ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

50 años de vida consagrada


Enviado por   •  17 de Agosto de 2013  •  Ensayos  •  529 Palabras (3 Páginas)  •  461 Visitas

Página 1 de 3

INTRODUCCIÓN

Celebrar “50 años de vida consagrada”, es una buena ocasión para retomar, meditar y dar gracias por el don de la vocación, que es pura gracia, don de Dios-Amor. Es mirar la vida pasada y presente con los ojos de ese Dios que nos comprende y ama incondicionalmente.

Hace 50 años, este Dios-Amor miró a NN quiso contar con ELLA y la invitó para una misión especial. Acoger la invitación significó abandonar la barca de las seguridades y dejar a Dios realizar su proyecto en su vida.

Su trayectoria por este caminar, encierra un sentido profundo de todo lo que ha sido y ha hecho a lo largo de los años; pero lo importante, es y será el amor de Dios que dirige su vida y la cuida desde dentro. Sólo en torno a su gracia se va tejiendo su verdadera existencia y su misión como HIJA DE LOS SAGRADOS CORAZONES DE JESÚS Y DE MARIA. Más allá del desgaste, está la confianza y el abandono incondicional en sus manos y la fe en su promesa: “EL QUE PIERDA LA VIDA POR MÍ, LA ENCONTRARÁ”.

Celebrar “Bodas de Oro”, lejos de sentir que la vida se escapa, es seguir caminando con paz, sin prisas ni protagonismos, con una comprensión creciente hacia todos y con mucha compasión a la humanidad sufriente. Es ahora cuando Su vida puede ir creciendo más libremente hacia su plenitud. Es ahora cuando cada experiencia dulce o amarga, cada logro grande o pequeño, va ocupando su verdadero lugar; es ahora cuando se puede entonar, como María, el “Magníficat”. Porque Celebrar “Bodas de oro” es seguir diciendo a Jesús: “Aquí estoy, para hacer tu voluntad”.

PETICIONES

1. Para que el Señor, que es el Pastor de las almas, se acuerde del Santo Padre, el Papa Francisco; de nuestro Obispo Gonzalo, y de todos los demás Obispos, que anuncian la palabra de Dios; para que bendiga a los sacerdotes y diáconos y, en su gran misericordia, se acuerde de todos los fieles que aman a Jesucristo, «camino, verdad y vida», roguemos al Señor.

2. Para que el Señor, que ha venido en busca de la oveja perdida, infunda en el corazón de los pecadores un vivo y sincero arrepentimiento de sus culpas, les conceda el perdón de sus pecados y les dé fuerza para no recaer en el mal, a fin de que donde creció el pecado, más desbordante sea la misericordia divina, roguemos al Señor.

3. Para que el Señor, que es el tesoro de la Iglesia, conceda sus dones a nuestros familiares, amigos, bienhechores y a todos aquellos que queremos recordar; para que, a cambio de las riquezas que nos han dado, obtengan las riquezas inmortales y, en lugar de los bienes temporales, alcancen los bienes eternos,

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (3.1 Kb)  
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com