Que Es El Sexo
cucggie5 de Diciembre de 2012
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Química del sexo
El cerebro destina grandes áreas para mantener vivo a su poseedor y para posibilitar el apareamiento y la procreación. El área de corteza senso-motora dedicada a los genitales es mayor que la que corresponde a la superficie del pecho, el abdomen y la espalda juntos. La actividad sexual humana involucra prácticamente todo el cerebro, porque no se limita a copular y eyacular, también se siente placer en los encuentros amorosos sin acto sexual y también se sufre en las separaciones conyugales.
La ansia de satisfacción sexual o excitación genital comienza en el sistema Límbico, donde mensajeros químicos del Hipotálamo y la glándula Pituitaria estimulan los órganos reproductores. Cuatro zonas del cerebro se activan notoriamente: la cíngula anterior, la ínsula media, los núcleos Putamen y Caudado.
La dopamina, el neurotransmisor principal del placer, fluye a la corteza frontal provocando sentimientos de euforia y deseo sexual. Simultáneamente el organismo segrega adrenalina y noradrenalina que recorren el cuerpo para producir la excitación genital.
En la actualidad se sabe qué áreas concretas del cerebro participan en el comportamiento sexual. En estudios con animales se ha observado que estimular el área preóptica medial genera en ellos una conducta copulativa y que esta área se activa cuando están copulando. También se sabe que si se extirpa esta área se elimina el comportamiento sexual masculino.
En cuanto a las mujeres se sabe que las hormonas estradiol y progesterona actúan en el núcleo medioventral del hipotálamo, esencial para el comportamiento sexual femenino. La amígdala medial tiene conexiones con los bulbos olfativos claves en conductas sexuales.
Cuando se llega a la madurez sexual, las células germinales son activadas por la glándula hipófisis, cuando eso sucede los tejidos donde se alojan las células germinales se convierten entonces en órganos de la reproducción llamadas gónadas. Las gónadas masculinas llamadas testículos, contienen las células germinales que se desarrollan en gametos masculinos o espermatozoides; y las femeninas llamadas ovarios se desarrollan en gametos femeninos u óvulos. Ambas gónadas se hayan bajo la dirección de la glándula hipófisis o glándula pituitaria que segrega hormonas y feromonas. Ya se vio todo lo concerniente a las hormonas, ahora hablemos un poco de las feromonas.
Feromonas
Es una sustancia olorosa producida por un animal que lleva mensajes químicos específicos desde unas células determinadas a otras y provocan que los otros realicen ciertas acciones. Las feromonas están presentes en todo el conjunto de seres vivos, y es la forma más antigua de comunicación que tienen los animales para informar que están en celo (estro) y ovulando.
Los mamíferos marcan con regularidad los límites de sus territorios con feromonas secretadas por glándulas especializadas.
Estos olores pueden ser detectados por los machos a enormes distancias y alterar su conducta de forma dramática.
Los vertebrados tienen también otros olores, de naturaleza química variable, que sirven para identificar a cada animal. Los mamíferos que viven en vecindad se reconocen entre sí por los olores que cada uno deja a lo largo de sus fronteras comunes, o en las tradicionales marcas olorosas, y los intrusos son detectados casi inmediatamente. Inclusive los miembros de la pareja y la progenie se reconocen unos a otros por el olor.
Periodo estro o entrar en celos
En lo que respecta a los mamíferos —con la excepción de los humanos modernos— los cambios fisiológicos asociados con el cortejo y el apareamiento permiten asegurar que éste tenga lugar durante un periodo limitado llamado estro, conocido también como «entrar en celos», al breve momento del ciclo reproductor de la hembra en que los óvulos son liberados por los ovarios y ésta es receptiva al apareamiento. La frecuencia y el momento del estro varían según la especie.
El estro suele estar programado de manera que el nacimiento tiene lugar cuando las condiciones del entorno son más apropiadas para el crecimiento de la cría, por ejemplo en primavera, cuando las temperaturas son relativamente suaves y las hierbas, los arbustos y los árboles echan sus hojas nuevas, proporcionando alimento para el desarrollo de la cría. Para que los animales no pierdan esa oportunidad, la selección natural ha favorecido el desarrollo de señales, tales como fuertes feromonas acompañado de la hinchazón de los genitales que se advierte en las hembras de mandriles y otros primates, que anuncian al macho cuándo una hembra se encuentra en estro o celo y está preparada para el apareamiento con fines reproductivos.
Los humanos somos una especie que después de la adolescencia estamos siempre en celo, por lo general nos vestimos para agradar y atraer, adoptamos posturas coquetas, proyectamos ilusiones e imágenes para conquistar.
