TEST DE BENDER
carman2566 de Abril de 2015
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EL TEST DE BENDER- KOPPITZ
1. INTRODUCCIÓN
El Bender Gestalt Test (L. Bender, 1938) consiste en copiar 9 tarjetas (tamaño 10 x 15) con
dibujos abstractos. Era inicialmente un test clínico para adultos, basado en las figuras que
Wertheimer utilizó para demostrar los principios de la Psicología de la Gestalt en la percepción.
Posteriormente, se fueron creando sistemas objetivos de puntuación y se fue utilizando por
distintos profesionales que trabajaban con niños,
como Elizabeth Münsterberg Koppitz.
El primer libro de Koppitz, sobre el Test de
Bender (El test Guestáltico Viso-motor para
niños, Guadalupe, Buenos Aires, 1974) fue
escrito al principio de los años 60, cuando existía
gran interés por los procesos perceptivos y su
relación con los problemas de aprendizaje, y se
establecían aulas especiales para los niños con
dificultades, en función del diagnóstico.
Así, su objetivo fue establecer “diferentes modos
de analizar los protocolos del Bender producidos
por niños para evaluar la madurez perceptiva,
posible deterioro neurológico, y ajuste emocional
en base a un solo protocolo”.
Obtuvo gran difusión y se utilizó en muchas
investigaciones posteriores, que llevaron a
revisar algunas de las hipótesis iniciales. El
segundo libro (E.M. Koppitz, El test de Bender,
oikos-tau, Barcelona, 1981) presenta las
actualizaciones desde 1963 a 1973.
El presente resumen1
es una síntesis adaptada
principalmente del segundo libro. Se han
seleccionado los aspectos necesarios para la
aplicación, corrección e interpretación
actualizada, suprimiendo datos estadísticos y
variaciones técnicas poco utilizadas (aplicación a
grupos, por evocación, etc.) Además, se incluye una hoja que facilita la corrección. Para una
información más completa y, sobretodo, ver protocolos realizados por niños, ejemplos de
puntuación y consultar el Manual Revisado de Valoración, se remite a la lectura del libro.
2. DESCRIPCIÓN GENERAL
2.1. Ámbito de aplicación.
El Test de Bender-Koppitz refleja el nivel de madurez del niño en la percepción viso-motriz y
puede revelar posibles disfunciones en la misma. Puede ser empleado como un test de
personalidad (factores emocionales y actitudes) y también como test de sondeo para detectar
niños con problemas de aprendizaje. Pero no fue diseñado específicamente para predecir los
resultados en lectura o para diagnosticar deterioro neurológico; en estos aspectos su validez es
relativa.
1 DOCUMENTO INTERNO DE TRABAJO. E.O.E.P. DE COSLADA. J.Mª. POZO RUIZ. Enero 2004.
Fig. 1, Las nueve Figuras del Test Gestáltico Visomotor
de Lauretta Bender, adaptadas de Wertheimer. 2
El Test de Bender-Koppitz es relativamente sencillo, rápido, fiable y fácil de aplicar incluso con
grupos culturales diversos, independientemente del nivel previo de escolarización o del idioma.
Es apropiado para alumnos de Educación Primaria. Ha sido estandarizado para edades entre 5
años 0 meses y 10 años 11 meses. Es válido para niños de 5 años con capacidad normal o
superior, pero no discrimina con niños de esta edad muy inmaduros o con disfunción. Después de
los 10 años, una vez que la función viso-motriz de un niño ha madurado, ya no puede discriminar.
Solamente los niños con una marcada inmadurez o disfunción en la percepción viso-motriz
presentarán entonces puntuaciones significativas. (Se puede aplicar en sujetos de hasta 16 años
cuya Edad Mental sea de unos 10 años.)
2.2. Fundamentación teórica.
Es un test de integración viso-motriz, proceso más complejo que la percepción visual o la
coordinación motriz por separado (Determinada, según L. Bender, por principios biológicos que
varían en función del nivel de desarrollo-maduración y el estado patológico. orgánico o funcional,
de cada individuo).
La percepción visual (interpretación de lo que se ve) depende tanto de la maduración como de las
experiencias del niño. No podremos decir que un niño es capaz de percibir correctamente la
figura “A”, hasta que pueda determinar, consciente o inconscientemente, que consiste en un
círculo y un cuadrado inclinado, no un rombo, y que ambos son aproximadamente del mismo
tamaño, dispuestos en horizontal y tocándose. Pero que el niño pueda percibirlo no significa
necesariamente que pueda copiarlo. Tiene que traducir lo que percibe en una actividad motriz,
traspasarlo al papel.
