ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

CAMINANDO CON DIOS


Enviado por   •  15 de Abril de 2018  •  Apuntes  •  4.004 Palabras (17 Páginas)  •  157 Visitas

Página 1 de 17

CAMINANDO CON DIOS

“Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.” (Dt 31:6)

¡Qué maravilloso mensaje nos da éste texto! El Dios eterno y todopoderoso también se lo dice a usted: no tenga temor porque Él mismo quiere ir con usted.

¿Qué significa ir en este contexto? Significa  que Debemos caminar en la forma correcta; ni demasiado rápido ni demasiado lento; avanzar de tal modo que nada ni nadie nos pueda hacer desistir de ese andar.

 En nuestros tiempos ajetreados, el caminar de esa manera se ha vuelto una rareza.

Pero entonces, ¿qué es caminar con Dios? Él mismo ha prometido caminar con usted y conmigo, entonces si es posible caminar con Él, el Dios eterno – no sólo avanzar con Él, sino también ir a Su paso.

Ese ir al paso de Dios nace de la confianza interior y de un descansar espiritual en Él.

Cosas que dificultan el ir al paso de Dios

Cuando hay pecado que se interpone entre usted y Dios, se crea una disonancia entre su alma y el Dios vivo, se rompe la comunión, y es entonces que ya no puede ir al paso de Dios, y como resultado, anda demasiado de prisa o se queda atrás. “¿Andarán dos juntos, si no estuvieren de acuerdo?” (Am 3:3).

De modo que la primera condición para caminar con el Dios vivo es ser uno con Él; uno con el Santo en el Señor Jesucristo. Cuando esto es así, somos determinados a vivir exclusivamente por Él, por Su obrar y por andar en Sus pasos.

Lamentablemente, hay muchos hijos de Dios cuya vida de fe tiene constantes altibajos.

Su caminar con el Señor es inseguro e inestable. Primero avanzan apresuradamente, con júbilo, otras veces se resignan y deprimen.

¿Será que el Señor es tan cambiante? ¿Tendremos un Señor miedoso y sin poder?    ¡No, de ningún modo!

Las Escrituras dicen de Dios el Señor: “El es la Roca” (Dt 32:4).

Historia contada por Spurgeon:  “Hermana, ¿está usted hundiéndose?”   Hermana, ¿se está hundiendo?” ¿Alguna vez ha sabido de un pecador hundiéndose sobre una roca? Si yo estuviera en la arena, podría hundirme; pero, gracias a Dios, estoy sobre la Roca de los Siglos y allí no hay hundimiento.”

Muchos creyentes, sin embargo, permiten que el poder de las tinieblas los amedrente.

Porque es cierto, y en la actualidad es más importante que nunca saberlo “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Ef 6:12).

Es verdad que estamos rodeados por un poder amenazador de las tinieblas. Pero no es necesario desesperar porque caminamos con el Dios vivo.

No debemos permitir que los poderes de las tinieblas que van contra nosotros nos depriman, ni que nos hagan salirnos del camino; no importa de que fuerzas se trate, podemos vencer. Ya David exclamó en el Salmo 23:4: “Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno.” 

¿Cuál era la razón de su intrepidez? La seguridad: “…porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento”.

Camine con el Dios vivo como si sólo Él y usted estuvieran en este mundo.

Aprendamos a caminar con Dios como lo hacía Moisés, de quien se escribió: “…porque se sostuvo como viendo al Invisible” (He 11:27). Si practica esto en su vida diaria, puede estar seguro de que Él estará con usted.

Si bien no Le ve, ni siente Su presencia, por la fe puede saber que Él está con usted.

El visitante tenía ciertas dudas acerca de la confiabilidad de las Escrituras, le dijo, “Supongamos que después de todas sus oraciones y a pesar de toda su fe, su alma estuviera perdida. Entonces, ¿qué?” A esta observación de poco tacto, la señora anciana contestó, “Querido señor, si tal fuera el caso, la mayor pérdida sería de Dios. Yo solo puedo perder mi alma. Dios perdería Su honor. Si Dios no fuera fiel a Su Palabra, ÉL dejaría de ser Dios. El Señor Jesús prometió que “al que a Mí viene, no le echo fuera.” Mi alma descansa en Su Palabra, que nunca falla.”

Existe otra razón más por la cual muchos hijos de Dios ya casi no conocen lo que significa ir al paso de Dios, es decir, caminar con Él: un cansancio exterior y más aun, interior.

Nunca antes la gente había tenido tanto tiempo libre como en la actualidad.

Ahora podemos ahorrar tiempo a través de la innovaciones, por la ayuda de los avances  tecnológicos, y aun así, la mayoría de las personas están más cansadas que nunca.     El STRESS Todos nos sentimos estresados, a pesar de que nuestra vida se vuelve cada vez más cómoda.

Ese cansancio exterior viene de una fatiga espiritual, ¡y esa fatiga es mortal! Un hijo de Dios que se cansa espiritualmente y se resigna, ya no va al paso de Dios. Más bien se queda atrás; ya no tiene comunión con el Señor, quien ha seguido Su camino.

Eso hace que el fluir de la gracia diaria disminuya, “Pero él da mayor gracia” (Stg 4:6).

“Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia” (Jn 1:16).          Quien se ha vuelto espiritualmente cansado y apático pierde esa gracia.

“Mirad bien, no sea que alguno deje de alcanzar la gracia de Dios” (He 12:15).     Hay muchos hijos de Dios que se han cansado, que pierden Su gracia porque se han quedado atrás como resultado de su apatía espiritual. Como consecuencia, tienen que producir la piedad, el “ser creyente” desde su “yo”, y eso cansa aun más.

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (23 Kb)   pdf (303.6 Kb)   docx (23.1 Kb)  
Leer 16 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com