El imperativo biológico es la transmisión de genes a través de la reproducción sexual. El sexo reproductivo en parejas genera variabilidad genética entre las descendencias que poseen más probabilidades de sobrevivir y reproducirse.
Influencia del ciclo menstrual
La manera como una mujer mira al hombre está influida por las etapas del ciclo menstrual. Recientes investigaciones han permitido concluir que el rostro de una mujer se hace más simétrico durante la ovulación, que es el momento más fértil.
Cuando un óvulo no fertilizado baja del ovario por las trompas de Falopio al útero produce cambios hormonales en el rostro de la mujer. Un efecto es la retención de agua en los tejidos blandos de la cara que ayudan a suavizar ligeras asimetrías en el rostro. Por lo general los rostros simétricos son los que reconocemos como bellos; pues la simetría según la evolución, es señal de salud y buenos genes; es decir, que la belleza es un señuelo para hallar pareja.
En caso de duda las mujeres pueden tomarse dos fotografías al natural; es decir, sin nada de maquillaje; una, durante la menstruación y la otra durante la ovulación. Comparándolas encontrará que durante la ovulación el rostro se ve más simétrico; con mejor color de las mejillas y los labios; los ojos se ven más grandes y claros por tener pupilas más dilatadas; observe también las sutiles diferencias de las orejas y de la nariz.
Un consejo: Las fotos debe hacérselas tomar con maquillaje; porque con el maquillaje usted puede lucir más atractiva, más saludable y lista para procrear todos los días del mes. Bien usado es de gran ayuda para cubrir imperfecciones del rostro que puedan delatar señales de enfermedad, infertilidad o vejez. Pero cuando esté ovulando puede ahorrar maquillaje a la hora de tomarse las fotos.
Un detalle más, el gusto de las mujeres cambia también durante el ciclo menstrual. Mientras están ovulando los prefieren más masculinos, es decir con una fuerte quijada, frente grande, musculoso, movimientos ágiles y varoniles; indicadores de haber recibido una buena dosis de testosterona y de poseer buenos genes que garanticen hijos sanos; pero pasada la ovulación desean un hombre con algunos rasgos femeninos, que sugieren que es más familiar, tierno, cálido y honesto y por tanto más garantía de que ayude en la crianza de los hijos.
Los hombres son más atractivos en lo mejor de su etapa reproductiva, esto es, de los 20 a los 30 años. Ellos las prefieren con figura de reloj de arena que aparece cuando desarrollan senos y caderas anchas indicadores de un equilibrio hormonal correcto y apto para la procreación. Las mujeres que tienen problemas hormonales producen demasiada testosterona e insuficiencia de estrógeno y por eso tienen cuerpo amachado.
Cuando el hombre emite una hormona llamada svasti, activa en la mujer una hormona ubicada en sus glándulas mamarias que producen simpatía hacia él; pero si emite la hormona conocida como sauvástica, activa una hormona en los riñones de la mujer haciendo que se produzca el rechazo
Cuando una mujer emite feromonas procedente del lóbulo anterior o adenohipófisis, así sea joven y bella, inteligente de sobresalientes virtudes no atraerá al sexo opuesto cuya química no es la adecuada para sentirse atraído. Con razón dicen los incompatibles: «No hay química» «esa mujer no me mueve la aguja»
Las mujeres emiten principalmente feromonas de atracción; en cambio los hombres segregan hormonas reflejas de aceptación o de rechazo. Aunque para ser sinceros en mayor abundancia las de aceptación.
Actualmente los humanos no dependemos tanto del uso de las feromonas (aromas) para el apareamiento, porque el uso de los perfumes ha alterado el olfato primitivo.
La observación de que el sudor humano adquiere determinado olor sólo a partir de la pubertad, sugiere que las feromonas incrementan las interacciones sociales de los hombres con las mujeres a partir de la edad que se puede ser reproductivo
Una investigación en el año 1971 descubrió que las amigas íntimas que pasan mucho tiempo juntas o comparten el mismo cuarto sus ciclos menstruales se sincronizan o comienzan con una diferencia de un día o dos debido a la emisión de feromonas. Es sabido también que si se frota sudor de una mujer en el labio superior de otra, sus ciclos menstruales se sincronizan con uno o dos días de diferencia.
Química del amor
Hace apenas una década que se planteó el estudio del amor como un proceso bioquímico que se inicia en la corteza cerebral, pasa al sistema límbico y de allí al sistema endocrino, dando lugar a respuestas
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