SEXUAÑLIDAD EN ADOLESCENTES
Enviado por leoncita2012 • 14 de Septiembre de 2012 • 521 Palabras (3 Páginas) • 603 Visitas
OBSTÁCULOS QUE DIFICULTAN A LOS PADRES EL ABORDAJE DE ESTOS TEMAS.
• Miedo a no saber responder las preguntas de los adolescentes. Ellos quieren hablar, conocer lo que pensamos, cómo enfocamos determinadas cuestiones, que les ayudemos a situar los límites, las emociones y los sentimientos.
• No saber cómo enfocar la conversación. Quizá no sepa cómo ni por dónde empezar. A veces el adolescente está pasando por el mismo dilema.
• Sentimiento de vergüenza.
• Miedo a que el adolescente piense diferente. Quizá las actitudes sobre estos temas sean diferentes a las de sus hijos. Lo importante es iniciar el diálogo.
CREENCIAS ERRÓNEAS SOBRE
LA SEXUALIDAD Y LA INFORMACIÓN SEXUAL DE LOS ADOLESCENTES
• Lo aprenden solos. Falso. La información sexual de que disponen los adolescentes NO garantiza que sea correcta, veraz o adecuada.
• Se lo enseñan en la escuela. Depende. No todas las escuelas tienen programas de educación afectiva y sexual.
• La educación sexual incita a la práctica sexual. Falso. La educación sexual fomenta la responsabilidad y la adecuada toma de decisiones; Lo que de verdad es peligroso es la ignorancia.
• Todavía son unos niños. La educación sexual debe llevarse a cabo de manera adecuada a cada edad.
SUGERENCIAS
Cuida tu relación de pareja: el ámbito familiar ofrece un modelo de lo que es una relación de pareja, permite aprender al adolescente de un modelo de relación.
Habla con tus hijos. De nada en especial o si lo prefieres, de todo un poco. En conversaciones cortas, casuales, no premeditadas. Aprovecha las diferentes ocasiones, permite cualquier tipo de conversación.
Evita sermones y conferencias. No llevan a ningún lugar y fomentan que se corten de raíz posibles conversaciones en el futuro.
Escucha a tus hijos. Hablar con los hijos no es exponer las propias opiniones o normas: es dialogar, hablar y también escuchar. Es intentar entender el mundo de tu hijo y ayudarle a construirlo.
Crea pequeños espacios improvisados en los que el diálogo sobre cualquier tema pueda fluir espontáneamente. Aprovecha alguna pequeña gestión para pedir a tu hijo(a) que te acompañe y habla de temas cotidianos que no sean objeto de confrontación entre ustedes.
No tomes como medida lo que hacías o pensabas a su misma edad. No es una medida válida, ya que las experiencias y los tiempos son diferentes.
Ayúdales a desarrollar su autoestima y su propia valía.
...