ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Teorías De La Personalidad


Enviado por   •  16 de Junio de 2013  •  1.715 Palabras (7 Páginas)  •  270 Visitas

Página 1 de 7

Dr. C. George Boeree Resumen.

Teorías de la personalidad

Sigmund Freud.

La lectura nos habla en primera instancia de una persona, Anna O, una mujer que presentaba diversos trastornos y traumas, los cuales fueron contrarrestados mediante la hipnosis. Sigmund Freud, asistente del Dr. Joseph Breuer, ambos escribieron un libro, en el que explicaban su teoría de que “toda histeria es el resultado de una experiencia traumática que no puede aceptarse en los valores y comprensión del mundo de una persona”. Considero que en el texto se nos menciona esta historia ya que los trabajos realizados con Anna y sus trastornos, sirvieron a Freud para elaborar su teoría.

Halemos de la teoría de Freud.

Freud popularizo los términos de mente consciente e inconsciente, señala, que la mente consciente, es todo aquello de lo que nos damos cuenta en un momento particular, es decir lo que percibimos, sentimos, recordamos, etc. Existe algo a lo que Freud llamó preconsciente, se refería a lo que somos capaces de recordar, aquellos recuerdos que no tenemos presentes, pero que somos capaces de recordar, volviéndolos a traer a la mente. Señala que el inconsciente incluía todas aquellas cosas que no son accesibles a nuestra consciencia, incluyendo muchas que se habían originado allí, tales como nuestros impulsos o instintos, así como otras que no podíamos tolerar en nuestra mente consciente, tales como las emociones asociadas a los traumas.

EL ELLO, EL YO Y EL SUPERYO

Una parte del cuerpo lo constituye el sistema nervioso, del que una de sus características más prevalentes es la sensibilidad que posee ante las necesidades corporales. El sistema nervioso como Ello, traduce las necesidades del cuerpo a fuerzas motivacionales llamadas pulsiones. Freud también los llamó deseos. El Ello tiene el trabajo particular de preservar el principio de placer, el cual puede entenderse como una demanda de atender de forma inmediata las necesidades. El Yo se apoya en la realidad a través de su consciencia, buscando objetos para satisfacer los deseos que el Ello ha creado para representar las necesidades orgánicas. Esta actividad de búsqueda de soluciones es llamada proceso secundario. El Yo, a diferencia del Ello, funciona de acuerdo con el principio de realidad, el cual estipula que se “satisfaga una necesidad tan pronto haya un objeto disponible”. Representa la realidad y hasta cierto punto, la razón.

En ocasiones el Yo se encuentra con objetos que ayudan a conseguir las metas. Pero el Yo capta y guarda celosamente todas estas ayudas y obstáculos, especialmente aquellas gratificaciones y castigos que obtiene de los dos objetos más importantes del mundo de un niño: mamá y papá. Este registro de cosas a evitar y estrategias para conseguir es lo que se convertirá en Superyo. Hay dos aspectos del Superyo: uno es la consciencia, constituida por la internalización de los castigos y advertencias. El otro es llamado el Ideal del Yo, el cual deriva de las recompensas y modelos positivos presentados al niño.

Pulsiones de Vida y Pulsión de Muerte

Freud consideró que todo el comportamiento humano estaba motivado por las pulsiones, las cuales no son más que las representaciones neurológicas de las necesidades físicas. Al principio se refirió a ellas como pulsiones de vida. Estas pulsiones perpetúan la vida del sujeto, motivándole a buscar comida y agua y la vida de la especie, motivándole a buscar sexo.

Freud empezó a considerar que “debajo” o “a un lado” de las pulsiones de vida había una pulsión de muerte. Empezó a defender la idea de que cada persona tiene una necesidad inconsciente de morir. Para la gran mayoría de las personas existe más dolor que placer, algo, por cierto, que nos cuesta trabajo admitir. La muerte promete la liberación del conflicto. Freud se refirió a esto como el principio de Nirvana. Nirvana es una idea budista usualmente traducida como “Cielo”, aunque su significado literal es “soplido que agota”.

Ansiedad.

Cuando el Superyo y el Ello establecen un conflicto sobre el Yo, es comprensible que uno se sienta amenazado, abrumado y en una situación que parece que se le va a caer el cielo encima. Este sentimiento es llamado ansiedad y se considera como una señal del Yo que traduce sobrevivencia y cuando concierne a todo el cuerpo se considera como una señal de que el mismo está en peligro. Freud habló de tres tipos de ansiedades: la primera es la ansiedad de realidad, la cual puede llamarse en términos coloquiales como miedo. La segunda es la ansiedad moral y se refiere a lo que sentimos cuando el peligro no proviene del mundo externo, sino del mundo social interiorizado del Superyo. La última es la ansiedad neurótica. Esta consiste en el miedo a sentirse abrumado por los impulsos del Ello.

LOS MECANISMOS DE DEFENSA.

El Yo lidia con las exigencias de la realidad, del Ello y del Superyo de la mejor manera que puede. Pero cuando la ansiedad llega ser abrumadora, el Yo debe defenderse a sí mismo. Esto lo hace bloqueando inconscientemente los impulsos o distorsionándoles, logrando que sean más aceptables y menos amenazantes.

La Negación se refiere al bloqueo de los eventos externos a la consciencia. Si una situación es demasiado intensa para poder manejarla, simplemente nos negamos a experimentarla.

La Represión, defensa que Anna Freud llamó también “olvido motivado” es simplemente

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (10.6 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com