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Rol Del Maestro


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2014  •  3.956 Palabras (16 Páginas)  •  251 Visitas

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Índice

 Introducción

 El Rol del Docente Como Orientador

 El rol del docente en la orientación vocacional

 El docente como orientador.

 La orientación en el proceso de enseñanza de las técnicas

 Técnicas y métodos de enseñanza principios didácticos

 Directivas Didácticas

 Aplicación de la Orientación como Asesoramiento y Consulta en la Educación Preescolar.

 Necesidades de la Orientación

 Educación Preescolar

 Orientación Metodológica.

 La Educación Básica la Familia y Otros Componentes de la Comunidad

 Conclusión

 Bibliografía

 Anexos

Introducción

La orientación educativa se constituye como uno de los factores que favorecen la calidad y mejora de la enseñanza. Si ya la orientación educativa se plantea, por su propia concepción, como objetivo prioritario favorecer el máximo desarrollo del alumno, entonces lograr la mejor implantación de la orientación, se convertirá en uno de los retos de la educación del futuro. De esta forma, la orientación se constituye en uno de los factores esenciales del sistema educativo, que puede proporcionar calidad al “producto” educativo que genera nuestra escuela. En este sentido, las siguientes son necesidades apremiantes: que la orientación forme parte de la función docente; la obligación de los centros educativos para coordinar estas actividades; garantía de las administraciones públicas en la implantación de la orientación; que la actividad orientadora sea realizada por profesionales especializados. Los padres y la sociedad civil organizada pueden desempeñar un importante papel en la organización de unos servicios que desarrollen la función orientadora, con una nueva concepción que pueda dar respuesta a las necesidades planteadas. EL DOCENTE COMO ORIENTADOR Cada vez que actuamos, cada vez que decimos algo, no sólo se manifiesta el objeto sobre el cual actuamos o aquello a los que nos referimos al hablar, se manifiesta también una determinada interpretación de lo que significa ser humano y, por lo tanto, una ontología, en el sentido que le conferimos al término.(Echeverría. 1997: 29).Para el autor citado, se trata de una ontológica visión que privilegia la condición humana, y cuyo sentido de comprensión.

La educación en la actualidad presenta variedad ya que esta puede ser de manera presencial o a través de la interacción tecnológica, pese a ello, no se prescinde de la figura docente.

Las necesidades sociales exigen cada vez más la preparación profesional de las personas que fungen esta importante labor ya que es una responsabilidad que se debe asumir con madurez, ya que se trata de formar individuos con mejores aspiraciones de calidad personal y social, se debe tener en cuenta que ellos no son objetos, por lo que la enseñanza de modelo clásico o tradicionalista está fuera de contexto, ya no tiene cabida, por lo que es preciso eliminarla o desecharla.

 El Rol del Docente Como Orientador

La calidad de la educación es un concepto complejo, con diferentes significados, compuesto por diversos factores que intervienen en el proceso de enseñanza-aprendizaje y que en ningún caso podemos asociarla con una mejor preparación intelectual o de instrucción de los alumnos, por lo que ello supondría de reduccionismo.

Efectivamente, la orientación educativa se constituye como uno de los factores que favorecen la calidad y mejora de la enseñanza. Si ya la orientación educativa se plantea, por su propia concepción, como objetivo prioritario favorecer el máximo desarrollo del alumno, entonces lograr la mejor implantación de la orientación, se convertirá en uno de los retos de la educación del futuro. De esta forma, la Orientación se constituye en uno de los factores esenciales del sistema educativo, que puede proporcionar calidad al “producto” educativo que genera nuestra escuela. En este sentido, las siguientes son necesidades apremiantes: que la orientación forme parte de la función docente; la obligación de los centros educativos para coordinar estas actividades; garantía de las administraciones públicas en la implantación de la orientación; que la actividad orientadora sea realizada por profesionales especializados. Los padres y la sociedad civil organizada pueden desempeñar un importante papel en la organización de unos servicios que desarrollen la función orientadora, con una nueva concepción que pueda dar respuesta a las necesidades planteadas. EL DOCENTE COMO ORIENTADOR

