CARTA ENCÍCLICA

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ÍNDICE

INTRODUCCIÓN        4

CAPÍTULO PRIMERO. LO QUE LE ESTÁ PASANDO A NUESTRA CASA        5

1.1.        Contaminación y Cambio Climatico        5

1.2.        La cuestión del Agua        5

1.3.        Inequidad Planetaria        6

CAPÍTULO SEGUNDO. EL EVANGELIO DE LA CREACIÓN        6

2.1.        La sabiduría de los Relatos Bíblicos        6

2.2.        El misterio del Universo        7

CAPÍTULO TERCERO. RAÍZ HUMANA DE LA CRISIS ECOLÓGICA        8

3.1.        La tecnología: creatividad y poder        8

3.2.        Globalización del paradigma tecnocrático        8

3.3.        Crisis y consecuencias del antropocentrismo moderno        9

CAPÍTULO CUARTO. UNA ECOLOGÍA INTEGRAL        9

4.1.        Ecología ambiental, económica y social        9

4.2.        Ecología cultural        10

4.3.        Ecología de La vida cotidiana        10

CAPÍTULO QUINTO. ALGUNAS LÍNEAS DE ORIENTACIÓN Y ACCIÓN        11

5.1.        Diálogo hacia nuevas políticas nacionales y locales        11

5.2.        Diálogo y transparencia en los procesos decisionales        12

5.3.        Política y economía En diálogo para la plenitud humana        12

CAPÍTULO SEXTO. EDUCACIÓN Y ESPIRITUALIDAD ECOLÓGICA        13

6.1.        Apostar por otro estilo de vida        13

6.2.        Educación para la alianza entre la humanidad y el ambiente        13

6.3.        Conversión ecológica        14

CONCLUSIÓN        15

INTRODUCCIÓN

Los signos de enfermedad que notamos en el suelo, el agua, el aire y los seres vivos son también evidencia de la violencia presente en los corazones humanos que han sido heridos por el crimen. Nos olvidamos de que en realidad estamos hechos de tierra. Ocho años después de Pace in Terris, en 1971, el Papa Pablo VI abordó la crisis ecológica, presentándola como una crisis que es una "consecuencia dramática" de la actividad humana desenfrenada: Como resultado de la explotación irresponsable de los recursos naturales, los humanos corren el riesgo de destruir medio ambiente y convertirse en víctimas de esta degradación.

San Juan Pablo II se centró en este tema con creciente interés. En su primer capítulo, advirtió que parecía que los humanos solo entendían los significados de su entorno natural que servían para propósitos de uso y consumo inmediato. Impulsó con éxito un cambio ecológico global. Sin embargo, al mismo tiempo, se notó que se están haciendo pocos esfuerzos para preservar las condiciones morales de una auténtica ecología humana.

Destruir el medio ambiente humano es un asunto muy serio porque Dios le dio a los humanos no solo el mundo sino también la responsabilidad de proteger sus propias vidas de diversas formas de degradación. Toda pretensión de proteger y mejorar el mundo exige cambios significativos en las normas sociales, los modelos de consumo y producción y las estructuras de poder establecidas que actualmente gobiernan la sociedad.

El desarrollo humano genuino tiene fundamentos morales y supone un respeto total por la dignidad humana, pero también requiere prestar atención al mundo natural y tener en cuenta las cualidades inherentes de cada individuo, así como su interconexión dentro de un sistema bien ordenado. En consecuencia, el don original de Dios del universo debe servir como base para la capacidad del ser humano de transformar la realidad.

CAPÍTULO PRIMERO. LO QUE LE ESTÁ PASANDO A NUESTRA CASA

1. Contaminación y Cambio Climatico

Existen técnicas de contaminación que afectan a las personas a diario. La tecnología que, cuando se vincula a las finanzas, pretende ser la única solución a los problemas, con frecuencia no logra comprender la complejidad de las muchas relaciones interconectadas que existen, lo que frecuentemente resulta en la creación de nuevos problemas. También se debe tener en cuenta la contaminación causada por las sobras, incluidos los derechos potencialmente peligrosos presentes en diversos entornos. La tierra, donde vivimos, parece estar evolucionando más y más hacia un repositorio masivo de brujería.

Estos temas están directamente relacionados con la cultura de la exclusión, que impacta tanto en los seres humanos excluidos como en las cosas que rápidamente se convierten en basura. A mayor escala, es un sistema complejo conectado a muchas condiciones vitales para la vida humana. Existe un fuerte acuerdo científico que indica que estamos ante un preocupante calentamiento del sistema climático. Se insta a la raza humana a reconocer la necesidad de alterar la producción, el consumo y los hábitos de vida para detener este calentamiento, o al menos, las causas humanas que contribuyen a él.

