ENSAYO Y CRITICA DEL LIBRO MEDIOS NARRTIVOS CON FINES TERAPEUTICOS

Las historias pueden ser positivas o negativas. La mayoría de nosotros disponemos de múltiples relatos a cerca de nosotros mismos, de los demás y de nuestras relaciones. Algunos de ellos promueven la competencia y el bienestar. Otros, sirven para constreñir, trivializar, descalificar o patologizarnos de alguna u otra manera a nosotros mismos, a los demás o a nuestras relaciones. Y otras historias pueden dar confianza, animar, liberar, revitalizar o curar. El relato que prevalezca a la hora de dar significado a los sucesos de nuestras vidas determinará, en gran medida, la naturaleza de nuestras vivencias y nuestras acciones. Si predomina una historia saturada de problemas, se nos invita una y otra vez a la desilusión y la tristeza.

Analogía del texto. El saber-poder.

Las respuestas de los sujetos a las exigencias del problema, constituyen inadvertidamente el sistema de apoyo a la _ vida del problema_ , a su supervivencia y su carrera. Comprendemos nuestras vidas, les damos sentido y nos expresamos a nosotros mismos al relatar nuestra experiencia. Sin embargo, una narración nunca puede abarcar toda la riqueza de la experiencia vivida. La experiencia es más rica que la narración que hacemos de ella: las estructuras narrativas organizan la experiencia y le dan sentido, pero siempre hay sentimientos y experiencias vividas que el relato dominante no puede abarcar.

Al estructurar nuestras narraciones, seleccionamos, dejando de lado de entre el conjunto de hechos de nuestra experiencia, aquellos que no encajan en los relatos dominantes que nosotros y los demás, desarrollamos acerca de nosotros mismos. Con el tiempo, gran parte de nuestro bagaje de experiencias vividas queda sin relatar y nunca es contado o expresado. Permanece mudo, sin organización ni forma.

El relato o autonarración no es algo rígido. Las vidas y relaciones de las personas evolucionan al representar sus narraciones. Estas representaciones de relatos se vincula a la _ relativa ideterminación de todo texto_ o su ambigüedad, ello exige que la persona deba todo el tiempo generar significados, bajo la guía del texto. Los relatos están llenos de lagunas que las personas deben llenar, y con cada nueva versión, las personas reescriben sus vidas. Cada vez que volvemos a contar un relato, a través de su realización, surge un nuevo relato que incluye al anterior y lo supera.

Las personas tienen problemas, cuando las narraciones dentro de las cuales relatan su experiencia no representan suficientemente sus vivencias. _ Hay aspectos significativos de sus experiencias vividas que contradicen esas narraciones dominantes con las que llegan a terapia_ O sea:

– las personas son ricas en experiencia vivida

– sólo una fracción de esa experiencia puede relatarse en un determinado momento

– gran parte de la experiencia vivida queda por fuera del relato dominante.

– Estos aspectos de la experiencia vivida que quedan por fuera del relato dominante constituyen una fuente, llena de riqueza y fertilidad, para la generación y regeneración de relatos alternativos. Estos aspectos por fuera del relato dominante, son los _ sucesos extraordinarios_

– Los sucesos extraordinarios incluyen: sucesos, sentimientos, intenciones, pensamientos, acciones, etc. que tienen una localización histórica, presente o futura, y que el relato dominante no puede incorporar.

La identificación de los acontecimientos singulares puede facilitarse mediante la externalización del problema. Romper con la descripción dominante saturada de problemas de la vida y relaciones de la persona. Luego, se rastreará la influencia del problema en sus vidas y relaciones:

– ¿Cómo ha estado afectando este problema a tu vida y a tus relaciones? Al separarse de la descripción de la vida saturada por el problema, la persona está en mejores condiciones para identificar los sucesos extraordinarios. Al separarse del relato dominante, la persona experimenta una nueva sensación de poder personal.

Cuando se identifica los sucesos extraordinarios, el psicólogo invita a la persona a atribuirles significado. Para que esta asignación de sentido ocurra, es necesario que otros acontecimientos extraordinarios, pasados, persentes y futuros se organicen en un relato alternativo, esto es lo que llamamos _ reescritura de la vida y las relaciones_

Preguntas que guían la atribución de significados

– Explicaciones: ¿Cómo pudiste resistir la influencia del problema en esa ocasión?

– Redescribirse a sí mismo y sus relaciones: hoy lograste resistirte a la influencia del problema.

¿Qué dice eso de vos como persona?

– Posibilidades que abren los sucesos extraordinarios: ¿Cómo crees que esta nueva información sobre vos afectará tus próximos pasos de acá en más?

Narración dominante y discursos sociales dominantes.

Los relatos de las personas que acuden a terapia, están enmarcados en un contexto más ámplio, de producción normalizadora de tipos de individualidades sujetadas, de acuerdo a mecanismos de Poder-saber dominantes en cada cultura. Foucault nos permite ver el poder no sólo en su fuerza represiva, sino en cuando productivo, en cuanto constitutivo de subjetividades y prácticas de subjetivación, por medio de verdades normalizadoras, técnicas de disciplinamiento y control que lo realimentan.

Foucault distingue dos niveles de saberes. Los discursos totalizantes y dominantes por un

lado, y por otro, los saberes sujetos, subyugados, enterrados, ocultos, negados en su condición de saberes, saberes de bajo rango, descalificados, locales. Por la recuperación de estos saberes enterrados, apartados del discurso dominante, podremos redescubrir la historia de las luchas y conflictos, proporcionar un espacio para que los saberes sujetos puedan desarrollarse, realizar una crítica efectiva a los saberes dominantes.

Creeemos que las narraciones dominantes en las vidas de las personas que acuden a terapia,

están influídas por los saberes unitarios y normalizadores de su sociedad. Los problemas de la gente son fruto de su sometimiento a tecnologías de control, a mecanismos de poder-saber que producen individuos sujetados. Uno de los discursos dominantes es el discurso psiquiátrico, que cataloga y estigmatiza a las personas, las separa y las aisla. En terapia tratamos de identificar los discursos de verdad que someten a las personas, por ejemplo, en relación a normas y expectativas que la persona

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