Cada vez que actuamos, cada vez que decimos algo, no sólo se manifiesta el objeto sobre el cual actuamos o aquello a los que nos referimos al hablar, se manifiesta también una determinada interpretación de lo que significa ser humano y, por lo tanto, una ontología, en el sentido que le conferimos al término. (Echeverría. 1997: 29).Para el autor citado, se trata de una ontológica visión que privilegia la condición humana, y cuyo sentido de comprensión

 El rol del docente en la orientación vocacional

La Orientación Vocacional pretende ayudar a que la persona elabore un concepto adecuado de sí mismo y de su papel en el trabajo. No es un proceso puntual, sino continuo en el tiempo, que persigue como objetivo el desarrollo de la persona.

Bajo esta perspectiva, la Orientación Vocacional es un proceso complejo y continuo, que tiene como objetivo despertar intereses vocacionales a través del conocimiento de sí mismo, ajustar dichos intereses a la competencia laboral del sujeto y evaluarlas en relación a las necesidades del mercado de trabajo, es decir, ubicarse luego en el contexto social-laboral."

Cómo influencian positiva o negativamente a sus alumnos.

Los docentes a cargo de los últimos años de los colegios secundarios se encuentran frente a un grupo de alumnos lleno de expectativas, dudas, fantasías, ansiedades, angustias... así como también pueden identificar otras veces cierta apatía o desinterés frente al futuro vocacional. ¿Cuál es el rol del docente en esta situación?

En algunos casos, los profesores escogen tener un rol activo, ya sea a través de actividades, abriendo espacios de reflexión y discusión o, simplemente, dando su opinión o compartiendo experiencias personales. Otros profesores prefieren mantenerse al margen ya que consideran que la orientación vocacional es tarea exclusiva de los psicólogos y psicopedagogos. Sin embargo, debemos decir, todos y cada uno de los docentes cuenta con un lugar privilegiado en la vida de los estudiantes y, por tal motivo, tienen influencia directa sobre el proceso de orientación vocacional. Es, entonces, fundamental que puedan asumir dicho rol de forma responsable. Lo quieran o no, tienen un rol influenciador en la orientación vocacional de sus alumnos.

El docente como orientador.

Aquí consideramos dos ejes principales:

• Orientador en su calidad de modelo, de referente: no es raro escuchar a alguien hablar sobre algún profesor en particular, mencionando lo especial que fue esa persona en su vida o cómo “lo marcó”. Y esta situación sintetiza bastante bien a aquello que queremos referirnos. El docente es un modelo para sus alumnos, en tanto y en cuanto representa algún campo de la realidad. Un profesor de historia, por ejemplo, para sus alumnos no es solo quien enseña los contenidos de la materia, sino quien encarna lo que significa estudiar historia, vivir de esa profesión, etc. A partir de esa visión, el adolescente puede imaginarse en esa función y experimentar cómo se sentiría si la escogiera. Cabe señalar en este punto, que es clave la transmisión que se realiza, más allá de las palabras, respecto a la pasión con que ejercen su profesión, la coherencia entre lo que enseñan y piensan, la satisfacción general que se percibe que tienen con sus elecciones, etc.

• Orientador en su calidad de asesor en lo que respecta al aprendizaje: nos referimos a un aspecto más de índole evaluativa por parte del profesional, quien debería ocuparse de identificar no solo las potencialidades y capacidades del alumno, sino también aquellas dificultades o perturbaciones que se presenten en el proceso de aprendizaje, pudiendo perjudicar así al alumno en su desarrollo personal-educativo futuro. Un problema identificado a tiempo puede ser de gran ayuda para evitar futuras frustraciones y para ayudar a realizar elecciones apropiadas.

 La orientación en el proceso de enseñanza de las técnicas

Durante el proceso de aprendizaje se pueden usar diversas técnicas y métodos de enseñanza. Ocurre que muchas veces estos métodos son usados de una forma empírica sin una mayor profundización y usándose en ocasiones de modo incompleto. Esto ocurre muchas veces por desconocimiento y falta de formación al respecto, de ahí que es de vital importancia estudiar, analizar y poner en práctica los diferentes concepto, teorías al respecto y metodologías desarrolladas para e logro del objetivo último: un alto nivel educativo en los procesos de formación del niño, el joven bachiller y el profesional universitario.

