Que Es El Hombre

¿QUÉ ES EL HOMBRE?

MARTIN BUBER

Antes que nada me puse a investigar brevemente quién fue Martín Buber, donde nació, en que época, cuáles fueron sus estudios, etc., esto con la finalidad de entender con mejor criterio esta pequeña obra. Martin Buber nació en Viena en 1878. Pasó los años de adolescencia en Lemberg, en casa de su abuelo, Salomón Buber, uno de los dirigentes más destacados del movimiento racionalista e ilustrador dentro de las comunidades judías de esa región.

¿Qué es el hombre?, esa es la pregunta planteada en este texto, la cual nos lleva a pensar muchas cosas, entre ellas, ¿por qué lo necesitamos saber?

Seguramente contestaríamos: “sí, ya sabemos lo que somos y cómo somos físicamente: ¿qué, necesitamos saber aún más?”, pero entonces surge otra interrogante: ¿realmente sabemos lo que somos? Si bien el hombre se ha empeñado en estudiar su entorno tanto en lo social como en las ciencias exactas y no al mismo en esencia, en mi opinión, ¿por qué el hombre se deja atrás así mismo? Cuando las respuestas a muchas interrogantes puede que estén resolviendo nuestra primera interrogante ¿Qué es el hombre?

Como referencia a lo anterior, podemos citar al filósofo Malebranche con lo siguiente:

“Entre todas las ciencias humanas la del hombre es la más digna de él. Y, sin embargo, no es tal ciencia, entre todas las que poseemos… La mayoría de los hombres se descuidan por completo y aun entre aquellos que se dan a las ciencias muy pocos hay que se dediquen a ella, y menos todavía quienes la cultiven con éxito”.

Entonces, ¿cómo podemos resolver la pregunta, si la verdad no nos conocemos como deberíamos?

Tal vez Kant pueda darnos la respuesta de una forma un tanto complicada a base de la antropología filosófica, con ayuda de la razón; derivándose en seguida cuatro preguntas cuya respuesta no es tan sencilla de ofrecer como aparentan. La primera, ¿qué puedo saber?, de ahí ¿qué debo hacer?, continuando con ¿qué me cabe esperar? y la última: ¿qué es el hombre?

Kant menciona que pueden ser resueltas con diferentes disciplinas; la primera (¿qué puedo saber?) puede ser resuelta por la metafísica; “¿qué debo hacer?” con la moral; “¿qué me cabe esperar?” es posible resolverla con base en la religión y “¿qué es el hombre?” con la antropología. De ahí menciona que las tres primeras disciplinas son englobadas en la antropología.

Lo anterior me hizo pensar, ¿por qué?, en especial la primera pregunta ¿qué puedo saber?, lo cual causo que me dijera o mejor dicho que me cuestionara, ¿es posible dejar de adquirir conocimiento?, en ese instante mi respuesta fue no, ya que para mí no hay límites para el saber.

Si pretendiera entonces responder a la pregunta ¿Qué es el hombre?" en una forma tan general que ya de ella se podrían derivar las respuestas a las otras cuestiones, entonces se le escaparía la realidad de su objeto propio.

Porque en lugar de resolver esta pregunta que sólo se puede resolver con la visión conjunta de toda su diversidad, lograría nada más una unidad falsa, ajena a la realidad. Uno no tiene que saber sólo que existe un género humano sino también pueblos, no sólo un alma humana sino también tipos y caracteres, no sólo una vida humana sino también edades de la vida; sólo abarcando éstas y las demás diferencias podrá tener entre sus ojos la totalidad del hombre. Pero por eso mismo no podrá abarcar al hombre en aquella forma absoluta que, si bien no lo indica la cuarta pregunta de Kant, fácilmente se nos impone cuando tratamos de responderla, cosa que, como dijimos, eludió el mismo Kant. Así como le es distinguir y volver a distinguir dentro del género humano si es que quiere llegar a una comprensión honrada, así también tiene que instalar seriamente al hombre en la naturaleza. Tiene que compararlo

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