Por consiguiente, las
dificultades en la copia de
las figuras pueden ser
debidas a inmadurez o mal
funcionamiento de la
percepción visual, de la
coordinación motriz o de la
integración de ambas.
La mayoría de niños con
pobres resultados en el Test
de Bender no tienen
dificultades ni en percepción
visual, ni en la coordinación
motriz, sino en la integración
perceptivo-motriz; es decir,
tienen todavía dificultades en
una función que requiere un
más elevado nivel de
integración.
Madurez que habitualmente
consigue un niño a partir de
los 8 ó 9 años. Antes de esa
edad, incluso los niños
normales acostumbran a
tener dificultades para copiar
el Test de Bender sin
ninguna imperfección.
Representación esquemática del proceso de percepción viso-motriz
implicado en la copia de las figuras del Bender.3
3. NORMAS DE APLICACIÓN
Se entregan al niño dos hojas de papel tamaño carta, un lápiz número dos y una goma de borrar.
Después de establecer un buen "rapport" muéstrele las tarjetas del Bender diciéndole: "Aquí
tengo nueve tarjetas con dibujos para que los copies. Aquí está el primero. Haz uno igual a éste”.
Luego que el niño ha acomodado la posición del papel, coloque la primera tarjeta, la figura A,
frente al niño. Cuando el niño ha terminado de dibujar una figura, se retira la tarjeta y se pone la
siguiente. Se procede de la misma manera hasta terminar.
No se hacen comentarios; se anotan las observaciones sobre la conducta del niño durante el test.
Aunque el test no tiene tiempo límite, hay que registrar el tiempo empleado, ya que si es muy
corto o largo tiene valor diagnóstico.
No se debe alentar ni impedir el uso de la goma de borrar o realizar varios intentos. Se permite
usar todo el papel que desee (dar el papel adicional sin comentarios).
Si un niño hace preguntas sobre el número de puntos o el tamaño de los dibujos, etc., se le debe
dar una respuesta neutral del tipo: "Hazla lo más parecido al dibujo de la tarjeta que puedas". Si
empieza a contar los puntos de las figuras, el examinador puede decirle: "No necesitas contar los
puntos, simplemente trata de hacerlo lo más parecido". Si el niño todavía persiste en contar, entonces
adquiere significación diagnóstica (rasgo perfeccionista u obsesivo).
Si el niño ha llenado la mayor parte de la hoja de papel y la gira para ubicar la fig. 8 en el espacio
restante, no se considera rotación del dibujo.
Si se considera que el niño ha ido muy rápido o no lo hizo todo lo bien posible, se le puede pedir
que repita una figura del Bender en otra hoja, anotándolo en el protocolo.
La orientación diferente entre el conjunto de las tarjetas del test y papel de dibujo, aumenta las
rotaciones. El método Standard (Koppitz, 1974) para la aplicación del Test de Bender, parece
reducir el número rotaciones:
Coloque el papel en posición vertical delante del niño. Permita que el niño ajuste la
inclinación del papel a su conveniencia, siempre que el eje mayor del papel esté más
cerca de la vertical que de la horizontal.
Después, alinee la tarjeta horizontalmente con el borde superior del papel. Deje que el
niño manipule la tarjeta si lo desea, pero insista en que sea colocada de nuevo en la
posición inicial. No permita que los niños copien una figura a partir de una tarjeta rotada.
Si los niños insisten en girar el papel mientras copian una figura, déjeles hacerlo. Pero una vez
que la figura ha sido dibujada, ponga de nuevo el papel en su posición inicial. Anotar si una figura
fue dibujada rotada, o si el papel fue girado y la figura fue dibujada correctamente.
Algunos niños tienen dificultades en la copia de las figuras abstractas del Bender hasta que
ponen una etiqueta verbal (dice que la Fig. 3 es “un árbol de Navidad tumbado”). Responden al
contenido percibido y, obviamente, no hay nada incorrecto en la percepción visual del niño.
Conviene decir: “Si, resulta parecido, pero realmente no es más que un dibujo. Me gustaría que
hicieras la figura exactamente como aparece en las tarjeta”. Cuando el niño vuelve entonces a
dibujar la figura, normalmente lo hace sin ninguna rotación.
Para este tipo de niños, las rotaciones en las Fig. 3, 4 y 5 son debidas más a problemas en la
conceptualización de las impresiones visuales
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