Por medio de este trabajo se busca satisfacer el conocimiento y aprendizaje de los diferentes métodos y técnicas de enseñanza, la organización de acuerdo a las actividades desarrolladas en clase y la búsqueda permanente del mejoramiento en la calidad del aprendizaje estudiando los métodos de enseñanza individual y socializada y así como las más de veinte técnicas de enseñanza existentes y reconocidas hoy en día.

Técnicas y métodos de enseñanza principios didácticos

Los métodos y técnicas de la enseñanza, independiente de las teorías que los originen deben sujetarse a algunos principios comunes, teniendo en cuenta el desarrollo y madurez pedagógica alcanzada hasta el presente.

Los siguientes son los principios y una breve descripción de algunos de ellos:

• Principio de proximidad

Integrar la enseñanza lo más cerca posible en la vida cotidiana del educando.

• Principio de dirección

Tornar claros y precisos los objetivos a alcanzar.

• Principio de marcha propia y continúa

Procura respetar las diferencias individuales, no exigiendo la misma realización de todos los educandos.

• Principio de ordenamiento

Con el establecimiento de un orden se busca facilitar la tarea de aprendizaje.

• Principio de adecuación

Es necesario que las tareas y objetivos de la enseñanza sean acordes con las necesidades del educando.

• Principio de eficiencia

El ideal: mínimo esfuerzo máxima eficiencia en el aprendizaje.

• Principio de realidad psicológica

Previene que no se debe perder de vista la edad evolutiva de los alumnos, así como tampoco sus diferencias individuales.

• Principio de dificultad o esfuerzo

Es preciso tener el cuidado de no colocar al educando ante situaciones de las que tenga Posibilidades de salir bien. Pues el fracaso continuado es peor veneno para la criatura humana.

• Principio de participación

El educando es parte activa y dinámica del proceso.

• Principio de espontaneidad

Cualquier proceso emprendido debe favorecer las manifestaciones naturales del educando.

• Principio de transparencia

El conocimiento aprendido debe replicarse en otras situaciones de la vida diaria.

• Principio de evaluación

Con un proceso continuo de evaluación, el docente podrá identificar a tiempo dificultades en el proceso de aprendizaje.

• Principio reflexión

Inducir al pensamiento reflexivo en el alumno como parte integral de actuar del ser humano.

• Principio de responsabilidad

Encaminar todo el proceso de enseñanza de modo que el educando madure en cuanto a comportamiento responsable.

Directivas Didácticas

Es el conjunto de recomendaciones que el profesor o docente debe tener en cuenta siempre que trabaje con un grupo de alumnos.

Dentro de estas directivas didácticas están: tener en cuenta las ideas de los alumnos, incentivar la expresión libre y los debates al interior del grupo, cultivar la confianza con los alumnos dentro y fuera de la clase, manejo de los ritmos de clase y estar atento a la fatiga de los alumnos, crear ambiente agradable en clase, ser puntuales con la clase, atender con eficiencia las inquietudes estudiantiles, buscar la comunicación adecuada con los alumnos, manejar con sabiduría tanto a los alumnos mediocres como a los llamados adelantados, etc.

Todas la anteriores directivas enmarcan en últimas el “deber ser” que debe reunir todo buen docente.

La apropiación que hagamos de lo anterior resulta trascendental para lograr el objetivo de formarnos de una manera eficiente y proactiva como docentes.

 Aplicación de la Orientación como Asesoramiento y Consulta en la Educación Preescolar.

Funciones de la Orientación en Educación Infantil

Las funciones de la Orientación en esta etapa no presentan diferencias significativas con respecto a las otras etapas educativas, según lo expuesto por María de Codés Martínez

González (1998).

Se puede afirmar que la intervención, tiene para esta etapa, así como para Primaria y

Secundaria, un carácter preventivo, interactivo, contextualizador, integrador y especializado.

