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¿Son más felices los seres humanos que creen en algo o que tienen fe?


Enviado por   •  7 de Septiembre de 2020  •  Ensayos  •  2.120 Palabras (9 Páginas)  •  166 Visitas

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 ¿Son más felices los seres humanos que creen en algo o que tienen fe?

María Gabriela Uribe García-Cacho

Persona y Humanismo

Introducción

El objetivo de este documento busca analizar y reflexionar la influencia de las creencias o de la fe en la felicidad del ser humano. Busca en base a varios autores y antiguos filósofos responder si es la naturaleza del ser humano el buscar de las creencias de algo superior a sí mismo para poder vivir con plenitud y ser feliz.

“Quien tiene un porqué para vivir, puede soportar casi cualquier cómo”, frase famosa expresada por Nietzsche, retomada múltiples veces en el libro El Hombre en Busca de Sentido de Viktor Frankl (Frankl, 2015, p.75). ¿Cuál es ese porque que el hombre necesita encontrar para poder soportar cualquier situación y vivir con plenitud para alcanzar la felicidad? A lo largo de la historia el hombre ha buscado y buscado la respuesta que le da el sentido a su existencia. Ese sentido puede estar basado en la creencia de un ser superior a sí mismo que haga que el hombre se sienta completo. ¿En verdad el ser humano está llamado desde su naturaleza a creer o esperar en algo que va mucho más profundo de él, algo tan grande que ni nos lo podemos imaginar, algo que nos busca y no es mundano?

*Postura Personal:

A lo largo de mi vida, yo me he cuestionado el sentido que tiene mi existencia y que es aquello que me lleva a alcanzar esa felicidad que todos buscan. He pasado por buenas y malas situaciones y en todas aquellas he tenido el privilegio de poder aprender lecciones o vivirlas más profundas de la mano de Dios. Creo y mediante este ensayo pretendo probar que el ser humano sí necesita de la creencia de algo superior para ser pleno y feliz, por que yo lo he podido vivir; y sólo hay gratitud en mi corazón por eso. Espero transmitir la importancia de Dios en la vida de un ser humano y que no hay más grande satisfacción que vivir una vida abandonandonos en él .  

Desarrollo

Para comprender la naturaleza del ser humano en su totalidad hacia la búsqueda de algo superior, es indispensable conocer la esencia que nos compone y nos complementa. Hilda Patiño Domínguez en su libro Persona y Humanismo, destaca que, para comprender al ser humano hay que primero entender su parte biológica (Patiño, 2016, p.19).

J.P. Changeux hace énfasis en la biología del ser humano diciendo que “Desde un punto de vista genético, el chimpancé y el humano son muy cercanos. Sin embargo, la diferencia es muy clara sí consideramos el cerebro y, sobre todo, las funciones cerebrales” (Patiño, 2016, p.27). Es importante citar las palabras de Changeux, debido a que su argumento justifica la diferencia enorme y principal que tenemos los seres humanos de los animales. Las funciones cerebrales nos llevan a ser seres pensantes y racionales. Sí nuestro cerebro no estuviera conformado por cada parte y cada funcionalidad, seríamos como animales sin la capacidad de pensar y razonar. Si no se tuviera esta funcionalidad racional, seríamos seres sin libertad y sentido.

Patiño expresa que no solamente somos seres biológicos, si no que de igual manera nos conforma una dimensión personal. Patiño define nuestra unicidad biológica y personal expresando que “nos experimentamos en unidad con nuestro propio cuerpo, y no como un espíritu que habita en un ser extraño a nosotros mismos, por lo que no puede decirse que tenemos un cuerpo, sino que somos un cuerpo” (Patiño, 2016, p.51). Con esta explicación se puede contestar o argumentar a muchas de las filosofías propuestas en la antigüedad, ya que es real que somos seres con una unicidad entre nuestro cuerpo y nuestra alma, una no puede ir sin la otra y es lo que nos hace únicos y distintos. Somos seres pensantes y conscientes de lo que nos pasa a nuestro alrededor reflejando lo que nos pasa en nuestro interior.

Patiño de igual manera menciona a la conciencia, siendo esta la “actividad” con la cual nos experimentamos como seres pensantes, lo que nos distingue de ser animales y hacer las cosas por instinto (Patiño, 2016, p.58). Un animal es guiado por el instinto de supervivencia, un ser humano guía sus instintos y sus impulsos mediante la inteligencia y la voluntad. La conciencia es la que nos da la libertad de tomar decisiones, basada en la percepción del bien o del mal. Hilda Patiño describe a la conciencia como luz o como sombra, en la cual si es una sombra nos encontramos con problemas de distinguir la verdad del error. (Patiño, 2016, p.59). La conciencia es la que nos hace cuestionarnos dos veces nuestras acciones, buenas y malas. Es parte de lo que conforma a la unicidad del ser humano y lo que lo lleva a conocerse, aceptarse, realizarse y superarse.  

Con todos los aspectos mencionados anteriormente se puede afirmar que no solamente somos seres biológicos conformados por un cuerpo físico que experimenta, si no que somos seres racionales y pensantes con una psicología, y somos seres con conciencia exaltando una espiritualidad. Jean Lacroix menciona que “el desarrollo de la persona no consiste en absolutizar o disolver la propia individualidad sino en armonizarla y ordenarla para transmitirla y comunicar en comunidad” (Aranguren, 2000, p.27), haciendo énfasis en que la persona también necesita de los demás para completar su desarrollo personal; es un ser social.

Todo lo mencionado destaca las cinco dimensiones que conforman al ser humano: biológica, física, psicológica, social y espiritual (Miguélez, 2009). En cada una de las dimensiones se necesita un balance, ninguna se puede negar o excluir, no fueron inventadas para justificar las acciones de los hombres o para dar una explicación; son aquellas que nos definen y nos complementan desde nuestra esencia y existencia.

 

Para dar pie a la pregunta inicial del ensayo es importante comprender la dimensión espiritual mencionada. Lacroix en numerosos textos menciona la dimensión espiritual que tiene el ser humano, la define como un dinamismo espiritual: “desde el dinamismo espiritual, el hombre no piensa para pensar, sino para actuar y reencontrar mediante el acto aquello que va más allá del pensamiento y de la acción, el ámbito espiritual” (Aranguren, 2000, p.95). ¿Por qué el ser humano necesita encontrar aquello que va más allá del pensamiento y de la acción?

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