Película The Kid

Russ Duritz es un exitoso asesor de imagen que está por cumplir 40 años de edad. Se lo percibe como una persona dura, grosera, prepotente y egoísta lo cual le impide relacionarse con la gente que lo rodea o mantener ningún tipo de relación con su familia, aún cuando su padre sigue intentando contactarlo para generar un vínculo con él, se ve claramente en la película como Russ rehúye de esta conexión intentando resolver la necesidad de acercamiento, con dinero.

Regresando de un viaje de negocios conoce a una mujer periodista a la cual le da consejos de imagen para ascender en su carrera, con el sólo objetivo de callarla y alejarla de él. Más adelante esta mujer se convertirá en quién le muestre la salida de su incongruencia.

Cuando llega, ve a un niño pequeño, el cual supuestamente entra a su casa en busca del avión que le dio su mamá antes de morir. A medida que pasa el tiempo Russ comienza a darse cuanto que ese niño es él mismo a los 8 años de edad.

Al realizar este descubrimiento Russ entra en crisis creyendo que se está volviendo loco. Acude rápidamente a una terapeuta y sin dar mayores explicaciones y sin querer indagar en por qué le está ocurriendo esto, le exige que lo “cure”, que lo “medique” con tal de no tener que enfrentar la situación que está viviendo y para poder volver a su vida “normal”

Russ no está interesado en saber porque está viviendo esta situación, tiene miedo de indagar en su propio self y descubrir que le produce el acercamiento con el niño que fue. La terapeuta a la que acude no puede ayudarlo ya que él mismo no quiere la ayuda que le están ofreciendo. En ese momento está muy negado a entablar cualquier contacto con sus propios sentimientos y emocionalidad. En este punto la valoración de su experiencia es absolutamente negativa ya que la misma es amenazante a su percepción del propio yo. Por este motivo lo único que desea es negarla, invisibilizar la amenaza que siente.

En esta etapa Russ se encuentra en un estado de total incongruencia, no puede conectarse con su yo real ya que es una verdadera amenaza al self que se ha creado para defenderse y apartarse de las malas experiencias de su pasado. Este self, aún cuando es falso, es un mecanismo de defensa fuertemente instalado que le permite funcionar en su vida sin sentirse amenazado o lastimado y sin tener que lidiar con las cicatrices de su infancia.

Este mismo aislamiento, convierte a Russ en una persona fría, manipuladora y poco empática. No puede comprender a su entorno y los sentimientos del mismo ya que no se permite conectarse con los propios. Es por esto que a pesar de tener gente que lo quiere (su padre, su asistente o su compañera de trabajo Amy), no puede relacionarse con ellos desde una sana emocionalidad. No acepta las demostraciones afectivas o sentimentales ya que las considera una debilidad en sí mismo y no tolera verlas en los otros.

Su falta de empatía está íntimamente ligada con la no aceptación, primero de sí mismo, de quién fue, de su propia historia y sus propios dolores, alegrías y frustraciones, luego de la gente que lo rodea. No es hasta mucho más tarde en la película donde, por ejemplo, puede entender y aceptar algunas actitudes de su padre como grandes momentos de crisis y dolor.

Rusty, el niño, es un pequeño curioso e imaginativo que tiene grandes sueños para su vida y que mantiene su propia estima en alto a pesar de ser considerado un “perdedor” por sus pares. Está cómodo con su propio cuerpo y no tiene miedo de manifestar sus emociones. Contrariamente a quien se convertirá de adulto, su autopercepción no depende de su entorno sino de su propia valoración organísmica. Por esto se siente muy decepcionado cuando se da cuenta de la persona en quien devendrá; sus sueños no sólo han quedado incumplidos sino anulados y olvidados en el camino que emprende Russ para dejar de ser un “perdedor” como se consideraba a sí mismo valorándose a través de la mirada ajena.

Enfrentado a ese niño cuyas esperanzas de convertirse en un adulto feliz se ven quebrantadas cuando lo conoce, Russ no tiene otra salida que empezar a evaluar y aceptar sus sentimientos, qué le produce ese niño que fue y el adulto en el que se convirtió, aislado de sus afectos y de sus mayores anhelos.

Debido a su estado de incongruencia, necesita ayuda para lograr entablar esta relación con sí mismo, y encuentra una mirada desprejuiciada, preocupada y empática en aquella periodista que ayudó en uno de sus viajes. La misma utiliza la elucidación para hacerle notar que aún no sabía ni entendía el motivo por el cual estaba viviendo esta situación. Le hace notar que aún no se ha detenido en él mismo (su ser adulto y su ser niño) para preguntarse realmente qué necesita,

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