Centrándonos exclusivamente en la etapa de Infantil, deberíamos tomar como referente las características evolutivas de los escolares y los objetivos curriculares generales y de área especificadas para esta etapa. De este modo, entendemos la orientación e intervención psicopedagógica, como una función general de apoyo técnico a “la práctica educativa y de colaboración con sus agentes, que no tenga carácter puntual, coyuntural y externo, sino progresivo, continuo e interno”( Burgués Zaera, 1990), en estrecha colaboración con el ámbito familiar de los niños, y organizada en torno a los siguientes núcleos de referencia:

 Construcción y progresivo desarrollo de la identidad y a nivel personal, es decir, conocimiento y valoración de uno mismo.

 Desarrollo de la autonomía personal, o lo que es lo mismo, control de sí mismo y capacidad para utilizar los recursos personales.

 Descubrimiento progresivo, conocimiento y comprensión de la realidad física y social.

 Desarrollo de habilidades sociales y comunicativas.

 Desarrollo de habilidades y destrezas psicomotoras: esquema corporal, lateralidad, ritmo, coordinación estática y dinámica, etc.

 Desarrollo de habilidades y destrezas cognitivas y lingüísticas: observación, percepción, atención concentración, orientación espacio- temporal, memoria, pensamiento lógico y lenguaje oral.

 Detección de sujetos en situación de riesgo y con necesidades educativas especiales.

Las cuales conforman un amplio elenco de actuaciones que desde la orientación será posible satisfacer.

Necesidades de la Orientación

La buena Orientación se preocupa sobre todo de responder a las necesidades y diferencias de los niños/as en su crecimiento. Por tanto desarrollar un programa efectivo de orientación contribuye a la inserción de individuos equilibrados, completos y activos en la sociedad. La buena orientación se encarga de ayudar al niño en su pensamiento y en su acción, con las debidas adaptaciones o cambios interiores que se precisen.

Principalmente, es responsable de una buena inserción de los individuos en la sociedad, es un proceso cualitativo encargado de responder a las cualidades de los sujetos y dinámico. Se esfuerza por desarrollar a los miembros de la sociedad, para que puedan resolver por sí mismo sus problemas, bien sea individualmente o en grupo, según sea la necesidad.

No obstante, hemos de reconocer que se trata de un proceso complejo. El orientador ha de estar en alerta para posibles ajustes para así ayudar en la consecución de la madurez del niño.

Los miembros de toda la Comunidad Educativa han de facilitar o ayudar a los niños a familiarizarse con las nuevas y extrañas experiencias con las que se van a afrontar, esas experiencias serán una orientación efectiva para los escolares.

En la infancia, una educación adaptada a las necesidades de cada niño/a tiene un marcado carácter preventivo y compensador, ya que los primeros años de vida son decisivos para el desarrollo personal y social de los individuos.

Hay algunos alumnos/as que debido a condiciones personales de discapacidad física, psíquica o sensorial van a requerir de recursos y ayudas específicas en su aprendizaje

 Educación Preescolar

La Educación Preescolar es la parte inicial del sistema formal regular de la educación. Comprende por lo menos un año de duración y la edad de ingreso es de 5 años y 6 meses cumplidos al último de febrero, con un margen inferior de 5 años y 3 meses cumplidos a la misma fecha.

En términos generales, la Educación Preescolar tiene como finalidad proveer las bases para el desarrollo integral del niño. Esas finalidades son:

• Proteger la salud del niño y estimular su crecimiento físico y orgánico.

• Fomentar la formación de buenos hábitos.

• Desarrollar actitudes de compañerismo y cooperación.

• Facilitar la expresión del mundo infantil; y

• Estimular el desarrollo de la capacidad de observación.

Actualmente la población en edad Preescolar atendida cubre el 75% con una población de 68198 niños y niñas en edad legal, y en su mayoría el personal que trabaja en este nivel es graduado Bachiller y Licenciado en Educación Preescolar. Se cuenta con un total de 2.894 educadores, de los cuales el 81% es titulado.

El 29 de agosto de 1996 se presentó a la Asamblea Legislativa un proyecto de Ley que pretende reformar el artículo 78 de la Constitución Política, el cual declara obligatoria la Educación Preescolar para todos los niños y niñas de 4 años y medio a 6 años y medio.

