Relajacion Como Medio Terapeutico

RELAJACIÓN COMO MEDIO TERAPÉUTICO.

Relajación:

La relajación consiste en relajar los músculos mediante cualquier técnica, descansando a la vez el espíritu y el cuerpo. Esto permite en gran medida disminuir la tensión y encontrar un equilibrio, un bienestar

Todo el mundo coincidirá en señalar que la relajación es un estado de reposo o tranquilidad. Todo lo contrario a un estado de excitación general.

Para profundizar un poco más en lo que es relajación daremos otros términos:

“La práctica de relajación consciente superan la idea del simple descanso y recuperación física, relajarse es algo más que un abandono momentáneo de la actividad o de nuestras ocupaciones. Tampoco es sinónimo de distracción o diversión. La relajación es una puerta de entrada para el descubrimiento de sí mismo, es un paréntesis en la actividad en donde la persona se libera”.

“Lo importante durante la sesión de relajación es ir sintiendo, no pensando ni imaginando ni analizando, las diferentes zonas del cuerpo de manera progresiva, es un experiencia directa y vivencial y no intelectiva o conceptual.

La relajación es una herramienta clínica muy utilizada, a través de los siglos se han desarrollado intervenciones o técnicas que han sido aplicados en una gran variedad de desórdenes médicos y psicológicos, también se ha utilizado para facilitar las conductas, mejora actitudes.

Desde la psicología de las emociones, la relajación ha sido entendida como un estado de características fisiológicas, subjetivas y conductuales similares a las de los estados emocionales, pero de signo contrario. Las emociones intensas, especialmente las negativas (ira, agresividad, estrés, etc.) cursan con un alto nivel de actividad fisiológica, por el contrario, los estados de tranquilidad, caso de la relajación, el nivel de activación fisiológica se supone mínimo, siendo su principal mecanismo de acción la activación del sistema nervioso parasimpático. Sea como fuere, lo importante es que conocer y aplicar estas técnicas supone un potente recurso para combatir las emociones negativas y ayudar, también a los niños, a generar estrategias para el control de ciertas conductas y afrontar o reducir eficazmente miedos, ansiedad o síntomas depresivos.

Beneficios e Importancia:

Los numerosos beneficios físicos, psicológicos, y emocionales, como el sentimiento de bienestar y el estado de calma psicológica resultante. La relajación es una herramienta verdaderamente eficaz para restablecer o mantener un estado de equilibrio y de armonía.

La relajación específicamente en niños sirve para descansar el organismo, para disminuir el estrés muscular y mental. Esta favorece una mejor capacidad para escuchar, aumenta la confianza en uno mismo, la memoria y la concentración, permite mejorar la calidad del aprendizaje.

La relajación permite al niño llegar a un estado de bienestar, de calma y de concentración después de una actividad intelectual o física intensa,

También contribuye al desarrollo de la lateralidad, canalizar las energías de los niños y se ha demostrado que ayuda a aumentar el rendimiento en los deportes, a vender la timidez.

La relajación mejora el desarrollo de la personalidad, la confianza en uno mismo, la paciencia, el equilibrio, a mejorar la sensibilidad, a dormir mejor.

Ayuda también a la concentración y al desarrollo de la creatividad y a comer más despacio.

La importancia de las técnicas de relajación no reside en ellas mismas, sino en la aplicación que se haga de ellas. No son fines en sí mismas, sino medios para alcanzar una serie de objetivos. El objetivo fundamental es dotar al individuo de la habilidad para hacer frente a las situaciones cotidianas que le están produciendo tensión o ansiedad. .

Técnicas de Relajación:

• Relajación Progresiva: consisten básicamente en aprender a tensar y luego relajar los distintos grupos musculares del cuerpo, de forma que el niño o adulto sepa discriminar entre las sensaciones cuando el músculo está tenso y cuando está relajado. Se supone que una vez se ha aprendido a discriminar y lo convirtamos en un hábito, estaremos en mejores condiciones para identificar y tratar las diferentes situaciones cotidianas que nos crean ansiedad, tensión o emociones negativas. Este tipo de relajación puede aplicarse en niños a partir de los 7 u 8 años aproximadamente. .

Aconsejamos aplicar esta técnica por las noches, antes de dormir o buscar algún momento que sea tranquilo. El niño debe estar cómodo en sillón, sofá o cama.

La técnica empieza centrando su atención en la relajación de los brazos y manos (en la primera sesión) para incorporar en sesiones progresivas la cabeza (frente y cuero cabelludo, ojos y nariz, boca y mandíbulas); el cuello; hombros, pecho y espalda; estómago; y finalmente las piernas. Este orden puede cambiarse según las necesidades y edad del niño. Una vez tenemos un grupo muscular trabajado podemos pasar a otro.

Las instrucciones siempre son las mismas y van dirigidas a notar la diferencia, dentro de cada grupo muscular, entre tensión y distensión.

• La Relajación Pasiva: Esta técnica se diferencia de la Relajación Progresiva en que no utiliza ejercicios de tensión. Puede resultar indicada cuando los sujetos presentan dificultades o incapacidad orgánica para tensar los músculos o relajarlos una vez tensados. También hay que destacar que aparte de las frases de la relajación pasiva se introducen frases típicas de la relajación autógena.

En esta técnica se pretende que el niño o adulto aprenda a relajar la diversas partes del cuerpo siguiendo un esquema parecido al del anterior iniciando por los brazos y continuando con las demás partes del cuerpo. Si aplicamos esta técnica a niños o personas con dificultades debemos evitar pasar de un grupo muscular a otro si no se consigue un mínimo de relajación en el grupo previo. Recordar que hay que adaptarse a la edad y características de cada persona.

• La Relajación Autógena: consiste básicamente en una serie de frases elaboradas con el fin de inducir en el sujeto estados de relajacion a través de autosugestiones sobre:

1. Sensaciones de pesadez y calor en sus extremidades.

2. Regulación

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