Personalidad Dependiente

Hoy en día la mayoría de los padres generadores de dependencia adoptan actitudes inconsistentes, originadas de un lado por el deseo de independencia para su hijo, y de otro por el miedo a que le hieran. Muchos permiten la conducta dependiente de su hijo por temor a las connotaciones negativas que en nuestra cultura posee la palabra “independencia”. Suelen ser padres responsables pero que ejecutan una errónea interpretación de su responsabilidad.

Es así, como desde niños van adoptando esta aptitud y comienzan a padecer de un trastorno dependiente que no es más que una afección prolongada (crónica) en la cual las personas dependen demasiado de otras para satisfacer sus necesidades físicas y emocionales. Estos individuos tienen una necesidad general y excesiva de que se ocupen de ellos (comportamiento de sumisión o adhesión), además de un gran temor de separación.

Algunas de las consecuencias que suelen ocurrir son:

1. Tiene dificultades para tomar las decisiones sin un excesivo aconsejamiento y reafirmación por parte de los demás: Esto ocurre mucho en la toma de decisiones importantes en su vida como por ejemplo al escoger una profesión se deja guiar por el que depende mas no por su propia decisión.

2. Necesidad de que otros asuman la responsabilidad en las áreas fundamentales de su vida. Un ejemplo es en el rol de padres, no asumen como tal su papel y dejan que la otra persona de la que siempre a dependido lo asuma evadiendo responsabilidad alguna.

3. Tiene dificultades para expresar desacuerdo debido al temor a la pérdida de apoyo o aprobación. Son casos que se ven a diario en los alumnos al momento de intervenir sienten temor de lo que puedan opinar no sea lo correcto y no sean aceptados por los compañeros-

4. Tiene dificultades para iniciar proyectos o para hacer las cosas a su manera. Siempre va necesitar de la aceptación de los demás y no se deja guiar por su intuición.

5. Está preocupado por el miedo al abandono y que tenga que cuidar de sí mismo

Sólo ciertos tipos de personalidad tienden a solaparse o coexistir con el trastorno dependiente se encuentra:

El dependiente Inquieto: Combinación entre el estilo dependiente básico y la personalidad evitadota. Se les desconcierta con facilidad. Muy temerosos y excesivamente dependientes. Evitan las interacciones sociales.

El dependiente acomodaticio: Combinación entre los estilos de personalidad dependiente y masoquista. Se caracteriza por la sumisión, un alto grado de afiliación y la búsqueda de afecto, cuidado y seguridad en los demás. El temor a ser abandonado hace que sea extremadamente complaciente y servicial, con fuerte tendencia al auto sacrificio y a menospreciarse. Acceden a todas las peticiones pero rara vez cumplen con esto. Sólo les importa gustar a los demás.

El dependiente inmaduro: “niños adultos” (esta frase es mía). Prefieren las actividades infantiles, a lo sumo adolescentes. Encuentran una gran satisfacción relacionándose con niños y se ven incapaces para asumir las actividades y responsabilidades propias de la vida adulta. Resultan problemáticos cuando se les requiere madurar.

El dependiente torpe: Similitudes con el patrón esquizoide lánguido: falta general de vitalidad, nivel de energía bajo, fatigabilidad y debilidad general en la expresión y la espontaneidad.

Es importante que desde la niñez los padres adopten aptitudes sobreprotectoras solo cuando en verdad se requieran pues de la familia depende que su madurez personal se desarrolle y puedan llegar a realizarse con una buena autoestima y los valores fundamentales que le ayudaran a impulsar el éxito.

Como padres se debe promover al niño a creer en sus propios logros a pesar de los obstáculos que se puedan encontrar. Se le debe enseñar que lo importante no es llegar primero sino saber llegar. Cuando

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