SINDROME DE DOWN

Ver a un niño con síndrome de down, conocidos vulgarmente como niños mongolitos, la mayoría de las personas piensan que son niños que no saben, que no sienten, que no piensan o incluso que no sirven para nada, solo para dar problemas. La mala información de las personas hace que estos niños sean discriminados, o se burlen de ellos por sus rasgos físicos, por su dificultad para hablar o hasta para comportarse. El tener o conocer a un niño especial cerca de nosotros, debería tomarse como algo normal, brindarles apoyo, cariño y admirar sus logros, ellos no cuentan con las mismas capacidades que nosotros para desarrollar las actividades cotidianas. Los niños con síndrome de down tienen mayor desarrolladas sus emociones y sentimientos, pueden ser muy enojones e incluso muy cariñosos.

Tiempo atrás, muchas personas creían que cuando un niño tenía alguna enfermedad, como el parálisis cerebral o el síndrome de down, entre otras, era un castigo divino, que Dios había mandado a la familia por haber cometido algún pecado, y por esta razón hacían menos a los niños con alguno de estos problemas.

Para los niños especiales, la vida es un poco mas difícil, es por ello que necesitan siempre apoyo de todas las personas a su alrededor, el hecho de saber que su familia, amigos y conocidos están con el, para apoyarlo y ayudarlo, los hace sentirse alegres, con ganas de esforzarse para que al final todo valga la pena. Para ellos es mas difícil hacer cosas que para nosotros nos resultan fáciles, sin embargo nosotros no le damos el mismo valor al lograrlo que ellos por ser especiales y haber podido lograr un reto mas en su vida.

Lo que nosotros podemos hacer para apoyarlos es, brindándoles atención, sonreírles, ser amables y verlos como vemos a los demás, hacerles ver que son personas iguales que nosotros y, por lo tanto, con los mismos derechos, de lograr alcanzar todo lo que se propongan, y si esta en nuestras manos ayudarlos a cumplir sus sueños, apoyarlos.

Existen muchos casos de niños especiales, desatendidos por sus familias, renunciando a su responsabilidad, por falta de tiempo, por vergüenza a que veas a sus hijos en ese estado, pensando que los niños no sienten, no saben, o están desconectados del mundo, cuando estos niños se dan cuenta de que su familia los rechaza y no los quiere, ellos se dan por vencidos pensando en no ser una carga para sus seres queridos, por que aunque no se puedan mover, no escuchen o no hablen, ellos son mas sensibles que nosotros y se dan cuenta de todo lo que sucede a su alrededor, llegando al grado de dejar de comer, no esforzarse por vivir y mueren.

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