Una Pena Observada C.s Lewis

INTRODUCCION:

Bueno este libro está un poco enredoso ya que al principio no se le entiende d que está hablando pero con forme pasa la lectura vamos a asimilando como esta acomodado, no habla d una persona que al pasar de lo años no termina d asimilar la muerte de su esposa, se la pasa reclamándole a Dios por lo ocurrido pidiendo explicaciones de por qué se le había llevado y más aun por que no había sido la única de sus familiares que había padecido la misma enfermedad su madre, su padre y esposa tuvieron un final triste y también doloroso ya que el cáncer no solo lo padecen los enfermos si no que también los familiares más cercanos.

En fin la historia esta relatada por medio de diarios, vivencias que tuvo con su esposa pero aun así cada recuerdo era un reclamo a dios por lo que había ocurrió esta interesante ya que te pone a pensar en muchas cosas de tu vida.

PLANTAMIENTO:

La historia comienza con un hombre que si mal no recuerdo nunca hace mención a su nombre él es uno de esa personas que está padeciendo a lo que llamamos un duelo cuando sufrimos la perdida de alguien muy querido él no cae en su realidad pero pasa por la vida sin saber qué camino tomar a donde lo llevara simplemente se la pasa recordando cada vivencia que tuvo con su esposa desde el parque donde paseaban, el aroma, su comida hasta el más mínimo recuerdo hace mención que está perdida es como un dolor a muela lo que me llama mucho la atención son los reclamos que tiene ante dios sabe que las cosas que suceden son la voluntad de el mismo pero aun así cada palabra que él dice es un reclamo ante dios se que todo esto es parte del duelo que él viene atravesando.

El sabe que aunque esto le regresara a H. como él, la llamaba, su H. decía el que era “Es que H. Tenía la mente ágil, veloz y robusta como un leopardo. Ni la pasión, ni la ternura, ni el dolor podían desarmarla.”

Su vida a partir de la muerte de H. fue vacía y solitaria pasaba horas leyendo hasta en sus horas de trabajo su mente era vaga se quedaba atorado en recuerdos y de repente se desplomaban su burbujas decía que tampoco nadie le habló nunca de la lasitud que engendra la pena que su trabajo en el que da la impresión de que la máquina funciona más o menos como siempre, odiaba tener que hacer el menor esfuerzo, no sólo escribir, sino incluso leer una carta le parecía demasiado hasta el afeitarse. Y regresaba en reclamo ante dios donde él se preguntaba dónde está y en estos momentos me pregunto cuando uno es feliz ni siquiera nos acordamos de él y sus llamados nos parecen mínimos.

Hay unas frases que me gustaron porque son muy ciertas y bonitas

“Cuando digo “inteligencia” incluyo a la voluntad. La atención es un acto de la voluntad. La inteligencia en acción constituye supremamente una voluntad. Aquello

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