Tipos De Liderazgo

La autocracia tiene su definición en la palabra misma. Es el mandato de una persona. Tiene una connotación de dictadura, dependiendo de una obediencia determinada y rápida. El líder autocrático no consulta con nadie, excepto en ciertas circunstancias o por elección propia y el poder de decisión recae sólo sobre el líder. La autocracia se refiere, además, a la completa responsabilidad por las cosas que van mal, así como también por tener la totalidad del poder.

El líder autocrático es el que asume la responsabilidad en la toma de decisiones, es el que inicia y dirige las acciones además de controlar al trabajador. Todo se centra en el líder, tanto las decisiones como las responsabilidades. El líder autocrático es que se gobierna a sí mismo, de manera que el poder ilimitado se concentra en manos de una sola persona, el líder competente ante los trabajadores que deben obedecer sin expresar opinión ya que no tienen capacidad para tomar decisiones.

El líder autocrático considera que es él el único competente y capaz de tomar las principales decisiones en la empresa, la única persona con derecho y poder para controlar las decisiones y responsabilidades. Considera que los trabajadores son capaces de guiarse por sí mismos, por lo que hay que saber gobernarlos y controlarlos, debiendo ellos obediencia a sus órdenes y decisiones. Además, comprueba los niveles de desempeño de los trabajadores con el objetivo de conocer las desviaciones existentes con respecto a sus órdenes.

Por una parte, es una ventaja si se logra conseguir con el líder idóneo, una persona que se encuentre en equilibrio en todos los aspectos para poder ofrecer las mejores decisiones por sí mismo, una persona capaz de manejar a los grupos y saber lo que hay que hacer. Es especialmente interesante en caso de trabajadores que necesitan órdenes, aunque también se pueden producir complicaciones con empleados que quieren expresar su opinión.

En el ambiente de una pequeña empresa, el dueño puede implementar esta forma de liderazgo cuando el manejo es relativamente pequeño y él tiene una cantidad limitada de empleados. Mientras un estilo autocrático es considerado más tradicional, y en algunas instancias, fuera de época, todavía ofrece una variedad de beneficios.

Decisiones rápidas

Un estilo de liderazgo autocrático puede ser efectivo en ambientes de trabajo en donde las decisiones necesitan tomarse rápidamente. La responsabilidad recae en el líder, y él toma la decisión sin la necesidad de consultar a otros. Si una empresa enfrenta cambio constante, el líder autocrático es capaz de responder de una forma que prevenga que la empresa falle detrás de la competencia y mantenga la demanda de los clientes.

Supervisión estrecha

En un ambiente de trabajo autocrático, el líder comúnmente mantiene una vigilancia estrecha sobre las actividades de los trabajadores. Esto elimina la tendencia de los trabajadores a "aflojarse", lo cual puede ocurrir con unos estilos de gestión indulgentes. El resultado puede ser el aumento de la productividad y velocidad, ya que los trabajadores que quedan detrás se identifican rápidamente y se toman las medidas correctivas. La calidad puede aumentar, ya que el trabajo de los empleados se monitorea constantemente. La pérdida de tiempo y la necesidad de desperdiciar recursos también se reduce.

Control total

El liderazgo autocrático puede funcionar bien para gerentes que prefieren tener control completo sobre una operación. Debido a que el resultado está totalmente en sus manos, el gerente no experimenta el estrés de tener que confiar en la ayuda externa para completar la tarea o proyecto de su área de trabajo. Para este tipo de personas, tener completa autoridad puede resultar en estrés reducido ya que tiene control completo sobre su destino.

Proceso de trabajo simplificado

Debido a que una persona tiene control completo sobre una operación, hay menos necesidad de capas de gestión o burocracia. Esto puede hacer una operación más eficiente, ya que menos gente está involucrada en el proceso de toma de decisiones. El gerente puede identificar rápidamente áreas de ineficiencia o mal funcionamiento antes de que se tornen problemas mayores. Por ejemplo, si está destinándose mucho dinero para el aspecto de marketing del proyecto, el gerente puede ver esto rápidamente para que se implemente una técnica de marketing menos costosa.

Este líder debe ser seguro, responsable, con capacidad de  liderazgo  y capacidad de expresar sus ideas de forma directa, debe tener muchos conocimientos en el sector y experiencia dentro de la empresa y el sector. Si ocurre una incidencia o se necesita tomar decisiones apuradamente, será capaz de responder ante las necesidades del momento sin dudar. Otra de las ventajas es que si algo sucede la responsabilidad no cae sobre los trabajadores, ya que sólo cumplían órdenes, sino por el líder, por lo que pondrá más empeño en que sus decisiones sean acertadas.

Las desventajas del líder autocrático son claras. No tiene en cuenta la opinión de los trabajadores, no los considera como personas que tienen opiniones o algo que aportar, los trabajadores son simplemente personas que deben acatar órdenes. Algunos trabajadores pueden sentirse infravalorados o que no pertenecen a la empresa, y por eso pueden llegar a abandonar la empresa o rendir menos, además algunos trabajadores pueden cuestionar las órdenes o decisiones del líder por no considerarlas adecuadas.

En trabajos o puestos en los que los trabajadores desconocen las metas y objetivos de la compañía, en los que no es necesario, puede ser el tipo de liderazgo que se necesite, aunque el liderazgo a día de hoy está evolucionando a otros tipos en los que los trabajadores forman una parte importante de la empresa y participan también en ella.

Liderazgo Democrático

Se conoce como liderazgo democrático, aquel que se ejerce por quien o quienes actúan como líderes, o sea como guías de personas pero que lo hacen de modo participativo, escuchando, aceptando críticas y respondiéndolas, observando las necesidades del grupo, y no sus intereses personales, son consejeros pero a la vez canalizadores de inquietudes, registran las diferencias en la composición del conjunto, y las respetan; son solidarios, creíbles, motivan, estimulan, y el seguimiento lo consiguen en base a confianza

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