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TRAUMAS PSICOLOGICOS INFANTILES


Enviado por   •  30 de Agosto de 2011  •  1.463 Palabras (6 Páginas)  •  1.666 Visitas

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Los traumas infantiles

postdateiconSábado, 31 de Mayo de 2008 12:46 | PDF | Imprimir | E-mail

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Hablamos con frecuencia en estos artículos -y en la vida en general- de los "traumas infantiles" que producen secuelas neuróticas en la gente. Sin embargo, ¿que entendemos por "trauma"? A menudo suponemos que las causas de un trauma infantil son siempre sucesos extremos, espectaculares, en la familia (p.ej., desamor, violencia, adicciones, trastornos mentales, abuso sexual, divorcio, etc.). Pero no es así. Las causas traumáticas son muchísimo más numerosas y la mayoría de ellas, incluso las más destructivas, son tremendamente sutiles, invisibles, incluso confundidas con el "amor más puro y ejemplar". Por eso es tan difícil descubrirlas -¡y aceptarlas!-, y sólo la paciente y casi detectivesca labor de las terapias profundas puede conseguirlo.

Enumeraremos aquí, a modo de ejemplo, algunas de las muchas e inadvertidas causas de tormento psíquico en los niños, que darán lugar a sus futuros problemas neuróticos y/o de personalidad. (Nota: usaremos el término "niño" para referirnos por igual a ambos sexos).

1) Produce traumas psíquicos la MADRE que:

no desea realmente tener un bebé

lo concibe por motivos narcisistas, imitativos, competitivos, neuróticos, etc., o para compensar otras carencias

tiene prioridades más importantes (trabajo, éxito, su pareja, etc.)

está deprimida, rabiosa y/o estresada en los primeros meses o años del niño

no tiene tiempo de ocuparse del bebé

no lo amamanta, o lo hace mal, con prisa, negligencia, etc.

tiene problemas emocionales, conyugales y/o familiares

lo abandona prematuramente en guarderías

está la mayor parte del tiempo cansada o ausente (por motivos de trabajo, enfermedad, etc.)

siente celos, rivalidad y/o envidia por su hijo

desfoga contra el niño sus frustraciones, lo maltrata psíquica y/o físicamente

no comprende la fase edípica del niño o, por el contrario, fomenta la dependencia edípica

lo controla, riñe, amenaza o desprecia con frecuencia

lo sobreprotege o agobia sin respeto alguno a su identidad y libertad

lo mima y consiente demasiado, sin darle normas ni límites precisos

es demasiado egocéntrica y/o dominante

lo compara continuamente con otra persona "mejor"

sustituye el amor por los regalos y chantajes materiales

lo utiliza como un instrumento, un criado o un confidente

se apoya emocionalmente en el hijo en vez de permitir que el hijo se apoye en ella

lo chantajea afectivamente

es emocionalmente fría o distante

no le gusta el contacto físico, las caricias o, por el contrario, lo toca y soba en exceso

no sabe contener las angustias del niño y darle seguridad y consuelo

no sabe valorar, elogiar, premiar, potenciar la autoestima del niño

no sabe jugar con su hijo

frustra la mayor parte de sus deseos y elecciones

discrimina y trata de forma desigual a sus varios hijos

genera y no sabe solucionar los celos entre hermanos

manipula y conspira con unos hijos a espaldas de otros

renuncia a su autoridad materna en favor de otras personas (abuelos, suegros, etc.)

pretende ser "amiga" de su hijo

espera de su hijo que éste consiga en la vida lo que ella no logró

genera un clima hipócrita y encubridor de los problemas emocionales de la

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