1. La cuestión del Agua

Por ser esencial para la vida humana, así como para el mantenimiento de los ecosistemas terrestres y acuáticos, el agua potable y limpia se destaca como un asunto de suma importancia. En algunos países hay zonas con abundante agua y al mismo tiempo otras que sufren sequías severas.

La calidad del agua a la que tienen acceso los pobres es un problema grave que provoca numerosas muertes cada día. Las enfermedades frecuentes relacionadas con el agua, incluidas las provocadas por microorganismos y sustancias químicas, afectan a los pobres. Los productos químicos y detergentes que la gente usa en todo el mundo continúan filtrándose en ríos, lagos y océanos. Este mundo tiene una grave deuda social con quienes viven en la pobreza y no tienen acceso a agua limpia porque al hacerlo violan su derecho inalienable a la vida.

1. Inequidad Planetaria

Si no prestamos atención a los factores relacionados con la degradación social y humana, tanto el medio ambiente natural como el humano seguirán deteriorándose al mismo ritmo y no podremos abordar la degradación ambiental de manera efectiva. De hecho, la degradación ambiental y la decadencia social tienen un impacto particularmente negativo en las personas más enfermas del mundo. Tanto el sentido común como la investigación científica muestran que las personas más pobres sufren los peores efectos de todos los ataques ambientales. En lugar de atender las necesidades de los pobres y pensar en un futuro diferente, algunas personas solo proponen reducir la natalidad. Debería haber presión internacional sobre las naciones en desarrollo, lo que vincularía la ayuda financiera a ciertas políticas de salud reproductiva.

Es especialmente importante calcular el uso de todo el espacio ambiental del planeta para almacenar residuos gaseosos que se han ido acumulando durante dos siglos y que han llevado a una situación que ahora afecta a todos los países del mundo. Es fundamental que las naciones desarrolladas contribuyan a resolver esta deuda haciendo esfuerzos significativos para reducir el consumo de energía no renovable y proporcionando recursos a las naciones menos desarrolladas que los necesitan para apoyar políticas y programas de desarrollo sostenible.

CAPÍTULO SEGUNDO. EL EVANGELIO DE LA CREACIÓN

1. La sabiduría de los Relatos Bíblicos

Sin repetir aquí toda la teoría de la creación, nos preguntamos qué tienen que decir las grandes historias bíblicas sobre cómo los humanos interactúan con el mundo. La creación de la humanidad es parte del plan de Dios, según la narración inicial de la obra del creador en el libro de Génesis. Después de la creación del ser humano, se dice que "Dios vio todo lo que se había hecho y era muy bueno" (Gn 1, 31). Según la Biblia, cada ser humano está hecho a imagen y semejanza de Dios por medio del amor (ver Gn 1, 26).

Fuimos creados en el corazón de Dios, y como resultado "cada uno de nosotros es fruto de un pensamiento de Dios". En su lenguaje simbólico y narrativo, los relatos de la creación del Libro del Génesis contienen lecciones profundas sobre la existencia humana y la realidad histórica. Estas historias implican que tres relaciones fundamentalmente interconectadas, las relaciones con Dios, el mundo y la tierra, forman la base de la existencia humana. La creación de esta legislación tuvo como objetivo garantizar la igualdad y el equilibrio en las relaciones humanas con otras personas y el entorno en el que vivían y trabajaban. Pero al mismo tiempo, fue un reconocimiento de que el don de la tierra y sus frutos era de toda la comunidad.

1. El misterio del Universo

Según la tradición judeo-cristiana, la frase "creación" significa más que "naturaleza" porque se refiere a un proyecto de amor de Dios en el que cada criatura tiene valor y significado. El mundo natural es a menudo percibido como un sistema que puede ser estudiado, entendido y manejado, pero la creación solo puede ser entendida como un don del Padre todo amoroso, como una realidad iluminada por su amor que nos llama a una comunidad universal.

Hay una opción gratuita expresada en la palabra creador. Por tanto, toda criatura es objeto de la ternura del Padre, que le concede un lugar en el mundo. Es el objeto de su amor, y en esos fugaces segundos de existencia, rodea con su afecto al ser más insignificante. Dios ha escrito un hermoso libro con los diferentes tipos de creación que se encuentran en el universo como sus páginas. Los obispos canadienses lo expresaron bien cuando dijeron que ninguna criatura está exenta de la manifestación de Dios: "Desde las vistas más vastas hasta la forma de vida más diminuta, la naturaleza es una mezcla constante de asombro y miedo".

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