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Teorias del Envejecimiento


Enviado por   •  30 de Junio de 2020  •  Apuntes  •  2.054 Palabras (9 Páginas)  •  187 Visitas

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Biologico

Teoría del desgaste natural

Establece que los animales envejecen porque sus sistemas vitales acumulan daños por el desgaste o estrés de la vida de cada día, y erosionan las actividades bioquímicas normales que acontecen en células, tejidos y órganos. Puesto que el desgaste natural molecular, afecta directamente a las mitocondrias que son los organelos que aportan la energía para todas las actividades celulares, si su nivel de producción de energía decae el funcionamiento celular también. (Pulido, M.E., 2003)

Esta teoría propone que cada organismo está compuesto de partes irremplazables y que la acumulación de daños de sus partes vitales llevaría a la muerte de la célula, tejidos, órganos y finalmente todo el cuerpo42, es decir, que las células y tejidos tienen partes vitales que se van desgastando, por enfermedades, radiación, sustancias toxicas, alimentos y otros daños y que dan como resultado el envejecimiento18. Ya que la capacidad de reparación de ADN se correlaciona positivamente con la longevidad de las diferentes especies42 . Básicamente compara el envejecimiento del cuerpo humano con las maquinarias que luego de un tiempo de uso, se descomponen (envejecimiento)

Teoria del envejecimiento programado

Las Teorías modernas del envejecimiento programadas, coinciden en que existe una edad específica en la que la necesidad evolutiva de sobrevivir y reproducirse disminuye a cero, pero afirman que más allá de esa edad existe una desventaja evolutiva neta de una mayor supervivencia y reproducción. La fuerza de la evolución es hacia el desarrollo de una vida útil óptima particular porque una vida útil que es demasiado corta o demasiado larga crea un costo evolutivo25, 27 . . Esta teoría implica que el envejecimiento sigue un calendario biológico, tal vez una continuación de la que regula el crecimiento y desarrollo, esta regularización va a depender de los cambios en la expresión de los genes, que afectan al sistema responsable de la mantención, reparación y defensa5 . Una función de reloj determina la edad nominal genéticamente determinada en la que debe ocurrir la senescencia para una especie en particular. La detección de condiciones internas o externas que afectan la vida útil óptima permite el ajuste de la duración de la vida útil para adaptarse a las condiciones locales o temporales

El envejecimiento programado se refiere a la idea de que los seres humanos y la mayoría de los otros organismo complejos poseen mecanismo biológicos que limitan intencionalmente su vida interna determinada más allá de una determinada edad especifica de la especie y que estos mecanismo son adaptaciones en que evolucionaron porque el envejecimiento per se crea una ventaja evolutiva, de acuerdo con este concepto estos programas de senescencia son responsables en última instancia de la mayoría de las enfermedades y afecciones relacionadas con la edad24 Estas teorías sostienen que un beneficio no individual puede compensar las desventajas individuales y causar la evolución de una característica de diseño del organismo que produce un beneficio más amplio incluso si también produce cierto grado de desventaja individual

Psicologico

Teoria del yo de Erickson

Para Erikson, el logro mayor de la adultez tardía es el sentido de integridad del yo, o integridad del sí mismo, un logro basado en la reflexión sobre la propia vida. En la octava y última etapa del ciclo de vida, integridad del yo frente a la desesperanza, los adultos mayores necesitan evaluar y aceptar su vida para poder aceptar la muerte. Con base en los resultados de las siete etapas previas, se esfuerzan por lograr un sentido de coherencia y plenitud en lugar de ceder a la desesperanza por su incapacidad para cambiar el pasado (Erikson, Erikson y Kivnick, 1986). La gente que tiene éxito en esta última tarea integrativa adquiere un sentido del significado de su vida dentro del orden social mayor. La virtud que puede desarrollarse durante esta etapa es la sabiduría, un “interés informado y desapegado por la vida cuando se encara la propia muerte” (Erikson, 1985, p. 61). La sabiduría, decía Erikson, significa aceptar la vida que uno ha vivido, sin remordimientos importantes: sin pensar demasiado en los “debería haber hecho” o los “podría haber sido”. Significa aceptar la imperfección del sí mismo, de los padres, de los hijos y de la vida. (Esta defi nición de sabiduría como un recurso psicológico importante difi ere en gran medida de las defi niciones cognoscitivas que exploramos en el capítulo 17.) Aunque la integridad debe superar a la desesperanza para que esta etapa se resuelva con éxito, Erikson sostenía que sentir desesperanza es inevitable. Las personas necesitan llorar, no sólo por sus desdichas y oportunidades perdidas sino también por la vulnerabilidad y fugacidad de la condición humana. Sin embargo, también creía que incluso cuando las funciones del cuerpo se debilitan, las personas deben mantener una “participación vital” en la sociedad. A partir de los estudios de las historias de vida de personas en sus ochenta, concluyó que la integridad del yo proviene no sólo de la refl exión sobre el pasado sino de la estimulación y desafío continuos, sea a través de la actividad política, programas de condición física, trabajo creativo o relaciones con los nietos (Erikson et al., 1986)

Teoria de la actividad

La teoría de la actividad vincula las múltiples tareas que desarrolla una persona con la satisfacción con la vida. Según la teoría de la actividad, somos lo que hacemos (Moody, 2009). Dado que las actividades suelen estar vinculadas con roles y conexiones sociales. Entre mayor sea la actividad que mantengamos en esos roles, más satisfechos es probable que estemos. La gente que envejece bien conserva tantas actividades como le es posible y encuentra sustitutos para los roles perdidos (Neugarten, Havighurst y Tobin, 1968). En realidad, la investigación ha encontrado que la pérdida de los principales roles de identidad es un factor de riesgo que incrementa la posibilidad de disminuciones del bienestar y la salud mental (Greenfi eld y Marks, 2004). No obstante, la teoría de la actividad, tal como se encuadró de manera original, hoy se considera demasiado simplista. En la investigación inicial (Neugarten et al., 1968), la actividad por lo general se asociaba con satisfacción. Sin embargo, la historia no termina aquí. Por ejemplo, parece que conservar relaciones sociales de alta calidad, cosa que es más probable para una persona que se mantiene activa, puede explicar muchos de los hallazgos iniciales (Litwing y Shiovitz-Ezra, 2006). Además, buena parte de las personas desconectadas muestran un buen ajuste. Hallazgos de este tipo sugieren que aunque la actividad puede funcionar mejor para la mayoría de la gente, el distanciamiento puede ser apropiado para algunos y que puede ser riesgoso generalizar acerca de un patrón particular de envejecimiento exitoso (Moen, Dempster-McClain y Williams, 1992; Musick, Herzog y House, 1999). Una versión más específi ca de la teoría de la actividad propone que lo importante para llevar una vida exitosa son la frecuencia y la intimidad social de las actividades (Lemon, Bengtson y Peterson, 1972). En varios estudios, el número de actividades en que participaban los ancianos o la frecuencia con que lo hacían se relacionaban de manera positiva con el bienestar y con la salud física pronosticada, con el estado funcional y cognoscitivo, con la incidencia de la enfermedad de Alzheimer y con la supervivencia. De acuerdo con una encuesta aplicada a una muestra nacional representativa, que mencionó antes en el capítulo, cerca de 75% de los adultos de mediana edad tardía y de los adultos mayores socializan con los vecinos, asisten a servicios religiosos, se ofrecen como voluntarios o asisten a reuniones por lo menos de manera semanal. Quienes están en sus ochenta tienen una probabilidad dos veces mayor de hacerlo que quienes están en sus cincuenta (Cornwell et al., 2008)

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