estas son: transmisión de valores a través de conductas y actitudes, fijación de límites orientadores, presencia real y encarnada (no digital, vía celular y redes sociales), contención afectiva, diálogo y escucha, preparación y entrenamiento para un crecimiento psíquico, no solamente físico y cronológico, que les permita en el futuro cercano abandonar el nido y funcionar en el mundo como seres autónomos.

...