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PARÁBOLA DE LA FIESTA DE LA BODAS

Dulce VilledaApuntes12 de Octubre de 2019

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PARÁBOLA DE LA FIESTA DE LA BODAS

PARÁBOLA DE CUARTO PRIMARIA

(Está Jesús sentado bajo un árbol contando una parábola a varios niños)

Respondiendo Jesús, les volvió a hablar en parábolas, diciendo:

  • Jesús: El reino de los cielos es semejante a un rey que hizo fiesta de bodas a su hijo; y envió a sus sirvientes a llamar a los convidados a las bodas; mas éstos no quisieron venir.
  • Rey: vayan al pueblo y díganle a las personas de la lista que están invitadas a la gran boda de mi hijo.
  • Sirviente 1: está bien mi rey, rápidamente iremos a anunciarlo.
  • Sirviente 2: permiso señor.

(Los siervos regresaron con la noticia que nadie quería ir a la boda, todos a los que se les invitó rechazaron la invitación, unos porque no querían al rey y otros porque su hijo les caía mal)

  • Sirviente 1: señor, señor los invitados no quieren asistir a la boda. Han rechazado la invitación
  • Rey: ¿se puede saber cuál es la razón para no asistir?
  • Siervo 2: pues cuando se les hizo la invitación pareció no importarles.
  • Sirviene 1: señor hay varios que están resentidos con su reinado, anhelan su categoría y poder, se reúsan a darle el honor que desean para ellos mismos.

Volvió a enviar otros siervos,         

  • Rey: regresen con ellos y hagan que entiendan que deben asistir. Decirles que he preparado mi comida; mis toros y animales engordados han sido muertos, y todo está dispuesto; que vengan a las bodas.

(Los siervos se van al pueblo y se encuentran con los invitados)

  • Sirviente 1: el rey les ruega que asistan a las bodas de su hijo, él ha preparado un gran banquete para que compartan con su hijo la felicidad. Ha matado toros y animales.  
  • Anciano: váyanse de aquí no queremos ninguna invitación, ya les hemos dicho que no nos interesa.
  • Mujer: lo único que queremos es que nos dejen en paz.
  • Sirviente 2: pero el rey ha sido muy amable y su hijo es su príncipe, asistir a su boda es lo mínimo que pueden hacer para demostrarle gratitud.
  • Hombre: cómo te atreves a juzgarnos, nosotros somos los dirigentes de este reino, ustedes solo son sirvientes.
  • Sirviente 1: no puede haber mayor honor que servir a este rey
  • Hombre: nosotros somos los que hicimos que este reino creciera, debería hacernos una fiesta a nosotros.
  • Pueblo: siiii! No lo queremos, nosotros nos merecemos esa fiesta.
  • Sirviente 2 están cometiendo un gran error, por favor hagan a un lado su orgullo y deslealtad.
  • Hombre: tu eres el que está cometiendo un error y vas a pagarlo.
  • Sirviente 1: lo que mi compañero dice es verdad, muestren su humildad y asistan a las bodas.
  • Pueblo: váyanse, no iremos, váyanse.

(Los sirvientes se retiran, los pueblerinos empiezan a lanzar objetos, piedras y los sacan corriendo del lugar. Un sirviente muere al caerle una piedra en la cabeza y el otro corre al castillo)

  • Sirviente 2: señor intenté salvar a mi compañero pero no pude.
  • Rey: ven acá (le dice a otro sirviente), busca al responsable y tráelos ante mí. (el sirviente se retira y le dice al otro); estoy agradecido por sobrevivir.
  • Sirviente 2: lo volveré a intentar majestad. Si es lo que usted desea.
  • Rey: si, se debe ofrecer una nueva invitación.
  • Sirviente 2: Como usted desee señor.
  • Rey: pero esta vez, esta vez quiero que vayas a los caminos y senderos de la región a los lugares remotos y humildes y que invites a todos los que veas
  • Sirviente 2: usted sabrá naturalmente señor que esos lugares están colmados de pobres y enfermos si ellos aceptan la invitación…
  • Rey: si ellos aceptan la invitación serán bien recibidos con honor. Los que fueron invitados la primera vez no eran dignos.
  • Sirviente 2: está bien señor.

Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, juntamente malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.

  • Sirviente 2: buena mujer, el rey quiere que asista a la boda de su hijo, en el palacio.
  • Señora: ¿yo?, no, no, yo no puedo.
  • Sirviente 2: jajajaja. Póngase su mejor traje y vaya esta noche al palacio. (llega a otro lugar e invita a un señor con su hijo). El rey quiere que vaya esta noche al palacio a celebrar con él la boda de su hijo.
  • Señor: ¿el rey quiere que vayamos? ¿Nosotros?
  • Sirviente 2: si fueran tan amables en asistir.

(Padre e hijo se ven la cara asombrados)

  • Señor con bastón: fuimos invitados al palacio. (le dice al pueblo lejano) El rey nos ha invitado al palacio.
  • Señor del brazo quebrado: ¿qué? ¿Cuándo?
  • Señor con bastón: esta noche, a la boda de su hijo, debemos ponernos nuestras mejores ropas.
  • Señor del brazo quebrado: ¡pero cómo!, si esto es lo único que tengo
  • Esposa del señor del brazo quebrado; entonces la lavaremos y debes reparar esas sandalias: ¡ay! Una boda en el palacio, ¡qué alegría!
  • Pueblo: ¡Sí que alegría! Iremos a una boda, en el palacio.

(Esa noche en el palacio, el rey los recibe, el pueblo lejano que fue invitado entró al palacio y quedó asombrado con todo lo que había en el palacio)

  • Rey: bienvenidos amigos míos. (en eso mira a un hombre sin traje de bodas) le dice: amigo ¿por qué no tienes tu traje de bodas? (el hombre se queda callado) el rey dijo a los sirvientes: átenle de pies y manos y échenlo a las tinieblas, ahí será el llanto y el rechinar de dientes.  

  • Jesús: Nuevamente les digo, el reino les será quitado a ustedes y le será dado a otros. Porque muchos son los llamados, y pocos los escogidos.

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