TEMA- LA AUTOESTIMA

La autoestima, es decir, los juicios que hacemos sobre nuestra autovalía, comienza a tomar forma al inicio de la vida. Es en la infancia donde los niños se evalúan a sí mismos en tres áreas: competencia física, competencia académica y aceptación social; en la adolescencia, nuevas dimensiones como la competencia laboral, el atractivo romántico y la calidad de las amistades íntimas adquieren gran importancia y son factores que contribuyen a la autoestima global. La autoestima es razonablemente estable y a menudo se incrementa durante la adolescencia en particular en el caso de los varones.

Un estilo de crianza afectuoso, sensible y democrático estimula la autoestima, los amigos influyen mutuamente sobre la autoestima por medio de la comparación social durante los años de educación primaria. Para los adolescentes, algunos de los determinantes más fuertes de la autovalía son la calidad de relación con sus compañeros, en particular con amigos íntimos y con probables parejas románticas.

La autoestima podría definirse como el aprecio y valoración que uno tiene por sí misma y es un aspecto muy importante en todo ser humano. La autoestima nos ayuda a definir nuestra personalidad e influye en varios aspectos de nuestra vida y puede determinar nuestra actitud el cómo nos sentimos y encontramos frente a los demás. La autoestima conlleva procesos internos de aceptación que forma parte de una persona por lo que encontramos gentes con autoestima alta y baja, conseguir una autoestima alta no es sencillo y esto depende del nivel de aceptación que tengamos de nosotros mismo.

Una autoestima alta se consigue si una persona logra quererse y ser feliz como es, con sus defectos y virtudes y por el contrario una baja autoestima se traducirá en fracaso y frustración y en no alcanzar las metas deseadas.

LA AUTOESTIMA

La autoestima podría definirse como el aprecio y valoración positiva que generalmente uno o una se tiene por sí misma y es un aspecto del ser humano. La autoestima forma parte de nuestra personalidad e influye en todo lo que hacemos. Nuestro nivel de autoestima puede determinar nuestras actitudes, el cómo nos sentimos y encontramos frente a los demás.

Es importante señalar que aunque nosotros somos responsables de definir nuestra autoestima, un estilo de crianza afectuoso, sensible y democrático la estimula, conseguir una autoestima alta no es sencillo. La autoestima conlleva diversos procesos internos a través de los cuales se debe llegar a la aceptación de todo lo que forma parte de una persona, es decir, su imagen física, capacidades, defectos, actitudes, etc.

La autoestima según estudios empieza desde que se es un bebé, pero en la adolescencia es donde la autoestima se dimensiona de variadas formas. Tener una buena autoestima, es asociado con tener un buen concepto de sí mismo y una valoración positiva, estos aspectos pueden tener un papel fundamental para que una persona triunfe en lo que se proponga.

Una autoestima alta influirá en los logros y triunfos de una persona, de la misma forma que una autoestima baja conllevará a que una persona no logre alcanzar las metas deseadas. Una percepción negativa de nosotros mismos nos limitara a la hora de lograr lo que nos propongamos e influirá en cómo nos ven las demás personas.

Por tanto, la autoestima, es el concepto que tenemos de nuestra valía y se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencia que sobre nosotros mismos hemos ido recogiendo durante nuestra vida, la impresión, evaluación y experiencia se juntan en un sentimiento positivo hacía nosotros mismos, o por el contrario, en un sentimiento de no ser lo que esperábamos.

CONCLUSIÓN

La autoestima es la valoración que hacemos de nosotros mismos, como nos vemos, como nos sentimos, con sentimos

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