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Pedagogia


Enviado por   •  18 de Julio de 2014  •  1.577 Palabras (7 Páginas)  •  366 Visitas

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A través de una lectura exploratoria y analítica del texto “¿Por qué es difícil cambiar la escuela?”, capitulo 11, se describe el problema que con lleva la educación. Cambiarla no es una tarea puramente técnica no consiste en utilizar unos procedimientos didácticos mejores, sino que tiene multitud de artistas que afectan a aspectos de la organización social como así de la política.

La escuela cumple la función de ser conservadora, función de estabilidad y de mantenimiento social. A su vez es mucho más eficaz que cualquier otro órgano represor del estado por lo que trata de homogeneizar las creencias. Pero, esta institución tiene y debe modificarse profundamente. La ineficacia de ésta se ve a simple vista y desde hace años se realizan intentos sistemáticos para cambiarla. Existen organismos que son partidarios de fomentar el cambio en la escuela, al igual que hay organismos que tratan de realizar el cambio pero muy lentamente.

Pero el cambio no se realiza solamente porque no se puede, sino que hay obstáculos que se imponen para el cambio en la educación. Una primera dificultad surge a partir de las múltiples funciones de la escuela y a la falta de coordinación entre ellas. Es decir, se supone que hay tareas que se deben realizar y jerarquizar apropiadamente.

En otras épocas anteriores, la educación era homogénea y a través de ella se llegaba a unas pocas posibilidades de ascenso, ya que la inestabilidad social era demasiado escasa.

En 1970, autores como, “Bowles y Gintis, 1976; Carnoy, 1974” se pusieron a estudiar los resultados de las reformas realizadas anteriormente. Estos, llegaron a la conclusión de que no se cumplía lo que había formulado el educador norteamericano Horace Mann cuando decía: “La educación evita ser pobre” (1). Sin embargo, estos autores antes mencionados, sostuvieron su crítica diciendo que las cosas funcionaban bien para el sistema y no había necesidad de cambiarlas lo que llevo a una gran polémica. La actividad escolar que se realiza es la que el sistema necesita; solo cuando el sistema necesite otra cosa la escuela cambiara.

En nuestros días, la educación es un derecho básico, indispensable para vivir en sociedad y obligatoria. Y con esto último adhiero a que los gobiernos no solo tiene que proporcionarla sino imponer que los alumnos estén dentro de ella. Así mismo, son los gobiernos o autoridades educativas los que fijan los niveles que los alumnos tienen que alcanzar. Cuando estos niños no logran esos niveles, se llama “fracaso escolar”. Por ello, cuando se pretende realizar una reforma en la educación, una referencia tradicional es la enaltecida tasa de fracasos escolares. Este nivel no alcanzado por los alumnos y al cual llamamos fracaso escolar, en definitiva esta provocado por las normas que dicta la propia administración educativa y los criterios que pretende que sigan los profesores. Lo que si importa es saber si los estudiantes terminan la escuela con los conocimientos, los hábitos sociales y las conductas necesarios para convivir en la sociedad.

Un artículo periodístico “Chicos del secundario piden más disciplina” publicado

(1) Horace Mann, educador norteamericano, s.XIX

por Livio Grasso, nos dice:

Las razones del fracaso escolar: “Otro tema que llama la atención es que los chicos explican el fracaso escolar por falta de estudio y desinterés. No lo relacionan con la falta de recursos y carencias sociales: no se consideran muy estudiosos. No ponen la responsabilidad en los otros”, explica Grasso.

La percepción sobre la eficacia de la escuela no se relaciona con el rendimiento escolar ni con ser buen o mal estudiante.

La evaluación es mejor cuanto menores son los recursos económicos y educativos del adolescente y su entorno. En los colegios privados son más críticos porque, se supone, tienen demandas y expectativas más exigentes. “Ahí el desengaño parece más grande y las críticas son más duras”, precisa Livio Grasso.

Por otro lado, la escuela se enfrenta a fuertes resistencias por parte de los que

están implicados en ella. Inicialmente tenemos a los alumnos, quienes se resisten a aprender cosas que para ellos no tienen sentido ya que no encuentran atracción por el saber, el aprendizaje. No tienen voluntad, y poco se esfuerzan por ello. Pero también se encuentra el sistema educativo, quien trata de forzar conocimientos sin crear condiciones previas necesarias para su asimilación. Lo que hace es obligar a los alumnos a realizar continuos actos de repetición. Seguidamente se encuentran los profesores, quienes se resisten a cambiar su forma de enseñar ya que no están dispuestos a actualizarse lo que implicaría más trabajo, un largo periodo de incertidumbre y pocas ventajas.

A continuación tenemos a los padres quienes adoptan posiciones fundamentalistas y de resistencia, producto de la falta de información y de la desconfianza. Actúan colectivamente y consideran que los derechos o el bienestar de sus hijos están en juego.

Por último, tenemos a las autoridades educativas a quienes no les interesa mucho formar nuevas generaciones de ciudadanos que sean autónomos y que estén educados para la libertad, justicia y democracia. Este organismo, al emprender una reforma educativa tiene como preocupación, encontrar demasiadas resistencias. Teme enfrentarse con los padres, los profesores y con las empresas relacionadas

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