Bioética: historia, principios, cuestiones

Bioética: historia, principios, cuestiones; de Lino Ciccone

Anastasio López García

El progreso de la ciencia, y sobre todo de la técnica, así como la experimentación cada vez más atrevida plantea tremendos dilemas éticos. Se trata de una problemática que preocupa a toda la población. Continuamente se nos informa, a través de los medios de comunicación, de nuevos experimentos con embriones, o de tentativas legislativas tendentes a ordenar un campo lleno de aristas y en el que la ciencia y el auténtico progreso humano no siempre van de la mano. La llamada bioética está en boca de todos y no puede decirse que preocupe sólo a un pequeño grupo de entendidos. Además, las relaciones entre la ética y la vida no afectan sólo a un momento del desarrollo de la persona, sino que son constantes, desde el momento de la concepción hasta el de la muerte.

Lino Ciccone nos ofrece en este manual una aproximación bastante completa a los principales temas de la bioética. A pesar de ser la obra de una sola persona mantiene una perspectiva que podemos llamar interdisciplinar porque, al abordar cada apartado tiene en cuenta no sólo los principios de la ética y las enseñanzas del magisterio de la Iglesia, sino también da buena cuenta de los elementos jurídicos y médico científicos necesarios para tener una visión clara del problema.

Además, da una amplia panorámica de diferentes soluciones legislativas. En este sentido es un libro completo a pesar de que no pretende ser exhaustivo sino más bien introductorio. Como señala en la presentación, intenta que esté al alcance de todos los públicos. Se trata de un libro introductorio para quien pretenda un primer acercamiento a estos temas. La amplia y seleccionada bibliografía que acompaña cada apartado permite ulteriores profundizaciones.

Después de una parte inicial, en la que explica el estatuto de la bioética y su historia, el autor entra en temas particulares. El más importante y candente en nuestros días es el del estatuto del embrión. Es decir, si cabe considerar al embrión persona humana desde el momento de la concepción. Partiendo de la filosofía personalista, el autor se declara favorable a esta postura, que es la única válida. La negación de la dignidad del embrión, sea desde presupuestos filosóficos, sea en las reglamentaciones jurídicas, es la que abre las puertas a todas las aberraciones a las que hoy asistimos. Cierto es que, finalmente, sólo niega que allí haya persona quien no quiere ver. Porque, en caso de duda, hay que ponerse a favor del más débil.

Tras este tema trata otros, como la inseminación artificial, la ingeniería genética, el trasplante de órganos, el diagnóstico prenatal, y, de más reciente incorporación a la disciplina: las drogodependencias, el alcoholismo, el tabaquismo y el SIDA.

No están todos los

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