BIG BANG: UNA INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA DEL PENSAMIENTO SOBRE EL ORIGEN DEL MUNDO
Izan14Reseña1 de Abril de 2022
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4.1.-BIG BANG: UNA INTRODUCCIÓN A LA HISTORIA DEL PENSAMIENTO SOBRE EL ORIGEN DEL MUNDO
1º,1 Las culturas antiguas solían creer en dioses, muchas veces con un dios principal, Marduk de los mesopotámicos, Atón-Ra de los egipcios, Zeus y Júpiter de los griegos y romanos. Incluso parece que los prehistóricos también creían en dios por enterrar a los muertos con cosas para la otra vida. Consideraban que estos dioses habían ordenado el mundo y lo gobernaban. Consideraban que alguien tenía que haber hecho esta realidad que vemos tan ordenado, pero no distinguían sobre la creación de la materia a partir de la nada.
1º,2 Prácticamente todos los filósofos antiguos admitían que el universo era eterno, inmutable e infinito. No se sabe con certeza de ningún filósofo que pensase con certeza en un universo que comienza a existir por creación a partir de la nada, se daba por supuesto que la materia es eterna.
Y en las mitologías antiguas (griegas), de esta materia eterna se supone que brotan por algún tipo de generación espontánea los dioses. Los dioses no crean la materia, sino al contrario, son resultado de divinizar algún aspecto de la materia. Y por eso había dios de la tierra, dios del océano, dios de las tempestades, dios del sol, etc.
Después estos dioses eran los que hacían pasar a la materia del caos o desorden al cosmos u orden que conocían de la realidad. Del caos al cosmos. Y la realidad del universo que conocían era un cosmos ordenado (de ahí su visión del arte y la belleza). Pero los dioses no creaban de la nada la materia.
2º Con el paso de estas culturas antiguas al cristianismo se puso de moda en toda Europa el creer en el dios creador a partir de la nada de la Biblia. El dios único, trinitario, había creado la materia a partir de la nada. Los musulmanes, la otra religión importante que apareció después, también tenían la visión de la Biblia sobre la creación y el origen del mundo (en otras ideas se separan más de la Biblia). Para el origen del universo estas dos religiones consideraban el universo como creado por Dios. Este Dios había creado además todas las especies vivas conocidas, al principio del tiempo, y la creación ya se consideraba terminada. San Agustín hablaba de la belleza y Santo Tomás de las cinco vías y el orden para probar la necesidad de un creador.
3º En la época contemporánea (1789 en adelante), aunque algunos pocos pensadores dejan de creer en el Dios de la Biblia, no dejaron de creer en Dios como el creador y arquitecto del mundo. Todavía no había ateos.
4º En 1859 Darwin publicó El origen de las especies, hablando de la evolución de las especies (nunca dijo que la vida surgía de la nada como algunos ateos dijeron después). Sobre la evolución no se sabía cómo se producía. Esto de la evolución parecía contradecir la lectura normal que se tenía del texto de la Biblia. Organizó discusiones acaloradas, en que se mezclaba que la teoría de la evolución no estaba del todo probada. Poco a poco se vio que la evolución, probada o no, no impedía creer en Dios creador. Si se probaba la evolución esta sería la continuación de la creación. Y poco a poco se vio que el texto no dice que Dios crease todos los seres vivos de golpe, sino que hablaba de un proceso de unos días que se podían entender cómo millones de años. Y que habla de que Dios creó al ser humano del barro. Y que se podía entender que la creación de los primeros seres vivos por parte de Dios continuase en una evolución de algunos otros nuevos (Evolución guiada por Dios). Dios seguía siendo la causa primera y el ordenador necesario.
5º La visión proletaria hablaba del materialismo dialéctico. Sólo existe la materia eterna. Y esta materia sería la que habría producido las demás cosas, incluso lo espiritual, el pensamiento y la libertad humanas.
6º Hasta 1945, desde el punto de vista científico, el modo espontaneo y casi universal de tratar al universo en su conjunto, era comenzar con la afirmación implícita o explícita de que es eterno, inmutable e infinito.
Los científicos, aunque la mayoría fuesen cristianos o creyesen en Dios, intentaban probar sus afirmaciones por pruebas científicas no por la Biblia, ni por lo que la Iglesia decía. Aunque el pensamiento científico se había liberado de la mitología, sin embargo, se mantuvo en gran parte de los científicos la idea de un universo eterno, de una materia eterna, de que había hablado la mitología y la filosofía griega. Tanto es así, que cuando Einstein vio que sus ecuaciones no sostenían esa idea, confesó que consideraba totalmente en contra de sus instintos el admitir un universo que tiene un comienzo.
