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Semiotica


Enviado por   •  8 de Febrero de 2013  •  1.490 Palabras (6 Páginas)  •  252 Visitas

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Fiestas de la vendimia vinisfera

Se acerca la temporada de la cosecha de las uvas y con ésta las tan esperadas fiestas de la vendimia, que en México se celebran en varias partes de la República.

Por Rafa Ibarra

Llega el verano. Llega el momento de cosechar el trabajo que representa todo un año. Llega la tan esperada vendimia: la cosecha de la vitis vinífera. Un año más de carácter que suman a su edad todas las vides. Desde las jóvenes, impetuosas y sencillas, hasta las septuagenarias, venerables y complejas. El tiempo en que, de manera escalonada en todas las zonas del país donde se cultiva la vid, inician las llamadas “Fiestas de la Vendimia”.

Desde las más grandes, fastuosas, y de mayor duración que son las de Ensenada, pasando por las de Querétaro, Parras, Zacatecas y Aguascalientes, hasta llegar a las más modestas, pero igual de alegres, como la realizada en el diminuto ejido Las Maravillas, un pequeño rincón de García, Nuevo León.

Y es que para nosotros, como consumidores y alegres asistentes a estas fiestas a las que todos estamos invitados, la vendimia significa que habrá fruta para elaborar nuevos caldos que nos deleitarán en los años venideros. Y con eso nos basta. ¡Digamos “salud” por el nuevo vino!

Pero para los viticultores y vinicultores, la vendimia no únicamente es un momento de alegría, sino que es el momento de la verdad que cada año muestra una cara diferente. La vendimia será la respuesta a cientos de preguntas: ¿cómo será este año: favorable o desfavorable?, ¿se habrá logrado toda la cosecha esperada o las heladas y otras situaciones climatológicas, fuera del alcance del agrónomo, habrán mermado la producción?, ¿cuánto se logró este año: el 90%, el 70%, el 50%, o menos?, ¿hay suficiente uva para cumplir con los compromisos adquiridos con los bodegueros?, ¿de qué calidad es la uva?, ¿podremos usarla para hacer vinos de todas las líneas o sólo de algunas?, ¿se logró la concentración que se buscaba para empezar ese proyecto que traen en la mente desde hace años?, ¿el nuevo método de cultivo que están experimentando está cumpliendo su objetivo o no? Cada agricultor, enólogo y bodeguero enfrenta el mismo momento con preguntas diferentes, cuya respuesta establecerá nuevos puntos de partida.

Al llegar la vendimia, la Madre Naturaleza (ayudada por la mano del hombre, por supuesto) ya ha cumplido con su parte. Es entonces el momento de agradecer y de celebrar por lo que hemos obtenido de ella, con todo el sudor y cuidado que se puso en las viñas. Sabemos que la calidad del vino indiscutiblemente empieza en el viñedo –con buena uva se puede hacer mal vino, pero con mala uva nunca se podrá hacer buen vino–. La estafeta está ahora en mano de los enólogos y winemakers, quienes adquirirán la responsabilidad de hacer lo mejor que sus conocimientos, habilidades y equipamiento les permitan.

Mientras tanto, ¡todos juntos celebremos la esperanza! ¡La vendimia ha llegado!

Más allá del esnobismo o de la cuestión elitista que para más de alguno representa, ¿qué hay detrás de la apreciación de un vino?

Por Rafa Ibarra

“El vino no es para todos”. Es una frase que leí hace poco y con la que no estoy de acuerdo. Sin embargo, me puse a pensar si existe algún contexto en el que tenga validez.

Creo que si la persona que hizo esta declaración se refería a que no todos saben apreciar al vino, esto es más cercano a la realidad. Permítanme explicarme haciendo la siguiente analogía:

Cuando vamos a la escuela, hay materias que nos gustan más que otras, a las que les dedicamos mayor tiempo y entusiasmo. Lo que aprendemos en éstas no nos parece una carga, sino que lo disfrutamos y queremos saber más. Con el tiempo posiblemente nuestros estudios superiores lleguen a estar relacionados con estas materias. Es así porque realmente las apreciamos; reconocemos que nos resultan valiosas.

En lo personal, me gusta aprender sobre el mundo del vino porque el placer de beberlo aumenta con el conocimiento de lo que hay detrás de la botella que estoy destapando. Saber sobre la región, el clima, la tierra, las uvas y el proceso de elaboración y crianza, complementa mi experiencia.

Beber sólo por beber se me figura a lo que hacen muchos estudiantes hoy día: “machetearse” las respuestas y repetirlas como pericos, sin el menor ánimo de entender su significado. Lo que quieren es cumplir con el trámite de pasar el examen, y tristemente llevan a cabo este procedimiento una y otra vez.

Ahora que lo pienso, es curioso que todas las personas que conozco que realmente aprecian al vino fueron estudiantes sobresalientes o destacan en su profesión. Algunos son verdaderos nerds, o geeks, como los llaman ahora. Para muestra tenemos las dos catatwitter que hemos realizado varias decenas de enófilos mexicanos.

Al igual que el entusiasmo por aumentar nuestro conocimiento, la apreciación del vino es una llama que debe mantener viva cada persona.

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