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Personalidad


Enviado por   •  15 de Octubre de 2014  •  1.338 Palabras (6 Páginas)  •  136 Visitas

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¿Cómo puede el temperamento afectar la experiencia escolar de un alumno?

Jessica Carolina Garcia Galarza.

Inclino mi reflexión a este tema con el objetivo de saber cómo trabajar con el temperamento de mis alumnos para que este no se convierta en una barrera en su experiencia escolar.

Muchas veces he clasificado a mis alumnos como activos, energéticos, entusiastas, tranquilos, tímidos, distraídos o que no responden con rapidez; aun sin saber que estas palabras describen características del temperamento. Para LaHaye el temperamento de la persona es lo que hace que sea abierta y extrovertida o tímida e introvertida en su forma de interactuar con el entorno. Por ello, es importante conocer el temperamento de nuestros alumnos para entender porque reacciona de cierta forma ante circunstancias en la escuela, antes de emitir un juicio y creer que tienen problemas de conducta cuando lo único que le sucede de acuerdo a Hipócrates y Galeano es que pueden tener un temperamento colérico, flemático, sanguíneo o melancólico. Lamentablemente somos frecuentes los maestros confundidos y agotados cuando vemos que nuestros alumnos son difíciles de controlar siendo que así se comportan por su temperamento y ni los padres ni nosotros tenemos la culpa de eso.

Tal es el caso de un alumno que tengo llamado Aldahir, este alumno tiene una energía incansable, es vivaz, alegre, activo, comunicativo, pasa de una actividad a otra con facilidad, cuando le interesa algo se concentra y se entrega, sin embargo, se distrae con facilidad y se entretiene conversando o en otras actividades; y a pesar de que es participativo y aporta buenas ideas en la clase, su inquietud no ayuda a generar una buena atmosfera en el aula, al contrario llega el momento en el que irrita a sus compañeros e incluso a sus profesores. Recuerdo que una ocasión mandaron a llamar a su mamá, porque todos los maestros lo reportaban con mala conducta y la misma señora expresaba “ya no lo aguanto maestra, no sé qué hacer con él”

Al estudiar el temperamento he ido tomando en cuenta cómo influye en el modo en el que el alumno responde a ciertas actividades escolares.

POSGRADO EN CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN.

Ahora entiendo que Aldahir es una persona con un temperamento colérico que necesita tener la mente ocupada y estar realizando diferentes cosas para controlar su inquietud. Cuando estoy en el salón y veo que ya termino su trabajo y empieza a inquietarse le pido que me ayude a repartir algún material, borrar el pizarrón o registrar a sus compañeros conforme terminen el trabajo; esta estrategia me está ayudando a mantener una relación saludable entre Aldahir y sus compañeros e incluso conmigo porque llegaba el momento en que era insoportable tener que estar regañándolo o pidiéndole continuamente que se callara.

A Aldahir su temperamento le estaba generando experiencias negativas en la escuela y con el paso del tiempo esto se estaba volviendo un problema porque sus compañeros lo empezaban a rechazar. Fue trascendental conocer su temperamento para ayudarle a transformar su conducta y crear un balance en el aula.

Por lo general los alumnos como Aldahir tienen problemas tratando de ajustarse a un ambiente escolar en el que se espera que ellos estén sentados, sin moverse y su inquietud y agitación pueden perturbar la clase y hacer que les sea difícil mantenerse concentrados, pero el tener este tipo de temperamento puede ser beneficioso si se canaliza en una dirección positiva.

Por ello es que resulta valioso entender el temperamento para tomar decisiones sobre el problema que tenemos con algún alumno. Como Ángel, él es un alumno de segundo grado al que imparto la materia de Español, es un chico con un temperamento melancólico, es decir, es callado, introvertido, generalmente no comienza las conversaciones y cuando lo hace no se expresa con facilidad. Cuando otros protestan, el se mantiene tranquilo y es lento en la realización de sus actividades. Un día en clase les pedí que pasaran de uno en uno al frente para evaluarles fluidez, velocidad y comprensión lectora, cuando toco su turno no quiso pasar, le insistí en que pasara pero se negó rotundamente e

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