Teorias De La Personalidad
elizitabonita3 de Julio de 2012
656 Palabras (3 Páginas)426 Visitas
TEORIAS DE LA PERSONALIDAD II
TEORIA PSICOSEXUAL DE FREUD
Comenzó su carrera interesándose por la hipnosis y su uso para tratar a enfermos mentales. Más tarde, aunque mantuvo en la terapia varios aspectos de esta técnica, reemplazó la hipnosis por la asociación libre y el análisis de los sueños, para desarrollar lo que, actualmente, se conoce como «la cura del habla». Todo esto se convirtió en punto de partida del psicoanálisis.
La teoría freudiana de desarrollo es la más diferenciada y especifica, ya que no solo sigue las particularidades del instinto sexual en cada edad, sino que abarca también los aspectos cognoscitivos dentro de la personalidad total.
La energía sexual o “libido” hace que comience el desarrollo psicosexual referido a dos aspectos: por un lado las zonas erógenas van adquiriendo más importancia según en la etapa en que estén; por otro lado, el tipo de relaciones objetales que se establecen en cada una de las diversas etapas. El bebe tiene una actitud hacia el objeto y entra en relación con otros por necesidad aportándole un plus de placer. Según el tipo de relaciones, se ira estructurando su personalidad y sus relaciones de objeto. Hay tres etapas en este desarrollo:
Etapa oral: el bebe llora porque necesita y el otro da, es una relación “chupadora” por necesidad. Si la persona queda muy fijada en la oralidad habrá un deseo de “extraer algo” (sacar provecho).
Etapa anal: se le pide al niño un control de esfínteres, que madure. En niño puede frustrar o complacer al adulto. Lo que importa es el control y el dominio sobre el otro.
Etapa fálica: es el núcleo de la neurosis, aquí se sitúa “el complejo de edipo” y “la angustia de castración” fenómenos importantes para la estructura de la personalidad. Ocurre alrededor de los tres años porque la criatura se interesa por la zona genital, por quién tiene o no tiene pene (lo observable externamente ya que sólo reconocen como real lo que se ve).
Al final el libro de Freud nos va haciendo distinciones entre los niños y las niñas. Los niños salen del complejo de Edipo gracias a la angustia de frustración y las niñas gracias a la angustia de castración. El que sea patológico o no, dependerá de cómo se supere la etapa edípica.
La sexualidad infantil tiene desde la cuna un contenido incestuoso más importante en el momento de la situación edípica que es cuando uno se convierte en objeto de deseo. Para el niño superarlo es que se identifique con su padre y renuncia a su madre. Para la niña es identificarse con la madre y renunciar al padre. Este concepto de “identificación” es lo que marca la futura elección del objeto. En el niño las emociones son que la madre sólo tenga ojos para él y el padre molesta, se hace ambivalente porque por un lado lo admira y por otro le molesta y le lleva a poner en marcha sus fantasías. El miedo a que el padre le descubra y se vengue (“angustia de castración”) lleva a que si se desarrolla bien el niño renuncie a sus fantasías eróticas. En la niña se produce una decepción debida a la falta de pene que le hace separarse de la madre (por no dárselo) y coge interés por el padre. La situación que vive con la madre es ambivalente y tiene miedo a renunciar al amor de la madre. La herida narcisista se superará cuando da a luz un hijo (algo que el otro sexo no puede hacer). Enlazando esto con el fetichismo, para Freud, el fetiche será un sustituto del pene que tuvo importancia en los primeros años de niñez, pero que fue perdido. Este fetiche tiene la intención de conservarlo.
En síntesis diremos que la sexualidad humana comienza ya desde la cuna, ya que, hay una búsqueda de placer. La pulsión es la fuerza
...