4.2.-LA TEORIA CONFIRMADA DEL BIG BANG, CONFIRMA LA CREACIÓN.
La llamada teoría del Big-Bang no ofrece ningún problema para la fe cristiana (o judía o musulmana, pues en este punto coinciden) en lo que Dios nos dice sobre el origen del mundo. Más bien al contrario, concuerda perfectamente con lo que Dios nos ha dicho -revelado- a judíos y cristianos en la Biblia de que él ha causado el mundo que vemos a partir de la nada; y que por lo tanto la materia no es eterna, sino que ha tenido un origen.
Así se confirma que ninguna verdad de la ciencia demostrada puede estar en contra de lo que Dios dice, pues el mismo Dios que ha hecho el mundo, el mundo que estudia la ciencia es el que nos ha hablado, empezando por el pueblo judío y llevando a plenitud su mensaje con la salvación de Jesús.
El big Bang sería el inicio de la creación. Antes del Big Bang no había nada material, sólo un ser inmaterial, Dios, que, en un momento dado, y sin que científicamente se sepa para qué (según la fe para tener trato con los seres personales y ofrecernos compartir su felicidad) decidió libremente, y sin ninguna obligación, dar origen a un universo material, que fue organizando progresivamente.
Lo que pocos saben es que el primer científico que aventuró esta teoría sobre el origen del universo fue un sacerdote y científico católico belga llamado Georges Lamaître (1849-1966). Estudiando las ecuaciones de otro de un judío de origen alemán, Einstein (1879-1915), que huyó de la Alemania nazi, a Estados unidos en diciembre de 1932. Un judío que creía en un Dios que se revela en la armonía de todo lo que existe1, origen de las leyes de la naturaleza. Y que admiraba las palabras de Jesús.[pic 1]
El famoso Albert Einstein (1879-1955) en 1915 presentó la teoría de la relatividad general, en la que reformuló por completo el concepto de la gravedad, permitiendo estudiar el universo en su conjunto. Pero como vio que su famosa teoría de la relatividad general afirmaba también que el universo no era estático, sino que cambiaba con el tiempo. Como no le gustaba, trató de corregirla con la “constante cosmológica”. Pero lo hizo por preferencias personales, no por motivos no científicos.[pic 2]
Lemaître, apoyándose en los avances de Einstein, consiguió una explicación teórica del universo en expansión que publicó (en 1927) y explicó a Einstein. Poco después fue (1930), sus trabajos se hicieron famosos y fueron publicado y divulgado por la real academia de astronomía de Londres. Así afirmó que el universo no era estático (como se pensaba hasta el momento, y como había afirmado Einstein), sino que se expandía. Y si se expandía, había sido menor en el pasado; y por lo tanto debía haber sido en su origen increíblemente pequeño.
Lamaître creía que el universo había comenzado con lo que él llamo “átomo primigenio”, un huevo cósmico enormemente caliente y denso que en algún momento del pasado explotó, poniendo en marcha el universo y llevando a la formación de todo lo que conocemos. Cuando Lamaître le expuso a Einstein su conclusión, este dijo: “sus cálculos son correctos pero sus conclusión es abominable”. Pero esa abominación pronto se vería demostrada con contundencia en 1925. En las montañas que dominan los Ángeles el astrónomo Edwin Hubble vio algo que destruyó “la constante cósmica” de Einstein y cambio nuestra concepción del universo. Desde entonces se ha ido confirmando más de diversas maneras.
[pic 3]
1 Einstein, aunque era judío, no creía o al menos no reconocía creer en el Dios de la Biblia, aunque tampoco aceptaba que le llamasen ateo. Creía en Dios como “arquitecto del universo” y origen de las leyes del universo, aunque no en el Dios personal de la Biblia. Pero parece que admiraba la persona y palabras de Jesucristo. Escribió en 1943 “Dios es un misterio, pero un misterio comprensible. No tengo sino admiración cuando observo las leyes de la naturaleza. No hay leyes sin un legislador”; “Mi religión consiste en una humilde admiración del ilimitado espíritu superior que se revela en los más pequeños detalles que podemos percibir con nuestra frágil y débil mente”; Creía en “un Dios que se revela en la armonía de todo lo que existe, no en un Dios que se interesa en el destino y las acciones del hombre”.
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