Orientación Metodológica.

El enfoque metodológico en la Educación Preescolar parte del principio de que el niño es una totalidad, es activo y con una individualidad propia. Se le considera el centro del proceso educativo y deben ofrecérsele condiciones adecuadas para que su desarrollo se cumpla en forma integral, fomentando su autonomía, su socialización, sus sentimientos, sus valores y sus actitudes.

Las técnicas metodológicas deben propiciar la participación activa del niño en su propio aprendizaje y a su propio ritmo.

El docente debe ser un facilitador y un sistematizador de las experiencias. Su papel varía de acuerdo con las necesidades de cada uno de sus alumnos.

Partiendo de estos principios se deben tomar en cuenta los siguientes lineamientos metodológicos.

• Al niño se le debe respetar como un ser único en proceso de desarrollo.

• El aprendizaje debe centrarse en sus intereses y necesidades, respetando el proceso evolutivo del niño. Deben prepararse ambientes adecuados y ricos en estímulos, dentro de un clima agradable, que lo motiven y le permitan disfrutar de sus experiencias educativas.

• Las experiencias de aprendizaje que se promueven deben ser aquellas mediante las cuales el educando adquiera conocimientos, desarrolle habilidades y destrezas y logre actitudes y valores para establecer las bases que le faciliten la integración y el enfrentamiento con su propia realidad.

• El juego es el método por excelencia, el cual posibilita el desarrollo de la inteligencia del niño. Más exactamente, el propio proceso constructivo de las nociones intelectuales, sociales y morales.

• El proceso para el logro de un aprendizaje es tan importante como el aprendizaje mismo; para ello deben fomentarse experiencias individuales y grupales.

• El currículo que se utilice ha de ser de “marco abierto”, mediante el cual se propicie el crecimiento tanto del educando como del educador. Ambos, con su aporte, se nutren de experiencias recíprocas, lográndose aprendizajes pertinentes que se inician mediante la acción del niño o de maestro.

• El docente debe valorar las experiencias de sus alumnos y propiciar una relación horizontal, dialogante y recíproca entre él y el niño y entre los niños entre sí.

• La comunidad es un factor valioso dentro de la planificación curricular. Deben aprovecharse todos los recursos que ofrece y, a partir de ellos, planificar y realizar actividades variadas dentro y fuera de la institución

 La Educación Básica la Familia y Otros Componentes de la

Comunidad

La familia como primer ámbito educativo necesita reflexionar sobre sus pautas educativas y tomar conciencia de su papel en la educación de sus hijos. La complejidad de la realidad actual se le escapa y esto repercute en la vida del niño, conllevando problemas escolares y familiares que surgen en la realidad diaria: desinterés, falta de motivación, dependencia, bajo rendimiento, fracaso escolar, violencia, etc., que no se pueden achacar a la sociedad en abstracto, a la familia, a la escuela o a los alumnos, de manera independiente como “compartimentos estanco”, sino que la interacción de todos ellos es la que propicia esta situación.

De ahí surge la necesidad de una formación específica en este nuevo campo de trabajo pedagógico, el familiar, para que cualquier intervención que se intente llevar a cabo tenga en cuenta la visión global de su contexto.

El niño comienza su trayectoria educativa en la familia que la escuela complementa. Por tanto, familia y escuela son dos contextos próximos en la experiencia diaria de los niños, que exige un esfuerzo común para crear espacios de comunicación y participación de forma que le den coherencia a esta experiencia cotidiana. La razón de este esfuerzo se justifica en sus finalidades educativas dirigidas al crecimiento biológico, psicológico, social, ético y moral del niño, en una palabra, al desarrollo integral de su personalidad.

De la coordinación y armonía entre familia y escuela va a depender el desarrollo de personalidades sanas y equilibradas, cuya conducta influirá en posteriores interacciones sociales y convivencia en grupo, que crearán un nuevo estilo de vida.

Es urgente que ambas instituciones se planteen como objetivo prioritario al niño como verdadero protagonista de su quehacer educativo

¿Cómo llevarlo a la práctica?

