Significado y manejo de los sueños

SIGNIFICADO Y MANEJO DE LOS SUEÑOS

Todos soñamos sin excepción, cuando alguien dice que no sueña es porque no consigue recordar sus sueños. Soñar es una actividad necesaria para la salud mental y no un flujo. En los lavados de cerebro, las personas que son privadas de esta actividad porque las despiertan en cuanto empiezan a soñar, se muestran cada vez más irritables y terminan por perder el contacto con la realidad.

Los medios de comunicación masiva (radio, cine, tv, y otros) ofrecen abundante material para la elaboración de nuestros sueños. Mientras dormimos nuestros sentidos están desconectados. Por eso no podemos comparar el material onírico con los datos de la realidad externa. Según Pavlov, los sueños resultan de la actividad caótica del sistema nervioso central, que almacena los recuerdos.

Freud sugiere que manifiestan nuestros impulsos reprimidos, aunque su sentido no es claro a simple vista. En la opinión de Simonov, los ruidos neuronales que generan las emociones continúan mientras estamos dormidos, pero las asociaciones que resultan son más libres porque no están sometidas al escrutinio de la lógica.

La función de soñar depende principalmente del hemisferio derecho, que también elabora las fantasías. Según Bakan, mientras alguien duerme, este hemisferio se activa más o menos cada noventa minutos. Esto va acompañado de movimientos oculares rápidos, indicativos que la persona está soñando. Cuando están dormidos, algunos experimentan fuertes sacudidas en las extremidades. También suelen manifestar otros cambios orgánicos como respiración agitada, aumento en la presión arterial, sudor frio, los músculos de la cabeza y el cuello se relajan. De ordinario no nos fijamos en nuestras fantasías. Es mucho más típico que recordemos los sueños. Algunos de ellos nos impactan por su viveza en particular cuando se tratan de pesadillas. En la vigilia están abiertos todos los canales perceptuales y nuestro cerebro procesa de manera lógica los datos provenientes del exterior. En cambio, mientras dormimos, la estimulación externa queda reducida al mínimo.

DIFERENTES TIPOS DE SUEÑOS

Los sueños colocan en primer plano los aspectos menos explorados de la personalidad, que van desde la sombra (las áreas impulsivas) y los rasgos neuróticos hasta los más espiritual y místico. Manifiestan la falta de armonía, el estancamiento en el crecimiento personal, las decisiones mal tomadas, los riesgos en caso de no movernos y los momentos más trascendentes para nuestra vida, familia o cultura. En su papel compensatorio, los sueños ofrecen soluciones más agradables a las situaciones negativas. También muestran rumbos más gratos como posibilidades. El empleado que se quedó callado mientras sus compañeros de trabajo se burlaban de él sueña que lo insulta, golpea y persigue, por lo que despierta sintiéndose mejor. Esto compensa de modo imaginario el supuesto desamor. Por otra parte, los que continúan peleándose y no se comunican, pueden terminar buscando otros (u otras) que los comprenda mejor. Los sueños muestran nuestro verdad sentir interno y nos dan pistas intuitivas y sintéticas. Descubren nuestras reacciones más íntimas ante las personas y las situaciones concretas. El ruido de la vida diaria empuja los pensamientos hacia rumbos que a menudo resultan inadecuados para nuestra personalidad.

La función de soñar intenta restablecer, de manera sutil y simbólica, el equilibrio psicológico total de la persona. Es muy útil dormir más de la cuenta cuando estudiamos para un examen, debido a que los nos ayudan a almacenar del modo más eficiente posible los materiales del aprendizaje diario. Mientras dormimos, el cerebro repasa las memorias del pasado y las pone al servicio del futuro inmediato. Reactiva y reacomoda los recuerdos aprovechando material antiguo. Frente a las situaciones de crisis el cerebro genera una seria de sueños, como una computadora que repasa sus bancos de memoria en busca de las soluciones más oportunas. El primer suelo de la noche identifica la emergencia y la evalúa de manera global y rápida. Mezcla de manera simbólica los recuerdos

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