Psicologia

INTRODUCCIÓN

Las parafilias son una condición relacionada con el ejercicio de la sexualidad, que se da tanto en hombres como en mujeres de manera compulsiva, por lo tanto, estos individuos están fijados a la dependencia de un estímulo inusual que, la mayoría de las veces, es calificado como socialmente inaceptable y, en algunos casos, ilegal.

Una de las parafilias que reciben estos calificados de inaceptable e ilegal es la pedofilia, que es la excitación o el alcance del orgasmo, siendo indispensable para esto, tener como compañera sexual a un niño o niña, o adolescente, generalmente que no excedan de la edad puberal.

Aunque actualmente la pedofilia y la pederastia son términos intercambiables, no son lo mismo, la pedofilia es la excitación y deseos que se dan en una persona al ver directa o indirectamente a un niño, mientras que la pederastia es cuando esa excitación y deseos compulsivos, no pueden ser controlados por la persona, pasando de esos deseos al abuso sexual a menores, teniendo esta, mas repercusiones legales que la pedofilia.

Hay diversas investigaciones que tienen como objetivo conocer que es lo que hace a una persona tener esas tendencias pedófilas, e incluso llegar a la pederastia. Habiendo muchas hipótesis, como la de un mal funcionamiento en algunas partes del cerebro, sin embargo, la hipótesis que cuenta con más crédito es la que señala que si una persona es abusada sexualmente, tiene contacto con pedófilos, u observa conductas pedófilas de niño, tiene una gran probabilidad de desarrollar tendencias pedófilas en cualquier etapa de su vida.

La manera más eficaz de proteger a los niños de este tipo de personas es reconocer a un pedófilo (como piensa, que siente, que es lo que lo provoca, etc.) y en el último de los casos conocer las señales de un niño que ha sido víctima de abuso por este tipo de personas, como sentimientos de aislamiento, baja autoestima, fracaso escolar, tendencia hacia el suicidio, actitud autodestructiva, entre otras muchas.

IMPORTANCIA DE LA INVESTIGACIÓN

La importancia de esta investigación es saber que pasa en la mente de un pedófilo, más allá de lo que las personas piensan de ellos.

Saber qué factores intervienen, y como, en la formación de un pedófilo, y como poder proteger a niños de estas personas, en caso de que no puedan controlar sus impulsos.

OBJETIVO

El objetivo de esta investigación es conocer que es lo que piensa una persona pedófila, que es lo que siente, que dificultades tienen para controlar sus impulsos y deseos, la diferencia entre pedófilo y pederasta, si esto le trae problemas en su vida cotidiana, y que factores intervinieron para que se dé esta parafilia.

Las parafilias

El término hace referencia a una condición particular relacionada con el ejercicio de la sexualidad que ocurre en hombres y en mujeres que responden a ella de manera compulsiva, y que se encuentran fijados y obligados a la dependencia de un estímulo inusual (una situación determinada, un lugar, un tipo preciso de persona o de objeto sexual, ciertas técnicas) que puede ser

calificado como personal o socialmente inaceptable y que puede generarse en la fantasía o experimentarse en la realidad, pero del cual se depende de manera exclusiva para iniciar de manera óptima y mantener la excitación sexual así como para la facilitación del orgasmo.

La parafilia se vuelve un problema cuando el elemento antes mencionado está ausente (a veces es inalcanzable por ilegal, inmoral o porque resulta muy caro) y cuando causa malestar en la pareja sexual.

Fuera del ámbito de la sexología moderna las expresiones de la sexualidad son denominadas con términos como “perversión”, “desviación”, “aberración” o similares, que resultan más valorativos o peyorativos que descriptivos.

Hasta donde se conoce en la actualidad, las parafilias pueden tener su origen en el particular desarrollo sexual del individuo o una consecuencia de trastornos mentales y con cierta frecuencia ser síntomas de alteraciones neurológicas. Las personas con parafilias pueden verse impedidas para lograr una vida sexual libre, flexible y estable por las consecuencias de las mismas en la pareja sexual. Decirle en estos casos al individuo que amplíe los estímulos que requiere y abandone la conducta parafílica no es suficiente. Suele ser necesario el apoyo terapéutico por lo que se espera del personal de salud no un juicio valorativo, sino una explicación y orientación adecuadas que permitan al consultante abrir el panorama de posibilidades para una vida sexual placentera y enriquecedora. Por otro lado, las parejas de individuos parafílicos pueden sentirse desplazadas, minimizadas o ignoradas ante el problema de la compañera o el compañero, por lo que es necesario explicarles que no es un deseo controlable el que orienta en estos casos la conducta sexual.

Las personas con parafilias que acuden a consulta, no dejarán de ejercer esta conducta sexual por un señalamiento que reprima o enjuicie la conducta. Los consultantes deben saber que existen alternativas terapéuticas dentro del área de la sexología que pueden ayudarle a reconstruir de forma saludable su vida erótica en un ambiente de libertad, respeto y ante el ejercicio de los derechos sexuales.

El respeto como eje de las relaciones con la comunidad

La experiencia humana alrededor de la sexualidad implica la diversidad, las diferencias, lo que puede ser distinto a la experiencia personal. Cuando se habla de sexualidad se hace referencia a las potencialidades y a los significados mentales de la experiencia erótica, a la vinculación genérica y reproductiva de los individuos.

Pedofilia (paidofilia)

Tipo de parafilia en la que la excitación y el alcance del orgasmo dependen exclusiva y totalmente de tener por compañero/a sexual a un niño/a, a un o una adolescente o a alguien que se encuentre en un estado pre o peripuberal. El término pedofilia fue formulado por vez primera por el psiquiatra Richard von Krafft -Ebing (1840-1902), quien usó la expresión Pädophilia erótica en su libro Psicopatía Sexualis, publicado en 1886. Actualmente el diccionario de la Real Academia Española de la lengua reconoce dos variantes morfológicas: pedofilia y paidofilia, que se pueden considerar sinónimos. También existe un debate respecto a los alcances de los términos pedofilia y pederastia, de los cuales

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