En primer lugar, es necesaria una nueva forma de enfocar la educación en la familia, que ha de tomar conciencia de la necesidad de su participación en ámbitos sociales más amplios. Esto exige una formación de padres a través de programas.

En segundo lugar, las propuestas han de ir enfocadas hacia intervenciones globales en las que se impliquen las instituciones sociales, escolares y familiares, desde una perspectiva interactiva, ecológica y comunitaria.

Como señalábamos el verdadero desafío es aprender a ser y aprender a vivir en comunidad, esto exige hacer posible espacios de comunicación e intercambios que fomenten la participación y conduzcan a compromisos que enriquezcan la vida personal y colectiva de los implicados.

La familia juega un importante papel en este sentido, pero hay que ayudarla a tomar conciencia de ello. Los cambios de la sociedad actual deben encaminarla hacia una estructura participativa y de compromiso, de modo que cada uno de sus integrantes desempeñe su función, y tenga conciencia de su identidad individual como miembro de esa comunidad. ¿Cómo? Dentro un clima de comunicación se establecen pautas para la distribución y organización de tareas en función de las necesidades y posibilidades de cada miembro. En este contexto, la comunicación adquiere un valor esencial si desea educar para la vida comunitaria, y se convierte en la mejor manera de superar dificultades, conflictos, contrastes y contradicciones de la realidad cotidiana que surgen de la propia convivencia del hogar, y fuera de él.

La escuela se sitúa en el segundo espacio, de vital importancia, en la vida de los niños y niñas. Entre sus objetivos se encuentra: fomentar la participación, cooperación y colaboración entre los alumnos. En consecuencia, la puesta en práctica de los valores comunitarios y democráticos que se proponen en la familia y la escuela, formarían parte de las experiencias y vivencias de los alumnos, desde los dos ámbitos en los que interactúa cada día, configurando su identidad y el concepto que de sí mismo van adquiriendo.

En una sociedad como la nuestra, la familia y la escuela han de tener claros sus papeles y fomentar la vida comunitaria, como fundamento de toda posterior experiencia social. ¿Cuáles son los ejes que han de regir sus actuaciones? Siguiendo a Medina Rubio, T (1997): la autoridad basada en el compromiso ético, el ejemplo como coherencia entre lo que se piensa, se dice y se hace y el amor como el motor que impulsa y da vida.

La experiencia temprana en la familia de formas de comunicación basadas en el diálogo y el consenso sustentarán actitudes democráticas de participación, colaboración y cooperación. En consecuencia, este aprendizaje será reforzado en la escuela si pone en práctica actividades en las que los alumnos trabajen en equipo, utilicen la negociación para resolver sus conflictos y pongan en práctica los valores de la vida comunitaria, en los que se han iniciado en el hogar.

En definitiva, es esencial que padres y profesores se pongan de acuerdo sobre cómo hacer efectiva la participación de la familia en la escuela, para que sus relaciones sean de ayuda mutua y hacer frente a los desafíos que les presenta este mundo en cambio, lo que va a repercutir de forma positiva en la educación de los niños y va dar coherencia a sus experiencias.

Conclusión

Todo docente debe ser responsable de retomar el papel de investigador educativo para comprender mejor la tarea que esté realizando, qué tipo de individuos esta formando, qué problemáticas existen, cuáles son las causas, cómo se resolverán; qué debe cambiar; qué se debe anular; cómo transformar la práctica educativa, de tal forma que sea un ambiente favorecedor de aprendizajes, en el que todos los elementos participen, se ayuden y se sientan a gusto, para lograr así la constitución autónoma en el presente y para el futuro.

En conclusión, el docente, junto con la familia, suelen ser los referentes directos para el alumno y son los encargados de velar por su salud en cuanto a lo psico-social y a lo pedagógico así como de crear espacios de autodescubrimiento, desarrollo personal y de expansión del espíritu crítico a fin de prepararse para la vida.Familia y Escuela tienen funciones sociales diferentes, pero complementarias. Ante la complejidad del mundo de hoy han de unir sus esfuerzos para lograr superar las dificultades que se les presentan porque en última instancia su razón de ser está en función del protagonismo del educando en su tarea educadora.

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